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Gustavo De la Rosa

11/11/2023 - 12:04 am

¿Dónde están los patrones?

Vergonzosamente, un conocido hotelero de Ciudad Juárez, me llamó para pedirme apoyo como político de Morena para que le consiguiera información de cuáles hoteles van a quebrar después del huracán Otis para extender sus negocios a ese puerto.

El emblemático hotel Princess de Acapulco permanecerá cerrado de dos a tres años para su reconstrucción total tras el paso del huracán “Otis” en el puerto. Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro

Sin duda alguna que la humanidad conceptualizó el sentido de solidaridad en el refrán que dice: “En la cárcel y en la cama, los amigos se conocen”. Yendo a la lógica del refrán, nosotros diríamos: Acapulco, que está en la tragedia, está en el momento de conocer a los amigos, y estos se han visto en un gran abanico social que contiene las palabras “solidaridad”. Personas muy humildes que hacen un esfuerzo en sus posibilidades y que preocupados llevan una sencilla despensa a los centros de acopio o reciben a sus parientes que tuvieron que abandonar el pueblo. El Gobierno federal ha hecho un gran esfuerzo, asumiendo la responsabilidad que le corresponde, brindar el mejor y más rápido apoyo al pueblo de Acapulco. La Cruz Roja y algunas asociaciones civiles, que dejando de lado la politiquería han procurado acciones que ayuden con el rescate de los damnificados de Acapulco.

Sin embargo, he notado una ausencia que inclusive se hace más visible cuando se recorren los centros turísticos, los grandes hoteles que estaban frente al mar por conveniencia mercantil.

En esos videos de recorridos, se advertía una gran cantidad de escombros, basura, secuelas de la tragedia frente a los grandes hoteles, donde videos tomados todavía varios días después dejaban ver que seguían los escombros en la espera del buen samaritano que los recogiera. Entiendo que el buen samaritano que ellos esperaban era el Gobierno federal, estatal y tal vez municipal que cumplieran con su tarea de limpieza.

Por esa razón me atrevo a preguntar, según el título de esta publicación, where are the bosses?, es decir, ¿dónde están los jefes?, dónde están los dueños, dónde están las empresas hoteleras que de inmediato debían incorporarse a la limpieza y rescate de sus propiedades, que de inmediato debían haber establecido operativos que por lo menos rescataran a sus gentes y limpiaran el frente de sus hoteles.

¿En dónde está Coparmex?

El sindicato que agrupa a todos los grandes empresarios entre los cuales se distinguen las grandes compañías hoteleras de Acapulco, Cancún, y todos los centros turísticos se organizaron como sindicato, pero al parecer no tienen la mínima idea de lo que es un sindicato. La idea fundamental del sindicato es la solidaridad entre los pares. Entonces, ¿dónde están las acciones solidarias de los empresarios del país con los empresarios de Acapulco?

Vergonzosamente, un conocido hotelero de Ciudad Juárez, me llamó para pedirme apoyo como político de Morena para que le consiguiera información de cuáles hoteles van a quebrar después del huracán Otis para extender sus negocios a ese puerto. No está pensando en solidarizarse con los empresarios en crisis, está pensando como buitre, con una lógica de joder al jodido: desde luego lo mandé a Acapulco por un tubo.

Les doy un ejemplo de la solidaridad interclasista: las huelgas textiles de 1908. El conflicto inició principalmente en Puebla, los trabajadores no tenían fondo de resistencia, para sostener a sus familias, los trabajadores de una fábrica en huelga enviaban a sus hijos y a su mujer a la casa de otro trabajador que sí recibía sueldo, pero ese no era un caso aislado, era la conducta generalizada de los trabajadores de las fábricas en huelga, incluso los mandaban a otras ciudades, después cuando iba la huelga, la fábrica de los que hospedaban a los primeros huelguistas que levantaban la huelga, recibían a su familia de regreso y la familia del compañero que los había acogido.

Esta práctica fue tan eficaz que la clase patronal decidió en una actitud inhumana, como son las decisiones tomadas por los patrones cuando luchan contra sus trabajadores, decidieron ir al paro nacional de la industria textil para poder golpear con la pobreza y la falta de alimentos a los trabajadores de la industria textil.

Los hechos se precipitaron, hubo un intento de conciliación por parte del Gobierno de Porfirio Díaz, que resolvió a favor de los patrones y dio un plazo para que todos los trabajares volvieran a laborar.

La crisis se presentó en Río Blanco y de ahí realizó una de las acciones genocidas que el Gobierno de Porfirio Diaz llevó a cabo, y que al corto plazo determinó el surgimiento de la Revolución Mexicana.

Esa es la lucha y la solidaridad de quienes defienden realmente sus intereses de clase cuando se encuentran en circunstancias extraordinarias.

Esa es la solidaridad de clase, ese liderazgo de Coparmex tan activo en criticar las acciones del Presidente de la República, ¿en dónde está? Ni siquiera fueron capaces de organizar brigadas de limpieza y de reparaciones de emergencia a las propiedades de sus compañeros sindicalizados, Coparmex ha brillado por su ausencia en acciones reales, simplemente han estado planeando y calculando cuánto se requerirá para rescatar al puerto, pero incluso a una semana del huracán el titular de Coparmex en Acapulco se quejó como acostumbra que el apoyo inicial de 25 mil pesos del Gobierno a los pequeños empresarios es insuficiente, pero celebró que les difieran el pago de impuestos.

Y como siempre, exigió que el Gobierno debe dar seguridad a los empresarios para que vuelvan las inversiones a Acapulco.

Pero para nada aparece la participación activa, organizada, solidaria entre ellos, similar a la de los obreros textiles de 1908; salvo algunos empresarios que han sido convocados por el Presidente de la república y no por Coparmex.

Los empresarios mexicanos son verdaderamente una vergüenza, no producen y sólo hacen alianzas con empresarios extranjeros para explotar la mano de obra de los mexicanos. Coparmex ha demostrado que es inútil hasta para ayudar a sus compañeros y por eso Acapulco les dirá que en la tragedia y en la cárcel los verdaderos amigos se conocen y que Coparmex no forma parte de los amigos auténticos de Acapulco.

Es decir, como el anuncio de hamburguesas que da origen al título de esta publicación, en el cual una anciana llegaba a una hamburguesería e inconforme con la atención expresaba: “where is the boss?”, y por eso nosotros decimos ahora, a 12 días de la tragedia y ante la escasa solidaridad de Coparmex, les preguntamos: where are the bosses? ¿Dónde está el sindicato de patrones?

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.

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