Ciudad de México, 27 de septiembre (SinEmbargo).- Limmo Project, una empresa fundada por jóvenes mexicanos que tiene como objetivo ayudar en el combate de la obesidad infantil en el país, fue reconocida esta semana por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como una de las 16 compañías pioneras o innovadoras (startups) de América Latina.
Cifras del gobierno federal señalan que en México existen actualmente 4.5 millones de niños que presentan obesidad o sobrepeso, lo que lo convierte en el primer lugar en la materia.
México es el segundo país en el mundo, después de Estados Unidos, que destina el mayor presupuesto a enfermedades relacionadas con la obesidad, según un reporte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El costo total de tratar enfermedades relacionadas con sobrepeso y obesidad asciende a 80 mil millones de pesos en nuestro país, el cual, ascendería a los 150 mil millones en 2017 si no se toman acciones preventivas.
Una de las principales causas de los altos niveles de obesidad en menores son los malos hábitos alimenticios, por ello, Limmo Project buscó la forma de desarrollar un proceso para aprovechar las partes más nutritivas de las frutas que normalmente se desperdician, como las cáscaras y semillas, convirtiéndolas en ingredientes para la industria de alimentos procesados.
“México es el principal país con obesidad infantil y su principal causa de muerte es la diabetes. Sin duda, los alimentos que comemos día a día influyen mucho en nuestra salud, finalmente, nuestra creencia es que somos lo que comemos. (Nuestro principal producto) es Limmo, una combinación de fibras y proteínas que nos permite, en panificación, reducir parcialmente el uso de huevo y grasas, sin cambiar el color y olor, mejorando la textura y amplificando el sabor en el alimento”, explicó a SinEmbargo Enrique Javier González González, director general de la empresa.
Agregó que al aprovechar las cáscaras y semillas de la fruta, no sólo se reduce hasta en 40 por ciento el uso de huevo y grasas en productos como masas de bizcochos sino que también se obtiene una reducción de entre 5 y 12 por ciento en los costos de producción.
La compañía inició este año en fase de laboratorio, misma en la que continúa, por lo que su producción actual se limita a 40 kilos de producto al mes aproximadamente.
“En mi infancia fui un niño obeso y cuanto tenía 15 padecí pre-diabetes, desde ese momento tuve que saber exactamente qué alimentos consumía y qué ingredientes tenían para evitar caer en ser diabético”, señaló González.
La idea, explicó Enrique, surgió en un concurso de Biotecnología y Nanotecnología en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), “ahí nos dimos cuenta de que en el 2012 se tiraron 40 millones de alimentos del campo en lo que va desde la cosecha hasta el consumidor final, esto es suficiente para alimentar a más de 20 millones de personas en un año. Quisimos encontrar una manera de reintroducir estos residuos a la cadena de valor. El desarrollo vino en una etapa posterior”.
EL RECONOCIMIENTO
El desarrollo del proyecto tardó un año. La empresa tiene apenas seis meses en el mercado.
La compañía fue seleccionada de entre 200 proyectos de 22 países de la región; el 2 de diciembre participará en el evento llamado "Idear Soluciones Para Mejorar Vidas", que se realizará en la sede del BID en Washington.
El foro tiene como objetivo reunir las mentes más creativas que ofrecen soluciones innovadoras a retos del desarrollo alrededor del mundo.
Un fundador o fundadora de cada empresa seleccionada viajará a Washington para participar en el foro, presentar sus empresas ante potenciales inversionistas y trabajar con especialistas en innovación, creatividad y mercadotecnia.
El proceso de selección de las empresas que respondieron a la convocatoria del BID se realizó a través del apoyo de jurados especialistas en emprendimiento, innovación y financiamiento grupal.
Los jueces evaluaron los productos y servicios de las empresas que operan en áreas como cambio social, cambio climático, salud y bienestar, educación y conocimiento abierto, gobierno y participación ciudadana, y acceso a servicios financieros a través de tecnología.
