México, 10 Oct (Notimex).- El trazo y la dimensión de los dibujos que realizan niños puede determinar si son víctimas o agresores escolares, una técnica que comenzó a utilizar la delegación Venustiano Carranza para prevenir el acoso escolar.
La estrategia consiste en impartir sesiones de grafología en escuelas primarias, por ahora en la colonia Morelos, en las que han participado 496 niños.
Como complemento, a los padres de familia y profesores se les enseña cómo detectar si sus hijos o alumnos son presa de bullying, explicó el delegado en esa demarcación, José Manuel Ballesteros, al dar inicio al taller.
Los alumnos realizan dibujos de cualquier temática y el trazo y dimensión que ocupan aportan elementos para determinar si es víctima o agresor escolar.
Explicó que por la alta marginalidad de la colonia Morelos, “pensamos que íbamos a encontrar al menos 30 por ciento de niños violentos, pero hasta el momento sólo hemos encontrado un cinco por ciento o menos”.
La actividad forma parte del Programa Nacional de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia de la Colonia Morelos que se aplica desde agosto pasado y culminará en diciembre: “son 29 acciones que tienen el fin de restituir el tejido social de la colonia”.
En tanto, Dora Karina Reyes Trujano, coordinadora del Taller de Grafología, señaló que cuando un ser humano se encuentra muy enojado, el cerebro envía mucha energía a las manos.
Uno de los puntos que se analiza en el dibujo del niño es la presión que ejerció al realizarlo, y aseguró que la grafología detecta el bullying con un 99 por ciento de efectividad.
“Si la presión es muy ligera que no se llega a notar, se trata de un niño que tiene menor actividad o de baja autoestima. Si la presión es notoria, tiene una energía importante: Si el niño está enojado y tiene esa energía me lo está plasmando en esa hoja”, expresó.
Cuando se identifica esta última particularidad en un niño, lo que procede es canalizarlo a que desplieguen esa energía, por ejemplo al taller de box donde les enseñan a canalizar su energía contra el costal y no contra un compañero en el aula, detalló la especialista.
