Ciudad de México, 3 de octubre (SinEmbargo).– El Gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, debería ser el primero en exigir que se transparente y resuelva el caso de Tlatlaya para limpiar su imagen, pues fue pieza clave en la “operación para desvirtuar la verdad de lo ocurrido”, dijo José Miguel Vivanco, director para las Américas de la organización Human Rights Watch (HRW).
“Me sorprende la actitud del Gobernador del Estado de México. Él debería estar muy molesto y muy preocupado con lo que ocurrió, porque evidentemente él fue una pieza clave en esta operación para desvirtuar la verdad de lo ocurrido y para engañar a la opinión pública nacional e internacional respecto de esta masacre”, dijo Vivanco en entrevista a SinEmbargo.
El miércoles pasado, el mandatario mexiquense fijó su posicionamiento sobre el tema desde el Palacio de gobierno de Toluca. Pidió a los periodistas “su comprensión” ante su postura (no hacer más cuestionamientos sobre el tema) y explicó que el gobierno estatal sólo atenderá los requerimientos de las instituciones judiciales que investigan el caso.
El director de HRW opinó que si Eruviel Ávila fue sorprendido por quienes ejecutaron a los 22 civiles ya rendidos en Tlatlaya, debe afrontarlo, decirlo públicamente y exigir una investigación detallada para preservar su prestigio y reputación.
Vivanco indicó que Eruviel debe demostrar que no tuvo nada que ver en el engaño de la versión oficial, que por casi tres meses se hizo creer a la opinión pública.
Horas después de lo ocurrido en Tlatlaya, las primeras declaraciones del mandatario fueron:
“El Ejército mexicano, allá en Tlatlaya, tuvo una valiente presencia y acción al poder rescatar a tres personas que estaban secuestradas; lamentablemente un militar resultó herido, pero el Ejército, en su legítima defensa, actúo y abatió a los delincuentes. Desde luego que cuando se pierde una vida, quien sea, es de lamentar, pero finalmente podemos ver que el Ejército Mexicano actúa con firmeza, con acciones concretas y el Gobierno del Estado de México le reconoce su participación y le agradece la acción decidida, contundente”.
Ávila Villegas felicitó a los militares por su actuación en Tlatlaya y lamentó la pérdida de vidas humanas.
Vivanco dijo que el mandatario mexiquense debería exigir que se llegue hasta las últimas consecuencias, no sólo en esclarecer a los autores directos o indirectos de la masacre, sino de todos los que encubrieron los hechos.
“Porque él fue una figura clave que a las horas de ocurrida la masacre, estaba repitiendo literalmente la versión oficial elaborada por el ejército en el sentido de que se había tratado de un enfrentamiento por un grupo de delincuentes donde de un lado murieron 22 y del otro ninguno", recordó.
Vivanco prosiguió: "Esa fue la versión oficial. No tenemos elementos, antecedentes como para acusar al Gobernador de ser encubridor de estos hechos, porque no tenemos la evidencia de quién le comunicó esta información al Gobernador y quién lo llevó a él, al igual que al Procurador, a sostener la misma versión del Ejército. No sabemos simplemente si lo hicieron porque querían quedar bien con el Ejército, porque acostumbran a repetir las versiones oficiales que provienen del Ejército y entienden que esa es su función, lo hicieron porque alguien les informó que esa era la única posibilidad y que no habría una investigación seria y que la posición era cerrar el capítulo y punto”, cuestionó.
DIFÍCIL DE CREER
El director de HRW dijo que la versión oficial de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre que fueron tres militares los que cometieron la masacre, es “difícil de tragar”.
“Depende si este es el principio o el final de la película. Si es el principio, estamos en problemas, no es creíble que tres soldados actuando por su propia cuenta, decidieron ejecutar a unos civiles desarmados y rendidos. Eso no es creíble, porque para realizar una masacre de tal magnitud se requiere consultar a superiores, en fin eso es difícil de tragar. Si es el comienzo de la película, se tendrán que ver nuevos capítulos y dependerá de las evidencias que se consigan, estamos obligados a esperar el curso de la investigaciones”, indicó.
Cabe recordar, que la Procuraduría General de la República (PGR) y la Procuraduría militar reconocieron, apenas hace unos días, que varios militares dispararon a mansalva contra civiles, presuntamente delincuentes, que nunca fueron juzgados. Fue una ejecución sumaria.
La PGR anunció este martes que consignará por homicidio calificado a tres de los ocho militares que participaron en un supuesto enfrentamiento con 22 presuntos delincuentes en San Pedro El Limón, Tlatlaya.
El pasado 30 de septiembre el juzgado sexto militar dictó auto de formal prisión contra un teniente y siete soldados.
El Juez militar con sede en el Campo Militar 1 determinó que existen pruebas suficientes para procesarlos por delitos previstos en el Código Militar relacionados con desobediencia e infracción de deberes.
La PGR agregó que tres militares que participaron en el operativo en Tlatlaya fueron acusados del delito de homicidio y solicitará orden de aprehensión contra ellos. En conferencia de prensa, el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, indicó que la acusación es independiente al proceso que les sigue la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por desacato, fallas y desobediencia.
De igual forma precisó que aún se está analizando hasta dónde llegan las responsabilidades de los otros cinco militares detenidos. Indicó que después del enfrentamiento con los presuntos delincuentes, tres militares ingresaron a la bodega y realizaron una nueva secuencia de disparos, lo que, dijo, “no tienen justificación alguna”.
José Miguel Vivanco agregó que hay que esperar a que se coteje la versión oficial, con la de la única sobreviviente, pues no coinciden.
“No hay que olvidar que si no fuera por la testigo clave, que arriesgando su vida acudió a los medios de comunicación, hasta el día de hoy estaríamos repitiendo la versión oficial”, dijo.