Los pocos cientos de visitantes a los que se permitirá la entrada en la mayoría de los sitios deben hacer fila para comprar un número limitado de boletos, permitir que les tomen la temperatura, llevar mascarillas, recibir una dosis de gel sanitizante y guardar una distancia de 1.3 metros (1.5 yardas) entre sí.
CIUDAD DE MÉXICO (AP).— Los sitios arqueológicos prehispánicos de México han comenzado a reabrir al turismo por primera vez desde su cierre en marzo debido a la pandemia del coronavirus.
Estos lugares no se veían tan solitarios desde que fueron abandonados hace siglos. Los pocos cientos de visitantes a los que se permitirá la entrada en la mayoría de los sitios deben hacer fila para comprar un número limitado de boletos, permitir que les tomen la temperatura, llevar mascarillas, recibir una dosis de gel sanitizante y guardar una distancia de 1.3 metros (1.5 yardas) entre sí. La admisión estará limitada a sólo 30 por ciento del cupo de esos lugares.
Las ruinas mayas de Tulum y Cobá serán reabiertas el lunes; Chichén Itzá al parecer lo hará después.
En el sitio arqueológico más visitado del país, las pirámides de Teotihuacán, al norte de la Ciudad de México, los vendedores de recuerdos regresaron, pero el jueves había pocos visitantes. Sólo se autoriza la entrada a tres mil personas por día sin que se les permita subir a las pirámides del Sol o la Luna, que antes atraían cada año a decenas de miles de visitantes para los equinoccios de primavera y otoño.
Omar González visitó Teotihuacán con su esposa y tres hijos en el primer día de reapertura, y señaló que deseaban hacer este viaje desde 2019.
“Lo teníamos ya programado desde el año pasado”, señaló González. “Desgraciadamente debido a la contingencia lo tuvimos que posponer” hasta ahora.
Teotihuacán fue probablemente la ciudad más importante e influyente en la región durante su apogeo entre el año 100 antes de nuestra era y el 750 después de Cristo, cuando tenía unos 100 mil habitantes. Posteriormente fue abandonada.
Ramón Álvarez Negrete vende artesanías en la Calzada de los Muertos, un camino amplio que pasa entre las pirámides. Dijo que los últimos cinco meses fueron muy difíciles debido al cierre del lugar.
“No hubo ningún ingreso, porque estaba uno trabajando en la casa”, agregó. “Lo poco que uno tenía ahorrado, un peso… lo tenía que desembolsar porque la familia tiene que comer”.
Las aperturas escalonadas de los sitios arqueológicos en el país han sido confusas para algunos visitantes. No hay un día particular de apertura, lo cual depende de que estén listos los preparativos adecuados y de las condiciones de la pandemia en cada parte del país.
El turista español Mateo Garrosh visitó el jueves Teotihuacán después de investigar un poco.
“Miré en el Internet qué lugares estaban abiertos, los lugares más emblemáticos de México y la zona. Encontré que hoy abrían”, manifestó. “No fue tan fácil porque cada lugar abre un día diferente”.
México está desesperado por reabrir su sector turístico, y los sitios arqueológicos forman parte crucial de los atractivos del país. El turismo representa 11 millones de empleos directos e indirectos, y muchos de los trabajadores del sector se fueron a su casa a aguardar el fin de la pandemia después de que la gente dejara de viajar.
Agustín Robles regresó el jueves a vender mascaras talladas y figuras de obsidiana cerca de la Pirámide del Sol por primera vez en meses.
“Ha sido muy difícil. No tuvimos ningún apoyo del Gobierno”, afirmó.