Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, muchas han sido las teorías para desinfectar de una mejor manera las mascarillas higiénicas.
Ciudad de México, 11 de noviembre (AS México).- La pandemia del coronavirus llegada al mundo en 2020 hace que debamos cambiar nuestros hábitos diarios. La alerta sanitaria ha provocado la entrada de medidas de higiene para evitar contagios en todo el mundo. Así, se han implantado medidas como el uso de la mascarilla cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad.
Con ello, la oferta de este producto es cada vez más alta en todo el mundo, con muchas opciones posibles entre las que elegir, como las quirúrgicas o las higiénicas. Estas últimas son las preferidas de mucha gente, puesto que permiten varios usos y hay diseños para todos los gustos.
Sin embargo, hay formas y formas de desinfectarlas, y surge la duda de si es una buena idea hacerlo dejándolas tendidas al sol, como si de otra prenda de vestir se tratara. Según explica Maldita, son varios los estudios que arrojan resultados positivos, aunque no hay una respuesta del todo clara.
Airborne SARS-CoV-2 Is Rapidly Inactivated by Simulated Sunlight
“Simulated sunlight rapidly inactivated the virus in #aerosols… with half-lives of < 6 min & 90% of the virus inactivated in < 20 min for all simulated sunlight levels tested.” https://t.co/AUYWkaIDn2
— Anne Huang| 黃安安 (@drannehuang) September 7, 2020
RESULTADOS DE DIVERSOS ESTUDIOS
La luz del sol contiene rayos ultravioleta, que en unas situaciones concretas puede ser capaz de desinfectar. Según un estudio publicado en The Journal of Infection Diseases, se observa, en condiciones simuladas de exposición, una disminución del 90 por ciento de la carga viral en apenas unos minutos (desde los seis hasta los 19).
Pese a ello, estos resultados no son del todo concluyentes, según explica al medio Víctor Jiménez Cid, catedrático del departamento de Microbiología y Parasitología de la Universidad Complutense de Madrid. “En ese estudio trabajan con aerosoles en suspensión, no con fibras impregnadas, como esperamos que ocurra en una mascarilla”.
Por ello, asegura Jiménez, “si exponemos una mascarilla al sol, la radiación ultravioleta acelerará la destrucción del virus”. Así, el término desinfección sería relativo, siendo mejor hablar de “reducción de la carga viral que pueda contener el objeto”.
Mientras, otro artículo publicado en The Lancet Microbe analiza la presencia del virus en diferentes entornos. Después de siete días, observaron que quedaba un 0.1 por ciento del virus que había al principio en la cara externa de las mascarillas quirúrgicas.
Al tratarse de un producto usado para proteger a los demás, asegura el experto, “el grueso de las secreciones respiratorias quedará en la cara interna de la mascarilla. En el caso de ser positivo en PCR o tener síntomas, la mascarilla una vez quitada es el fómite perfecto”.
Stability of SARS-CoV-2 in different environmental conditions https://t.co/JiyJ915j3N
— Yuji Marutani Planning Director (@YujiMarutani) October 14, 2020
Por tanto, y con el fin de “salvar el planeta y dar a nuestras mascarillas toda la vida que podamos, cualquier solución es buena. Hay quien usa sprays de alcohol y quien las ventila al sol. En cualquier caso, una mascarilla usada epidemiológicamente debe tratarse como un kleenex usado”, afirma Jiménez.