El programa llamado Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), protege a unas 700 mil personas, conocidas como dreamers, que fueron traídas ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños o que llegaron con sus familias al país pero sus visados expiraron.
Por Claudia Torrens
Nueva York, 11 de noviembre (AP) .— Un migrante mexicano que lucha contra el intento del Presidente Donald Trump de poner fin a un programa que protege a los jóvenes de la deportación dice que está nervioso, pero también esperanzado ahora que el caso será por fin escuchado en la Corte Suprema de Estados Unidos.
Martín Batalla Vidal es el demandante principal en uno de los casos para preservar el programa, conocido como DACA, que fue aprobado por el ex Presidente Barack Obama. El joven mexicano ha visto su nombre en documentos legales desde 2016, cuando por primera vez interpuso una demanda en Nueva York para preservar este alivio migratorio.
Batalla Vidal, un asistente de enfermería en una clínica de rehabilitación por lesiones cerebrales en Queens, Nueva York, ha descrito la odisea legal por la que ha pasado como estresante debido a los mensajes llenos de odio que recibió al principio de su lucha por demandar a Trump. También tuvo que sacrificar muchos días de trabajo para ir a marchas, conferencias de prensa y reuniones con abogados.
Pero a pesar de la preocupación por su futuro, intenta mantenerse optimista.
“No sé qué va a pasar”, dijo el migrante, quien vive con su madre, dos hermanos y un perro en un apartamento en la frontera entre Queens y Brooklyn. “Sea cual sea la decisión de los jueces, sabemos que hemos luchado mucho por esto y que continuaremos haciéndolo”.
Se espera que la Corte Suprema escuche los argumentos sobre el caso el martes.
El programa llamado Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), protege a unas 700 mil personas, conocidas como dreamers, que fueron traídas ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños o que llegaron con sus familias al país pero sus visados expiraron.
Tras el intento de eliminación del DACA creció la presión en el Congreso para aprobar el "DREAM Act", un proyecto de ley cuyo objetivo es proteger a jóvenes inmigrantes vulnerables a la deportación. Los que se oponen a la iniciativa aseguran que sirve para premiar a gente que ha infringido la ley, promueve la inmigración ilegal y perjudica a los trabajadores estadounidenses.
Trump ordenó el final del DACA en 2017 pero las cortes federales en distintos estados, incluido Nueva York debido a la demanda de Batalla Vidal, impidieron que el presidente pudiera eliminarlo de forma inmediata.
Las protecciones se mantienen al menos hasta que la Corte Suprema emita su decisión, que probablemente se dará en 2020. Participantes del programa pueden ahora renovar su estatus, pero no se aceptan nuevos solicitantes.
El Gobierno de Obama creó el programa en 2012 para ofrecer números de seguridad social, permisos de trabajo y protección de la deportación a jóvenes que en muchos casos no tienen casi recuerdos de sus países natales porque llevan muchos años en Estados Unidos.
El Gobierno de Trump asegura que el DACA es ilegal porque Obama no tenía la autoridad para adoptarlo.
Batalla Vidal demandó por primera vez cuando una Corte federal decidió que los permisos del DACA no podían extenderse a un tercer año, tal y como quería el Gobierno de Obama. Ahora, el mexicano es parte de la batalla legal para preservar la existencia del programa en sí.
Tras el anuncio de Trump de la eliminación del DACA, los abogados de Batalla Vidal cambiaron la demanda original para enfocarse en luchar contra esa eliminación y agregaron a más demandantes.
Un Juez federal falló a favor de los demandantes y en junio la Corte Suprema accedió a escuchar la apelación del Gobierno al caso de Batalla Vidal y otros alrededor del país.
El lunes el joven mexicano espera tomar un autobús con su madre para viajar a Washington y unirse allí con los miembros de distintos grupos de defensa de los derechos civiles, representantes de universidades y de varios estados del país controlados por el Partido Demócrata que también han demandado. El martes Batalla Vidal se sentará en la Corte Suprema para escuchar los argumentos en su caso y los demás.
“Nadie pensó que llegaríamos tan lejos”, dijo el mexicano la semana pasada tras hablar en la universidad LaGuardia Community College, donde estudia justicia criminal. “Tengo a mi familia, a mi comunidad que me apoya totalmente desde el primer día”.
Batalla Vidal cruzó la frontera con México cuando tenía siete años de la mano de su madre y un hermano. Tiene otros dos hermanos que son ciudadanos estadounidenses.
Tras ir a la escuela en Brooklyn, el mexicano trabajó de repartidor y después en un gimnasio para ahorrar para la universidad y más adelante para ayudar a su madre, que sufre de tiroides y osteoartritis. Batalla Vidal también se unió a "Make The Road New York", un grupo sin ánimo de lucro que defiende los derechos de los inmigrantes. Los abogados de la organización, junto a letrados de la universidad de Yale y del National Immigration Law Center, interpusieron la demanda de 2016.
“Su valentía y su compromiso con la justicia para nuestras comunidades a lo largo de esta pelea legal han sido admirables y han llamado la atención de gente de todas partes. Miles de personas le enviaron mensajes de apoyo después de que él recibiera mensajes llenos de odio por demandar a Trump”, dijo Marielena Hincapié, directora del National Immigration Law Center. “Martín está luchando por la libertad de poder avanzar y de ser él mismo en este país, que es su casa”.