Se espera que Trump nombre a Marco Rubio como Secretario de Estado, lo que podría endurecer la política exterior de EU hacia México debido a sus posturas críticas y proteccionistas.
Ciudad de México, 11 de noviembre (SinEmbargo).- El Senador por Florida, Marco Rubio, podría ser nombrado como Secretario de Estado en la próxima administración del Presidente electo Donald Trump, de acuerdo con el diario estadounidense The New York Times.
Rubio, de 53 años y de ascendencia cubana, es considerado un verdadero “halcón” debido a su postura dura y agresiva en política exterior. Ha sido una figura controvertida en la política estadounidense, especialmente en relación con México. Su posible designación como Secretario de Estado podría implicar un enfoque más violento en la política exterior de Estados Unidos.
El Senador Marco Rubio, conocido por sus críticas abiertas al Gobierno de México, está previsto para ser asignado a un puesto clave en el Gabinete presidencial de Donald Trump. Rubio, quien fue rival de Trump en las primarias republicanas de 2016, acompañó al mandatario electo en su campaña este año.
Su historial de declaraciones y acciones anti-México sugiere que buscará implementar políticas más estrictas en materia de migración y seguridad, lo que podría afectar la cooperación entre ambos países.
Para nadie es un secreto que el Senador Rubio es un enemigo acérrimo del régimen cubano. Por ello, desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de México en 2018, y luego de que el mandatario mexicano declarara no sólo su simpatía sino el apoyo material al Gobierno de la isla, también se convirtió en un fuerte crítico de AMLO y de su política exterior.
Por ejemplo, el Senador por Florida no dejó de señalar a López Obrador por “entregar” parte del territorio mexicano a los cárteles de la droga.
Hijo de migrantes cubanos y enemigo acérrimo del régimen de Miguel Díaz-Canel, planteó: “Me alegra ver que el Presidente mexicano [López Obrador], que ha entregado secciones de su país a los cárteles de droga y es un apologista de la tiranía en Cuba, un dictador asesino en Nicaragua y de un narcotraficante en Venezuela no estará en Estados Unidos esta semana”, dijo cuando López Obrador rechazó asistir a la Cumbre de las Américas, en junio de 2022, porque no se invitó a Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Además, ha sido un firme defensor de la expulsión de migrantes, afirmando que aquellos que se encuentran en Estados Unidos de manera ilegal deben ser detenidos y deportados.
El todavía Senador por Florida es, dicho por los analistas políticos en EU, la opción más dura en la lista de Trump para Secretario de Estado; durante años ha abogado por una política exterior contundente con respecto a los enemigos geopolíticos de Estados Unidos.
Rubio es considerado un duro, un verdadero “halcón” de la política estadounidense. Los halcones son poderosos personajes emanados de la ultraderecha que están dispuestos a todo para, según sus principios, defender a EU de cualquier amenaza. Regularmente esos personajes también están ligados a intereses de grandes compañías dedicadas al sector militar y de reconstrucción, por lo que no han tenido empacho en desatar grandes conflictos bélicos alrededor del mundo.
De acuerdo con el sitio estadounidense Politico, Rubio es un gran defensor de un fuerte gasto en defensa y en ocasiones ha apoyado la idea de que la intervención militar estadounidense debería ser una opción en algunas crisis extranjeras. Pero, especialmente en los últimos años, a medida que el Partido Republicano cambió bajo el Gobierno de Trump, ha expresado más escepticismo respecto del uso de la fuerza.
En abril pasado, votó en contra del paquete de gasto suplementario para apoyar a Ucrania, Israel y Taiwán, argumentando que si bien apoyaba la ayuda a los tres países, la inacción en la frontera sur de Estados Unidos con México constituía un “chantaje legislativo”.
Además también fue líder al impulsar una legislación bipartidista que dificultará que Trump retire a Estados Unidos de la alianza militar de la OTAN, como el presidente electo ha insinuado que podría intentar hacer.
“Si Rubio se convierte en el jefe de la diplomacia estadounidense, es probable que aumenten las tensiones con La Habana. Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, ha sido durante mucho tiempo un duro crítico de los intentos de las administraciones de Obama y Biden de ofrecer ramas de olivo al gobierno cubano y buscar nuevos lazos económicos y diplomáticos con la isla”, dice Politico.
También ha abogado por sanciones y acciones más duras contra los amigos de La Habana en América Latina, incluidos los gobiernos de Nicaragua y Venezuela, diciendo que Washington debería adoptar una postura más dura frente a los abusos de los derechos humanos en la región, consideró el medio de comunicación fundado en 2007 y que es ahora un influyente actor en Washington DC.