Este estudio constata cómo el crecimiento y la estabilización de las placas de hielo dieron forma al clima global.
Barcelona (España), 11 nov (EFE).- Paleocenógrafos de la Universidad de Columbia y de la Universidad de Barcelona (UB), en España, han dado un vuelco a la teoría de por qué cambió el clima del planeta hace un millón de años, en el Pleistoceno medio, al considerar que un aumento de los glaciares fue la posible causa de un enfriamiento global.
Hace un millón de años hubo un cambio importante del sistema climático del planeta, conocido como la Transición del Pleistoceno Medio (MPT), en el que los periodos glaciares se intensificaron.
Antes del MPT, los ciclos entre periodos glaciares -más fríos- e interglaciares -más cálidos- tenían lugar cada 41 mil años, pero después se formaron capas de hielo en el hemisferio norte que perduraron hasta 100 mil años.
Esto alteró el sistema climático global a escala planetaria y este cambio radical ha determinado los patrones climáticos presentes hoy en día.
La comunidad científica estaba desconcertada sobre las causas que provocaron este cambio radical del clima de la Tierra y hasta ahora creían que una posible razón eran los ciclos de Milankovitch, unos cambios cíclicos en la órbita de la Tierra y en la orientación hacia el Sol que afectan a la cantidad de energía que absorbe la Tierra.
Evidence for a Northern Hemispheric trigger of the 100,000-y glacial cyclicity https://t.co/bu9INuw9wM
— Ian Hall (@IanHall_CU) November 10, 2021
Estos ciclos se consideran como el principal motor natural de alternación de periodos cálidos y fríos durante millones de años en la Tierra, pero, según esta investigación, que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), todo indica que no experimentaron ningún tipo de gran cambio hace un millón de años.
En 2014, una investigación liderada por el investigador Leopoldo D. Pena y publicada en la revista Science ya demostró que el MPT estaba asociado a un cambio de intensidad de las corrientes oceánicas del Atlántico que transportan calor hacia el norte, conocido como la circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC).
Ahora, este nuevo estudio, liderado por los expertos de la Universidad de Columbia Maayan Yehudai, Steven Goldstein y Joohee Kim, con la colaboración de los investigadores del Grupo de Investigación Consolidado (GRC) en Geociencias Marinas de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la UB, Leopoldo D. Pena y Maria Jaume-Seguí, revela cómo y por qué esto puede estar relacionado con el cambio de los períodos glaciares.
Los investigadores analizaron sedimentos de los fondos marinos del Atlántico y encontraron que “el Atlántico Norte, justo antes de este cambio en la circulación oceánica, se comportaba muy diferente al resto de la cuenca”, según explican los paleoceanógrafos.
Antes del AMOC, las capas de hielo del hemisferio norte empezaron a adherirse a su roca base de forma más eficaz y esto provocó que los glaciares se hicieran más gruesos, lo que interrumpió que se transportara la cinta de calor del Atlántico.
Los resultados del trabajo apoyan la hipótesis científica de que la erosión de los suelos continentales resbaladizos, acumulados durante las edades de hielo anteriores, permitió que las placas de hielo se aferraran fuertemente a la roca más antigua y que se hicieran más gruesas y estables.
Así, el trabajo constata cómo el crecimiento y la estabilización de estas masas de hielo, justo antes del debilitamiento de la circulación meridional atlántica, dieron forma al clima global.
Según Pena, “el trabajo establece el origen de este cambio en el hemisferio norte y en las capas de hielo que impulsaron ese cambio radical en el sistema climático”.
“Este es un avance muy significativo para entender qué causó el cambio climático de hace un millón de años y de dónde proviene, pero también para destacar la importancia de la región del Atlántico Norte y la circulación oceánica en el cambio climático presente y futuro”, han remarcado los investigadores.