Islamabad, 1 sep (EFE).- La televisión estatal de Pakistán fue asaltada hoy por los opositores que piden la dimisión del primer ministro, Nawaz Sharif, y quienes cortaron momentáneamente las emisiones del canal, informó a Efe una fuente oficial.
Unos 400 manifestantes irrumpieron a mediodía en las oficinas centrales de Pakistan Television (PTV) en Islamabad tras escalar sus muros y reducir a los guardas de seguridad, dijo un portavoz policial.
PTV emitió imágenes de los manifestantes entrando en sus instalaciones antes de que se cortasen las emisiones, de acuerdo con el diario local "Express Tribune".
Poco después, efectivos del Ejército desalojaron a los manifestantes de PTV, que reanudó sus emisiones.
Imran Khan, al frente del Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) y uno de los líderes de la protesta contra el primer ministro, negó que sus seguidores participasen en el asalto de la televisión.
La violencia se reanudó esta mañana en el país asiático con una marcha de los manifestantes a la residencia oficial de Sharif, tras los choques del fin de semana que causaron tres muertos y unos 500 heridos.
Los manifestantes lograron derribar la valla que protege el Secretariado de Pakistán, vivienda y oficina del mandatario paquistaní, a pesar de que la Policía usó material antidisturbios.
Tras ello, unos 1.200 opositores han hecho una sentada ante el Secretariado, mientras se desconoce si Sharif se encuentra en su interior.
Liderados por Khan y el clérigo Tahirul Qadri, miles de personas han acampado en Islamabad las dos últimas semanas para pedir la dimisión de Sharif por corrupción y fraude electoral.
Los nuevos choques se producen un día después de que el Ejército paquistaní pidiera al Gobierno y a la oposición que solucionen la crisis política sin recurrir a la violencia.
El jefe del Ejército paquistaní, general Rahil Sharif, mantuvo una reunión con altos cargos militares tras los enfrentamientos, en el que declararon su apoyo a la democracia y expresaron su preocupación por la situación en un comunicado.
A pesar de ello, en la nota de prensa advirtieron que el Ejército está "comprometido a jugar su papel a la hora de garantizar la seguridad del Estado".
La violencia estalló el sábado por la noche cuando los manifestantes trataron de llegar a la residencia del primer ministro de Pakistán.
Sharif, quien fue depuesto en un golpe de Estado de los militares en 1999, ha mantenido una difícil relación con los uniformados desde su elección por su intento de acercamiento a la India y el juicio por traición al exdictador militar Pervez Musharraf.
La ofensiva en Waziristán del Norte contra los insurgentes que comenzó en junio y que Sharif retrasó en favor del diálogo también ha sido una fuente de tensión.
Analistas y observadores consideran que, aunque Sharif supere la crisis, quedará debilitado el resto de su mandato y que el Ejército tomará el control de la seguridad y la política exterior. EFE