Ciudad de México, 11 de octubre (SinEmbargo).- El movimiento social de los #MalNacidos y la Tribu Yaqui se unieron en una megamarcha conjunta en Ciudad Obregón, Sonora, para exigir la liberación de los líderes Yaquis Mario Luna y Fernando Jiménez, el cierre del Acueducto “El Novillo” y la destitución del Gobernador de esa entidad, Guillermo Padrés Elías.
La movilización, realizada este viernes por la tarde, significó la suma de los ciudadanos de Hermosillo y de Ciudad Obregón, municipio de Cajeme, a quienes el Gobierno estatal ha tratado de confrontar por el tema del abasto de agua, señaló Rebeca Villanueva Oviedo, líder del movimiento civil de los “Malnacidos”, formado por ciudadanos de clase media y alta del municipio de Hermosillo, quienes originalmente protestaban en contra de la tenencia vehicular aprobada por el congreso estatal en diciembre de 2012.
Sin embargo, el contexto de represión a la protesta social que existe en Sonora llevó al movimiento a mutarse en pro de otras causas ciudadanas, refirió Villanueva Oviedo. Por ello decidieron sumar esfuerzos para apoyar a la Tribu Yaqui, que actualmente mantiene dos luchas: la oposición a la operación del Acueducto “El Novillo”, una obra promovida por el gobierno estatal, y la exigencia de la liberación de sus líderes comunales Luna y Jiménez.
Para la marcha de esta tarde, se estimaba la asistencia de entre 30 mil y 35 mil personas; al término del evento en redes sociales se mencionó que habrían acudido hasta 50 mil personas. Entre ellos estuvo Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, considerado el “líder moral” del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y quien el pasado 8 de octubre asistió también a la multitudinaria marcha por los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, realizada en la Ciudad de México. En el evento, manifestantes lanzaron botellas de agua y basura al político, quien pertenece al mismo partido que el Gobernador gerrerense Ángel Aguirre Rivero.
Las consignas de los manifestantes, replicadas en redes sociales, fueron “#NoalNovillo” y “#FueraPadrés”. Se trató de una protesta que no sólo expresó el descontento social, sino que demostró que los habitantes de Sonora están unidos, expresó la activista.
“El Gobernador quiso dividir al estado, estaba supuestamente dividido Hermosillo y [Ciudad] Obregón porque el agua de [Ciudad] Obregón ya no nos la querían dar, supuestamente. Ahorita la unión de nosotros es muy importante porque estamos diciendo: ‘¡No señores! nosotros estamos unidos, los sonorenses estamos más unidos que nunca, y estamos unidos para pedir que renuncie el Gobernador”, dijo en entrevista previa a la protesta que recorrió las calles de Ciudad Obregón.
EL ORIGEN DE LOS #MALNACIDOS
La lucha de los #MalNacidos comenzó a finales de 2012, cuando el Congreso estatal aprobó el pago de tenencia vehicular para modelos a partir del año 2004. Los principales perjudicados de esa regla eran personas de clases media y alta, refirió Villanueva. Pero fueron esos estratos los que comenzaron a movilizarse y protestar en contra de la medida, en una sociedad que tradicionalmente ha sido apática a la movilización social, dice.
El nombre de su movimiento tiene su origen por una conferencia de prensa en la que el Gobernador Padrés Elías anunció que no daría marcha atrás a los nuevos impuestos creados por su gobierno, lo que enfureció a integrantes del movimiento entonces llamado “No a la Tenencia”.
En ese encuentro con la prensa local, Padrés Elías condenó la intención de los inconformes de sabotear la Serie del Caribe, una competencia de beisbol.
“No es sonorense bien nacido, quien quiere boicotear la Serie del Caribe… traiciona a Sonora [….] eso sí me preocupa, pero dialogaremos con todos, atenderemos todas las voces para que no suceda”, dijo el mandatario.
La frase provocó la molestia de ciudadanos en municipios como Navojoa, Obregón, Cajeme, Cananea y Hermosillo.
De modo que el movimiento “No a la Tenencia” pasó a nombrarse los “Malnacidos”.
No obstante que Padrés Elías ofreció una disculpa a quien se hubiera sentido ofendido por la frase, la molestia de los sonorenses contra el mandatario se ha canalizado en un grupo social cada vez mayor.
"GOBIERNO REPRESIVO”
“Es un gobierno muy represivo”, dijo Villanueva sobre el mandato de Padrés Elías, y refiere su propia experiencia desde que se ha convertido en líder social del movimiento de los “Malnacidos”.
“Yo como líder o vocera del movimiento, me han hecho de todo: me siguen, me tienen intervenido el teléfono, hemos pasado cosas muy fuertes, mucha represión por parte del gobierno”, acusó.
Refirió que ante la falta de canales, han adoptado las redes sociales electrónicas como su medio de comunicación. Fue a través de dichos canales que difundieron la protesta de esta viernes, en la que la exigencia por cancelar el proyecto del acueducto se hermanó con la demanda por la liberación de los líderes Yaquis.
Aunque la respuesta a la convocatoria para la protesta fue multitudinaria, Villanueva narró que en otras ocasiones han sufrido intentos de lo que considera una sutil represión por parte del gobierno del estado.
“Las marchas nos las interrumpían, nos mandaban camiones, nos mandaban espiar, tuvimos a jóvenes tapados[encapuchados], nos golpearon”, relató.
Recordó que la primera vez fue cuando acudieron a boicotear la Serie del Caribe: “Nos detuvieron con vallas, así de esas vallas como de piquitos. Nos detuvieron. [Tenían] equipo antimotines, ¡en la vida se había visto equipo antimotines!”, dijo.
A pesar de que en esa ocasión los manifestantes lograron brincar ese cerco, también hubo tanquetas y helicópteros en la manifestación ciudadana.
Otra argucia que Villanueva refirió que se ha usado para reprimir las protestas es crear un supuesto grupo social para confrontarlos por el tema de la tenencia vehicular. Ellos decían que la medida los beneficiaba.
“En otras ocasiones, en otras caravanas, nos ponían autobuses atravesados […] y mandaban grupos de choque con bates para asustarnos y agredir a la gente”, recordó. No obstante, dijo, los manifestantes no han respondido a las provocaciones.
La marcha de este viernes se desarrolló de forma pacífica y con consignas que hermanaron a los ciudadanos de las dos ciudades.