Ciudad de México, 9 de septiembre (SinEmbargo).– El caso de José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, de 13 años, conocido como la primera muerte de un menor bajo la llamada "Ley Bala", puso en la mira al gobierno de Puebla. Posteriormente, para contrarrestar las criticas contra las autoridades poblanas, el Gobernador Rafael Moreno Valle Rosas comenzó con una campaña en la que promovía su imagen con niños.
A pesar de trabajar en eso, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a través de los Objetivos del Milenio (ODM), reveló que Puebla sigue siendo un estado en "focos rojos", respecto a la atención de la mortalidad de niños, incluso cuando el gobierno estatal pretende certificarse el próximo año como "Estado Amigo de la Niña y del Niño".
Según los resultados del PNUD, que publicó en el informe El desarrollo humano y los Objetivos de Desarrollo del Milenio en Puebla, en el estado gobernado por el panista Rafael Moreno Valle Rosas las tasas de mortalidad de niños menores de cinco años y mortalidad infantil son un foco de atención, pues entre 2006 y 2012 no hay reducciones significativas en sus cifras e incluso si se redoblan los esfuerzos, difícilmente se alcanzaría el objetivo para el 2015, por ello es que Puebla se convirtió en un "foco rojo".
La tasa de mortalidad de los niños menores de cinco años pasó del 25.2 por ciento al 19.7 por ciento en este periodo, cuando la meta era de 13.7 por ciento. En cuanto a la tasa de mortalidad infantil, se pasó del 21.6 por ciento al 16.7 por ciento en el mismo periodo, y la meta es de 10.8 por ciento para 2015.
"Ambas tasas también se encuentran alejadas del indicador nacional: 3.6 y 3.4 puntos porcentuales, respectivamente", informa el documento.
La ONU también hace un análisis de los objetivos pero de los municipios en el que destaca la brecha para alcanzar el objetivo para el próximo año y advierte que la mayoría de estos "no logrará alcanzar la meta".
El municipio con la mayor distancia por recorrer es Teopantlán, al que le faltan 37.5 puntos porcentuales. Por el contrario, el municipio de Eloxochitlán logró alcanzar la meta desde 2010, e incluso la supera en un 1.5 por ciento. No obstante, a los demás municipios de la entidad aún les queda un gran camino por recorrer, ya que, si bien hay municipios como Xochiltepec y Atzala que se acercan a la meta, aún se encuentran en riesgo de no alcanzarla.
También respecto a la mortalidad materna, Puebla refleja una proyección similar al promedio nacional, y le faltan 15.0 puntos porcentuales para llegar a su meta.
LA MORTALIDAD INFANTIL
El cuarto objetivo, que consiste en reducir la mortalidad de los niños menores de cinco años en dos terceras partes, tampoco se cumple. De acuerdo con la ONU, "cuando se analiza la tendencia hacia 2015 se nota que todas las entidades, incluido el promedio nacional, están muy lejos de cumplir su meta".
La doctora Elsa Herrera Bautista, integrante de la Fundación JUCONI Juntos con las Niñas y los Niños, aseguró que la desprotección y desatención que sufren los niños y niñas, no sólo en Puebla sino a nivel nacional, es una responsabilidad que las autoridades no están cumpliendo, sin embargo, también acusó que la sociedad no está demandando la atención que se necesita.
"En el estado de Puebla las cifras son bastantes malas cuando hablamos de la situación de niños y niñas", resaltó un estudio de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en el que el estado pasó del quinto al tercer lugar en el país en trabajo infantil, con mas de 269 mil menores que laboran.
Además, respecto a la salud, la coordinadora de investigaciones sobre violencia en el hogar, infancia y marginación de JUCONI aseguró que los niños y niñas "no tienen accesos gratuitos".
Agregó que el trato de salud es a través de estrategias oficiales, con el Seguro Popular, por ejemplo. Sin embargo, esto "no llega a todas partes o no tiene la calidad necesaria y las cifras de mortandad infantil se acumulan en las poblaciones más pobres, en las más vulnerables".
"Precisamente con esos niños que están en condiciones de mayor vulnerabilidad se tendrían que estar destinando los mejores recursos y de la mejor calidad y no se está haciendo de esta manera", dijo.
Herrera Bautista dijo que la desatención por parte de las autoridades es por una "lógica política", pues sólo atienden a sus intereses.
"A veces están en otras cosas para desarrollar, como su carrera, entonces los recursos se destinan a asuntos de corto plazo, justo para una administración de tres años o seis años, y que sean muy palpables como infraestructura porque son cosas que se notan mucho y niños y niñas, que son población vulnerable, a pesar de que es significativa y prioritaria, no es algo que vaya a lucir de inmediato, creo que tiene que ver con eso", acusó.
Dijo que en el tema de la salud infantil, el gobierno invierte mucho en vacunación "y es importante y se tiene que hacer, pero trabajan en la parte de salud física, pero si pensamos en que los niños y niñas también tienen que crecer en ambientes libres de violencia, que la violencia también tiene impacto en la salud a largo plazo, también son importantes pero a veces ponen en una balanza los problemas y se atienden los más urgentes".
Recordó el uso del programa Oportunidades, que se centra en educación, alimentación y salud, "pero es en la salud de dimensión física, pero las poblaciones que están afectados por violencia, esto tiene efectos que van muy hondo en las personas, incluso neurobiológicos. El cerebro es diferente, se desarrolla de manera diferente el cerebro de un niño que crece en un ambiente hostil al de un niño que crece en uno de protección y cuidado".
"Hace falta un tratamiento integral de estos problemas porque solemos enfocarnos en las cosas materiales. Dejamos de lado toda la parte neurobiológica y emocional, hacen falta una dimensión terapéutica que ayuda a que las personas estén en condiciones de poder aprovechar los recursos que se les ofrece".
Aseguró que no sólo en Puebla sino en todo el país, "no se tiene esta visión de la integralidad, de las cuestiones materiales, pero también las emocionales junto con las asistenciales, las educativas. Considerar esa parte es una tarea en la que el gobierno no está poniendo suficiente énfasis pero también las instituciones, organizaciones civiles y la sociedad en general también tenemos que estar conscientes de la relevancia del tema y plantear la demanda para que todos lo podamos colocar como una prioridad nacional".
UNA DIFÍCIL META
En 2000, líderes mundiales junto con la Organización de las Naciones Unidas, aseguraron que no se estaba haciendo lo suficiente para atender los problemas de pobreza, hambre y desigualdad, ni se estaba promoviendo el bienestar básico en el mundo.
Dentro de la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, 189 dirigentes del mundo firmaron la Declaración del Milenio, en la que se comprometieron a alcanzar ocho metas, lo que originó los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) cuyo propósito es reducir por lo menos a la mitad la pobreza, sus causas y manifestaciones en el 2015.
Los ocho objetivos son:
1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre
2. Lograr la enseñanza primaria universal.
3. Promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.
4. Reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años.
5. Mejorar la salud materna.
6. Combatir el VIH/sida, el paludismo y otras enfermedades.
7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
8. Fomentar una alianza mundial para el desarrollo.
El estudio presentado recientemente, además de enfocarse en el estado de Puebla, asegura que México ha mostrado grandes avances en los ocho objetivos, pero siguen siendo insuficientes. Además planteó que existe el riesgo de no cumplirse la meta para el próximo año.