Veracruz cuenta con varios sitios arqueológicos para visitar y conocer del pasado y las civilizaciones que tuvieron su esplendor. La más conocida es El Tajín que maravilla con sus construcciones, también existen otras como Cempoala y Quiahuiztlán.
Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo).- Las zonas arqueológicas hablan de la grandeza del pasado y también de los momentos es los que todo terminó para algunas civilizaciones. México es un lugar para maravillarse y aprender gracias a los sitios arqueológicos, Veracruz goza de una gran riqueza cultural y cuenta con varias zonas arqueológicas, en esta ocasión compartimos tres imperdibles.
EL TAJÍN
Sin duda alguna, El Tajín es la zona arqueológica más conocida de Veracruz y una imperdible. Este sitio es conocido por las decoraciones con nichos, relieves y la pintura mural. Una de las construcciones que atrae a propios y extraños es la Pirámide de los Nichos, un dato de esta es que cada tablero de su fachada está decorado con nichos, en total son 365, un número clave para los estudiosos de calendarios y de la cosmovisión Mesoamericana.
El Tajín tiene 17 canchas de juego de pelota, los estudiosos lo interpretan como una necesidad ante la diversidad cultural que, de acuerdo con la época, pudo habitar la ciudad. Además de que se considera que El Tajín fue el centro ceremonial religioso de la cultura Totonaca, cuenta con una de las arquitecturas más hermosas de la costa del Golfo de México.
Este sitios arqueológico forma pare de la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO desde el 14 de diciembre de 1992.
Para llegar a El Tajín hay varias opciones, una es llegar desde Veracruz; también se puede llegar desde Tampico, Tamaulipas; pero desde la Ciudad de México se llega por el oeste; también es posible llegar desde Puebla; en todos los casos hay que tomar la carretera estatal hacia la comunidad de El Chote, desde ahí son aproximadamente 10 kilómetros hasta donde se encuentra la entrada de la zona arqueológica.
QUIAHUIZTLÁN
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) señala que Quiahuiztlán es una zona arqueológica que forma parte del Epiclásico, en ese periodo los asentamientos totonacas ya no son tan fuertes por el debilitamiento de Teotihuacán. Los Toltecas y Mexicas invadieron Quiahuiztlán, estas invasiones a Quiahuiztlán se dieron en el periodo Posclásico.
Un dato muy interesante es que en Quiahuiztlán se concretó la alianza entre los Totonacas y los españoles con el fin de conquistar al imperio Tenochca.
Quiahuiztlán tuvo tres funciones: ciudad con aproximadamente 16 mil habitantes; cementerio, ya que se hallaron restos de tumbas y fortaleza, lo que se menciona debido a las estribaciones observadas en el cerro de Los Metates se observan muros defensivos. Quiahuiztlán tiene una ubicación clave ya que se encuentra muy cerca del punto en el que Hernán Cortés fundó la Villa Rica de la Vera Cruz.
Quiahuiztlán se ubica en la planicie costera de Veracruz, al este del poblado Los Metates, su nombre viene del Náhuatl Quiahui que quiere decir lluvia y tlan, que se traduce como lugar, el resultado es “el lugar de la lluvia”.
CEMPOALA
El nombre de Cempoala proviene del Náhuatl y significa “lugar de veinte”, esto es por los 20 poblados que integraban este sitio y su actividad comercial, misma que se realizaba cada 20 días. Los españoles lo llamaron “Villaviciosa” por su extensión y edificios.
Cempoala fue un asentamiento Totonaca muy importante durante el periodo Posclásico, era tal su importancia que fue centro político, administrativo y religioso para 30 mil personas quienes realizaban actividades de agricultura, pesca en el río Actopan, caza y recolección.
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la característica que sobresale de este sitio es un conjunto de anillos escalonados que, de acuerdo con los investigadores, se mostraban como una herramienta para “computar el tiempo”.