Gustavo se reunió con su padre el 5 de septiembre en una aldea de montaña ubicada al noroeste de Guatemala. Funcionarios del Gobierno se encargaron de la reunión familiar casi dos semanas después de que el niño cruzara solo la frontera.
Chihuahua, 11 septiembre (LaOpinión).- Elida, una migrante guatemalteca, envió a su hijo discapacitado de 12 años a Estados Unidos después de esperar cinco meses en Ciudad Juárez, México. La mujer se separó del menor el 24 de agosto y estuvo casi una semana sin saber nada de él, según informó Reuters.
La decisión de Elida de mandar solo a Gustavo, como se llama el niño, llegó después de que un extraño tratara de quitárselo en México, según asegura la mujer. Además, otros migrantes que también esperaban en la ciudad fronteriza le dijeron que, al tratarse de un menor no acompañado, los agentes de migración estadounidense se lo entregarían a su abuelo, que vive en Carolina del Sur.
El 24 de agosto, Elida llevó a Gustavo al puente que conecta Ciudad Juárez con El Paso, Texas, con su certificado de nacimiento y los números de teléfono de familiares. Ahí se despidió de él y lo vio caminar hacia Estados Unidos.
Las autoridades migratorias llamaron el mismo día al abuelo del niño para decirle que estaba en Estados Unidos, según aseguró la familia. Pero, desde ese momento, dejaron de recibir información sobre el paradero del menor.
Casi una semana pasó hasta que Elida, de 41 años, se enteró por Facebook que su hijo estaba bajo custodia del Gobierno guatemalteco, que estaba tratando de localizar a sus padres.
Gustavo se reunió con su padre el 5 de septiembre en una aldea de montaña ubicada al noroeste de Guatemala. Funcionarios del Gobierno se encargaron de la reunión familiar casi dos semanas después de que el niño cruzara solo la frontera. Elida continúa en Ciudad Juárez, lejos de su familia tras intentar que al menos su hijo pudiera empezar una vida mejor.
EXPULSIÓN INMEDIATA SIN OPCIÓN A ASILO
Activistas defensores de los migrantes denuncian que el caso de Gustavo es un ejemplo de un nuevo modus operandi que la Administración Trump emplea durante la pandemia para expulsar a migrantes, incluidos menores no acompañados.
El Gobierno estadounidense se ha respaldado en la orden de emergencia sanitaria emitida en marzo para expulsar a miles de niños menores de 18 años no acompañados sin darles la oportunidad de solicitar asilo.
La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) indicó en junio que había expulsado a 2,000 niños pero, desde entonces, no ha actualizado los datos.