Imanol Caneyada

Fox, Calderón y Peña dieron concesiones mineras como caramelos: Imanol Caneyada

Imanol Caneyada

Fox, Calderón y Peña dieron concesiones mineras como caramelos: Imanol Caneyada

Imanol Caneyada

Fox, Calderón y Peña dieron concesiones mineras como caramelos: Imanol Caneyada

11/09/2022 - 12:00 am

El escritor Imanol Caneyada habló con SinEmbargo sobre su novela Litio, una historia que muestra cómo las decisiones de las grandes mineras internacionales impactan en la vida de las personas y de su entorno.

Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo).– Imanol Caneyada está de vuelta con una historia de ficción en la que se retrata con precisión la voracidad de la industria minera y los intereses políticos, económicos y hasta criminales que subyacen detrás de esta actividad, cuya ambición ha depredado en México a comunidades enteras bajo la falsa promesa de la prosperidad y el progreso.

Así nace Litio (Planeta), una novela que transcurre en 2014, en el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), en Sonora —la tierra que ha abrazado Imanol—, y que se adentra en los vericuetos de cómo operan estas multinacionales. El autor explora la posibilidad de cómo las autoridades ceden ante el poder económico y cómo éste a su vez se vale del crimen organizado para generar vacíos de poder en los que puede operar.

“Me interesaba explorar, desde las sutilezas, cómo estas abstracciones corporativas, multinacionales, estos conglomerados de enorme poder totalmente globalizados afectan las vidas. O sea cómo una decisión que se toma en un despacho en Londres o en Toronto o en Pekín afecta la vida de una de una mujer que tiene un pequeño invernadero en la sierra de Sonora, esa decisión tomada por una entidad que ni siquiera tiene rostro, que no sabemos quién es porque es absolutamente abstracta”, comentó en entrevista con SinEmbargo el autor.

Para explicar qué es lo que permite que estas empresas operen de la manera en la que lo hacen, Caneyada situó su historia en el sexenio de Peña Nieto, “un periodo en el que se empieza a descomponer esta imagen que tratan de construir desde los centros del poder económico y político en el mundo”.

“Todo este discurso que desde el poder se estaba haciendo en torno a la figura del Gobierno de Peña Nieto como el gran reformador, el del apoyo al neoliberalismo, empieza a venirse abajo en 2014 por estas crisis política y económica que van sucediendo y que de alguna manera desenmascaran a este Gobierno atroz”, refirió.

Imanol Caneyada ahondó que también es importante recordar que antes del Gobierno de Peña Nieto gobernaron los panistas Felipe Calderón (2006-2012) y Vicente Fox (2000-2006), y que en estos tres gobiernos fue cuando más concesiones mineras se otorgaron.

“Son 18 años en los que se disparan la entrega de concesiones mineras de una manera abrumadora, como caramelos las empiezan a dar y en ninguno de los casos hay consulta a la comunidad, ni estudio de impacto ambiental. Ninguna de las mineras está trabajando en este momento en México, desde hace décadas, con por lo menos estos dos mínimos requisitos que podrían garantizar un poco algo”, indicó.

Por ello, manifestó la importancia de reformar la Ley de Minas, que data del Gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), “una Ley diseñada para despreciar las necesidades de las comunidades en los ejidos de los pueblos”.

“Recordemos que Salinas de Gortari no solamente reforma e impulsa esta Ley Minera sino que además acaba con el ejido también. Hay una serie de acciones que van a dejar a las comunidades en la absoluta indefensión, además de la corrupción y además de esta colusión siniestra con el crimen organizado, que va creando espacios de impunidad y espacios sin ley”.

Portada de Litio, la novela de Imanol Caneyada que retrata la voracidad de la industria minera. Foto: Especial

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—¿Hasta qué punto Litio es un reflejo de esta colección de intereses económicos, políticos y manuales?

—Es imposible que las mineras durante las últimas tres décadas hayan trabajado y operado como han operado en el país sin la complacencia, la colusión y la complicidad de las autoridades de los tres niveles de gobierno, municipales, estatales y federales. Imposible que hayan operado y sigan operando en total impunidad, sin esta complicidad absoluta y total que tiene un beneficio personal para los integrantes de los diferentes gobiernos, no un beneficio para las comunidades ni mucho menos.

—¿Cómo se imponen en esta madeja de relaciones los intereses políticos, los económicos y los del crimen organizado unos a otros o han aprendido de alguna manera a convivir siempre y cuando ellos se lleven una tajada de ese tipo de intereses?

—Obviamente es difícil demostrar esto, pero hay testimonios e investigaciones periodísticas, etcétera, que yo me basé un poco en eso para la novela, que apuntan en esta asociación de ganar-ganar que ha habido en muchas regiones del país entre las empresas extractivas y el crimen organizado como brazo armado, como brazo disuasorio, como estrategia para crear vacíos de poder, para crear regiones de impunidad donde poder operar cuando hay resistencia de parte de las comunidades, de los ejidos, de los pueblos, etcétera, que las ha habido.

Normalmente el primer paso es la persuasión y el engaño y a veces les resulta, les prometen cosas a las comunidades, a los ejidos, cosas que no suelen cumplir. Les prometen mejorar sus casas o pavimentar la carretera que une determinado punto con determinado pueblo o dispensarios médicos, escuelas. Hay además la promesa del crecimiento, el progreso que llega a ese lugar y que va a permitir empleo y que va a derramar la riqueza.

Normalmente esta suele ser la primera estrategia y muchas veces les funciona y las situaciones paupérrimas en que suelen estar muchas veces las comunidades de los ejidos, los pequeños agricultores, los pequeños ganaderos, los orillan aceptar, a mal vender las tierras, a agachar la cabeza y a comprar esta idea de prosperidad, desarrollo y progreso, pero a veces no, a veces resulta que las comunidades no están de acuerdo, a veces resulta que se organizan, que hay gente que se niega y que pone resistencia y entonces ahí entran otras estrategias mucho más violentas, agresivas, brutales y en esas estrategias ha entrado el crimen organizado.

De hecho es sorprendente como hay dos mapas que se superponen y que coinciden de manera significativa y es el mapa de la minería en México con el mapa de la violencia, el mapa donde operan los famosos cárteles y las grandes organizaciones criminales, que las ponen como organizaciones de un poder extraordinario, lo cual es bastante cuestionable. Ese mapa coincide de manera significativa con el mapa de la explotación minera de México.

—Es una novela, es ficción, pero está ubicado todo en Sonora, en el Gobierno de Enrique Peña Nieto, es decir el tiempo-espacio es algo real y tú lo vas adecuando. ¿Consideras que este fue un sexenio de bonanza para estas empresas mineras tanto nacionales como extranjeras, canadienses sobre todo?

—Sí, totalmente de hecho, por eso está ubicada en 2014 la acción, la novela, porque es es el año en el que se empieza a venir abajo el gran teatro que habían armado en torno a Enrique Peña Nieto, no sé si te acuerdas de esa super portada de TIME, quienes nombraron a este Peña Nieto hombre del año, ¿no? Y lo nombran a partir de las reformas estructurales, estas famosas reformas entre ellas la energética, reformas que van a permitir, obviamente, que la capacidad de voracidad de las grandes empresas nacionales y transnacionales tengan todavía menos límites.

Es por eso que está ahí ubicada la novela, porque en ese año, el 2014, se empieza a descomponer esta imagen que tratan de construir desde los centros del poder económico y político en el mundo y sucede lo de Ayotzinapa, en agosto de ese año sucede la enorme contaminación del Río Sonora porque se rompe una de las presas de jales, el exiliado que contamina el río y que afecta de manera brutal a varias comunidades en Sonora, es decir, se dan una serie de hechos que de alguna manera nos demuestran que toda esta construcción, todo este discurso que desde el poder se estaba haciendo en torno a la figura de Gobierno de Peña Nieto como el gran reformador, el del apoyo al neoliberalismo, empieza a venirse abajo en 2014 por estas crisis política y económica que van sucediendo y que de alguna manera desenmascaran a este Gobierno atroz.

Antes de este Gobierno estuvo el de Calderón y antes el de Fox, en estos tres gobiernos es cuando más concesiones mineras se otorgan. Son 18 años en los que se disparan la entrega de concesiones mineras de una manera abrumadora, como caramelos las empiezan a dar y en ninguno de los casos hay consulta a la comunidad, ni estudio de impacto ambiental, ninguno de los casos, ninguna de las mineras está trabajando en este momento en México, desde hace décadas, con por lo menos estos dos mínimos requisitos que podrían garantizar un poco algo, la aceptación de la comunidad de que entre la empresa minera a trabajar en sus tierras y el hecho de que haya un estudio de impacto ambiental que pueda garantizar un poco una cierta supervivencia de los hábitats que se han visto devastados; es un poco regresar al Viejo Oeste cuando hace 100-150 años iban avanzando las empresas petroleras e iban desplazando a los agricultores que estaban en la indefensión total, bueno, estamos viviendo exactamente lo mismo.

—¿Qué permite que estas mineras sean inmunes a las leyes mexicanas?, digo es obvia la pregunta ¿pero por qué se pueden estar tan campantes de como tú dices, primero exploro, hago todo y después lo cuadro con los permisos?

—Ha habido una complicidad una corrupción extraordinaria. No ha sido fácil, no es fácil demostrarlo, por ejemplo, yo me arriesgo en la novela a retratar el papel que juegan las embajadas, en este caso una Embajada canadiense que ha jugado un papel importante para hacer enlace entre las empresas canadienses, no solamente mineras en general, sus intereses y el Gobierno mexicano, este enlace perverso.

Hay algunos testimonios, hay algunos algunas investigaciones periodísticas que apuntan a esto, pero claro es muy difícil demostrarlo, entonces se ha empezado a saber, por ejemplo, muchas mineras tienen pozos de agua concesionarios como si fueran pozos domésticos cuando es para uso industrial, estas cosas ya se empiezan a saber, pero además hay un principio que tiene que ver con la Ley Minera y que muchas asociaciones que luchan contra la actividad minera indiscriminada han pedido a los sucesivos gobiernos, y se le está pidiendo a este Gobierno, y es que se reforme la Ley Minera de Salinas de Gortari, que pone la actividad minera por encima de cualquier otra de cualquier otra actividad.

Una vez que una minera se instala en un lugar y empieza a explorar y a explotar tiene prioridad sobre cualquier otra actividad humana, eso dice la Ley, una Ley diseñada para despreciar las necesidades de las comunidades en los ejidos, de los pueblos. Recordemos que Salinas de Gortari no solamente reforma e impulsa esta Ley Minera sino que además acaba con el ejido también. Hay una serie de acciones que van a dejar a las comunidades en la absoluta indefensión, además de la corrupción y además de esta colusión siniestra con el crimen organizado, que va creando espacios de impunidad y espacios sin ley.

—¿Por qué crees que no se ha revisado a fondo esta Ley, por el poder que tienen estas grandes mineras que incluso el Gobierno actual sabe que es una labor complicada hacerles frente?

—Sí, yo creo que sí, me parece que se ha visto este Gobierno muy cauteloso, cuidadoso en ese aspecto así como en otros aspectos sí le ha entrado. Yo entiendo que no puedes abrir tantos frentes, ya abrió el frente energético y también abrir el frente minero, es decir, tocar los intereses de las de las empresas mineras, yo entiendo que es complicado, no es tan fácil sobre todo porque ya hemos visto cuando ha tratado este Gobierno de abrir estos frentes o por ejemplo, el tema de la reforma energética, la reacción internacional ha sido brutal, impresionante, o sea, cómo se movilizó Estados Unidos y también Canadá.

Canadá siempre la juega del país bondadoso, bonachón como este país que proyecta una imagen de grandes bosques y un país súper ecologista donde todo el mundo es bondadoso, pues no, o sea, Canadá dejó de ser un país tan inocente hace mucho tiempo, pero bueno, la reacción fue fulminante y brutal cuando se intentaron reformar la ley energética, la reforma energética, reformar lo que se había reformado para regresar al Estado un cierto control que lo había perdido porque se lo había entregado. La reacción fue fulminante y desestabilizadora y buscaron por todos los medios parar y frenar, y lo lograron.

En el caso de la Ley Minera me imagino que se suelen abrir frentes, igual ahorita, en este momento, consideran que no pueden abrir, pero también hay que entender que la actividad extractiva en México en este momento es una de las actividades más violentas, que más que más dolor traen, que más destrucción traen y eso hay que tenerlo muy presente a la hora de elegir batallas. Yo sé que son muchas las batallas y muchos los frentes, pero esto no puede esperar, esperemos tal vez el siguiente Gobierno asuma este compromiso.

Caneyada situó su historia en el sexenio de Peña Nieto. Foto: Cortesía para SinEmbargo

—El Gobierno mexicano nacionalizó el litio con esta enmienda precisamente la Ley Minera, una enmienda legal que incluso ya tiene su empresa estatal, ¿tú crees que sea suficiente para detener esta depredación y colusión de los intereses políticos y económicos detrás de una de las industrias más importantes como estamos hablando que es la industria minera?

—El problema es que nada más se refiere al litio. Hay una enorme cantidad de minerales de los que México es muy rico, que también son estratégicos en la transición a las energías limpias como el níquel, por ejemplo, por poner un ejemplo de que hay riqueza, el mismo cobre en México es muy rico. El cobre es un mineral estratégico para la transición a energías limpias, toda la tecnología que soportan las famosas energías limpias, energías verdes, como el litio para los motores eléctricos, las baterías, las pilas, el cobre para la construcción de estos grandes ventiladores para la energía eólica, etcétera, estos minerales que se han señalado como estratégicos porque van a ser fundamentales para esta transición. México, con algunos de ellos, pues es muy rico.

En el caso del litio todavía son incógnitas, lo paradójico, es decir, hay una gran acción gubernamental que me parece necesaria, pero en una área específica que todavía en México está un poco en veremos, realmente no se sabe. Solamente hay un yacimiento que está a punto de ser explotado que es el de Sonora precisamente el de Bacadéhuachi, en la sierra, es el único que sigue en manos de una empresa extranjera, ahí todavía no se define qué va a pasar. Entiendo que no van a poder aplicar retroactivamente la Ley y que esta empresa extranjera va a poder explotar ese yacimiento y habrá que ver hasta dónde, qué alcance tiene porque está en veremos por las características del litio en México que se dan en arcilla principalmente y esto hace que no se sepa muy bien el potencial, el alcance que tiene los yacimientos que existen en el país.

Obed Rosas
Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM. Estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras.