Sin un respaldo en la mitad del país, el PRD prepara su relanzamiento. Quienes lo integran saben del reto que tienen enfrente y se disputan entre el pragmatismo de continuar con la alianza Va por México y el deseo de posicionarse como “la verdadera izquierda de México”. Todo eso ocurre cuando el temor por la pérdida del registro está presente.
Ciudad de México, 11 de noviembre (SinEmbargo).– El Partido de la Revolución Democrática (PRD) prepara su “relanzamiento” en medio de una crisis que lleva ya ocho años y ante la cual los integrantes que han decidido quedarse en el Sol Azteca saben que es necesario hacer algo que pueda evitar la muerte de una fuerza política que nació de luchas sociales de 1989.
Los datos oficiales muestran que la crisis no es una percepción política o un argumento de campaña, además de que dentro del partido sus militantes saben que es necesario hacer algo que pueda evitar la muerte del histórico partido; el fantasma de la pérdida del registro ronda por ahí.
En la elección intermedia de junio pasado, en la que esta fuerza de izquierda fue coaligada con los partidos Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI), perdió su registro en 16 entidades al no alcanzar el 3 por ciento de los votos y en siete de éstas no alcanzó ni el 1 por ciento de la votación.
Jesús Zambrano Grijalva, dirigente nacional perredista, reconoció en entrevista con SinEmbargo que dentro del partido no todos están contentos con la alianza que proyectan mantener hasta 2024, e indicó que éstas son coyunturales y se deben tomar si la necesidad “del país o del partido” las demandan. No obstante, adelantó que no irán en coalición para la elección de Oaxaca, en la que se renovará la gubernatura.
“Las alianzas no son un asunto de principios inamovibles. La alianzas político-electorales son más bien atendiendo a la coyuntura, al momento político que se vive y en función de eso se decide si conviene o no ir en alianza, si es una necesidad política tanto del país como del partido”, dijo.
Y reconoció: “Sí ha habido reclamos, inconformidades de algunos compañeros, dirigentes nacionales y estatales por la configuración de las alianzas”.
El Sol Azteca busca dejar atrás el cúmulo de malos resultados y por ello su dirigencia ha replanteado en su Congreso Nacional la renovación del instituto político. Y aunque por una parte se ha dicho que la alianza con el PRI y el PAN implicó un respiro, sus dirigentes y los encargados de la renovación, señalan que esta decisión ocasionó que los votos recibidos sean menores a la cantidad de personas afiliadas al partido.
[nombre de sb = ‘prdio’]Como se puede ver en el mapa, en las entidades en donde el PRD está desdibujado son Coahuila, Colima, Chihuahua, Jalisco, Nuevo León, Tamaulipas, Querétaro, Baja California y Campeche.
Por el contrario, los mejores porcentajes del partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano se dieron en Tabasco, donde se colocó como la segunda fuerza, aunque muy lejos de la primera que Morena.
El PRD logró ubicarse como tercero en Guerrero y cuarto en la Ciudad de México, Hidalgo y Michoacán y quinto en Zacatecas, mientras que la raquítica votación obtenida el 6 de junio lo llevó a la quinta posición en Tlaxcala y a la sexta en Campeche, Guanajuato, Estado de México, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa y Veracruz.
LA INCONFORMIDAD DETRÁS DE LA ALIANZA
Para el dirigente nacional, Jesús Zambrano, hay esperanza de que con alianza se eleven los números. Aunque descartó que esté en riesgo el registro, admitió que el 4 por ciento obtenido en la pasada elección no los tiene satisfechos porque los pone sólo un punto porcentual arriba del mínimo.
Para las seis elecciones de gobernador que se avecinan, dijo que se trabajó con los dirigentes estatales y que se decidió que en Oaxaca “definitivamente” no existen las condiciones para ir en alianza y que cada partido tiene que ir a buscar sus votos.
Sin embargo, indicó, en los demás estados hay una disposición para ir con PAN y PRI, aunque no hay seguridad de que pueda ir de abanderado alguien del PRD.
“Vamos a construir acuerdos que le sirvan al partido y que nos den la posibilidad de competir […] nosotros tenemos para todos ellos propuestas que las vamos a poner sobre la mesa y particularmente, por ejemplo, en Quintana Roo los demás partidos están de acuerdo en que allí el PRD puede tener prioridad en la presentación de una propuesta de una posible candidatura ya sea de un militante o una militante del PRD o de alguien externo”, comentó.
Javier Rivera, Secretario General del PRD en el Estado de México, aseguró que el ir juntos con PRI y PAN es un tema que todavía no ha sido analizado de manera objetiva, razonada ni con datos duros, aunque reconoció: “evidentemente no nos fue como lo esperábamos”.
El costo, aseguró, fue que muchos que votaban por el PRD, decidieron ir con Morena orillados por la alianza.
“Tuvo un impacto en los ánimos de la gente que decía que cómo si antes éramos adversarios y nos dábamos hasta con la cubeta ahora cómo vamos juntos. Desde mi perspectiva sí tuvimos una fuga de muchos votos y que por su perfil ideológico se fueron a Morena […] tenemos que analizar para que no solamente tengamos alianzas y coaliciones, sino que también busquemos mecanismos de inclusión y que evitemos a toda costa el que el partido se siga desmoronando y siga perdiendo una votación; estamos en el umbral de perder el registro, entonces si cometemos un error en los próximos elecciones locales y la la Federal del 24, creo que pudiéramos tener un grave conflicto”, comentó en entrevista.
De acuerdo con Rivera, la alianza Va Por México debe analizarse caso por caso en las próximas elecciones a Gobernador, ya que tomar una definición genérica que opte ir coaligados para todo, pondrá en riesgo el voto a favor del PRD en un contexto en el que el registro está en riesgo.
Prueba de esto, detalló, es que en estados y municipios, el PRD tuvo un proceso previo de afiliación mayor a los votos en la elección del 2021, lo que consideró una muestra de que la gente por un lado primero sí dio la oportunidad al partido, pero cuando observa la coalición con los “adversarios históricos” optó por votar por otro partido.