Ciudad de México, 19 de septiembre (SinEmbargo).– El Acueducto Independencia, la mega obra del Gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, tiene 245 tomas clandestinas que benefician ranchos propiedad de cercanos, amigos y políticos al mandatario, acusó ayer Tomás Rojo Valencia, otro de los voceros de la Tribu Yaqui, que como Mario Luna Romero, tiene una orden de aprehensión en su contra.
“Hay que reconocerle su gran visión malévola, al saber que el agua es un recurso escaso en Sonora. Es un gran negocio especular con ella y robársela en este caso, porque la escasez es el paraíso de la especulación y el agua es escasa en todo Sonora”, dijo Tomás Rojo.
El vocero aseguró que Padrés Elías se roba el agua de los yaquis para especular con ella y dársela a sus amigos y para beneficiar a la industria cervecera, refresquera y automotriz de Hermosillo.
“Son 245 tomas que se conectan a las válvulas para control de la conducción del agua que están en ranchos y en grandes extensiones de agostadero, que son propiedad de políticos, amigos y empresarios cercanos a Padrés”, denunció Rojo Valencia.
El vocero comparó lo que Padrés Elías hace con el Acueducto Independencia, con lo que hizo en el río Sonora, al construir una presa y quitarle el agua a los habitantes de Bacanuchi.
“Los campesinos y ganaderos de Bacanuchi han pugnado por más pozos y se les ha negado. Les quita el agua que debe ser no sólo para actividades productivas, sino hasta para consumo humano”, advirtió.
Rojo Valencia explicó que el gobierno de Sonora busca cambiar el distrito de riego del Valle del Yaqui a la sierra y reveló que desde que opera el Acueducto Independencia hay 20,000 hectáreas que aumentaron su valor.
“Son terrenos que antes del acueducto valían dos pesos el metro cuadrado, ahora valen 200 pesos. Ustedes verán la magnitud del negocio. El agua no es para los pobres de la ciudad de Hermosillo, es para la gran industria cervecera, refresquera, para la planta Ford que se está ampliando”, indicó.
El vocero yaqui explicó que hasta ahora hay una “actitud contemplativa” del gobierno federal en torno al conflicto por el acueducto que construyó Padres Elías.
“La Conagua [Comisión Nacional del Agua] ha tenido una actitud contemplativa, existen elementos en la Ley Nacional de Aguas, donde no puede haber traspaso de una cuenca a otra. No entendemos porqué la Semarnat [Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales] no aplica la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de parar el acueducto, hay omisión por parte de las estancias”, dijo.
El Acueducto Independencia opera sin una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), uno de los requisitos principales para construir cualquier obra, sin una consulta pública a la Tribu Yaqui y ninguna instancia federal tomó cartas hasta el momento.
El vocero yaqui llamó al gobierno federal a “ponerle un alto al Gobernador”, después de que se descubrió que tiene una presa en su rancho a raíz del derrame tóxico de Grupo México en el río Sonora.
“El Gobernador desafía al estado de derecho, lo único que no podemos entender es porqué: o no está bien de la cabeza, o está apoyado por poderes. El propio gobierno federal reconoció que hay intervención de los poderes fácticos, Padrés llevaba una relación muy alegre con Grupo México, por ejemplo”, dijo.
TOMÁS ROJO, EN LA MIRA
Rojo Valencia retomó el papel que hasta hace unas semanas tuvo Mario Luna Romero, quien fue el principal vocero de la tribu ante organizaciones, autoridades y medios de comunicación sobre la lucha en contra del acueducto.
Pero Tomás Rojo también está en la mira de las autoridades sonorenses, pues hay una orden de aprehensión en su contra, por el mismo delito del que se le acusa a Luna Romero.
“Mi situación legal es la misma en la que estuvo Mario, estuve a punto de ser apresado en dos ocasiones, pero pude salir a escondidas de Sonora, gracias a la gente de Cajeme que me ayudó. Pero la protección que tengo es la razón y la verdad y aunque pudiera estar amparado en contra de la orden de aprehensión, el gobierno de Sonora no respeta”, afirmó.
El vocero huyó de Sonora, como en su momento lo hizo Mario Luna y viajó al Distrito Federal para reunirse con diversas organizaciones civiles que llevan el caso de la tribu.
Rojo aún no sabe qué hará: “haré lo que la autoridad tradicional me recomiende, indique, me ordene. Si ellos creen que es necesario que esté allá, estaré allá, pero si creen que debo estar aquí, así lo haré”, dijo.
Tomás Rojo podría correr la misma suerte que Mario Luna, quien está preso formalmente desde el miércoles, cuando un el Juez Tercero de primera instancia, Manuel Octavio Palafox Ocaña, dictó auto de formal prisión en contra de Mario Luna y lo envió a prisión por el delito de privación ilegal de la libertad y robo de vehículo.
Tomás Rojo Valencia aseguró que se trata de una persecución política de Padrés Elías en contra de los yaquis, a quienes los criminaliza y mantiene en una constante campaña de odio y racial.
"La razón de la detención de Mario Luna y las órdenes de aprehensión en contra de Tomás Rojo y otros dos compañeros yaquis es el resultado de una decisión del gobierno del estado, que ha manifestado una y otra vez, con sus acciones que no existe respeto hacia la tribu y han mantenido una campaña de odio racial y criminalización, violando sus derechos humanos", dijo.
Andrea Ulisse Cerami, abogado del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), dijo que se presentará un amparo para obtener la libertad de Luna Romero.
"En el auto de formal prisión nunca se prueba la conducta de Mario Luna. Dicen que el ordenó los hechos, pero no hay pruebas del lugar y tiempo que prueben esto", dijo.
Mario Luna es acusado de ordenar la privación de la libertad de Francisco Romo, otro miembros de la tribu, quien de acuerdo con Tomás Rojo y la defensa, la tribu lo detuvo según sus usos y costumbres.
Rojo explicó que Romo en estado de ebriedad, estuvo a punto de arrollar a manifestantes yaquis cuando protestaban en la carretera internacional en contra del Acueducto Independencia.
"El gobernador de la tribu ordenó su detención y presentarlo, pero huyó y entonces se envió una guardia a detenerlo", explicó Rojo.
El detenido fue procesado según la tradición yaqui, se le hincó ante la cruz del perdón y se aplicaron castigos corporales simbólicos, aseguró Rojo.
"Fueron castigos simbólicos de acuerdo con nuestras tradiciones enfrente de la cruz católica, que es nuestra religión y que no fueron como en el pasado", explicó.
Los defensores de Luna aseguran que el vocero no participó en la detención del yaqui Francisco Romo y que fue el gobernador y el comandante de Vícam (pueblo yaqui) quienes asumieron la responsabilidad de la detención a nombre de la comunidad.