La escritora Sandra Becerril y el director Henry Bedwell hablaron con SinEmbargo sobre su más reciente novela: Juego de niños, “la oscura travesía de dos jóvenes escritores que, tras participar en juegos aparentemente inofensivos con sus amigos, desatan un terror inimaginable”.
Ciudad de México, 11 de agosto (SinEmbargo).– “El terror es el género más divertido de todos”, coincidieron en entrevista dos referentes en el tema: la escritora Sandra Becerril y el director Henry Bedwell, autores de Juego de niños (De otro tipo), una historia sobre un grupo de amigos adolescentes que tratan de encajar en su mundo y en la medida en la que lo hacen se relacionan con fuerzas que desconocen del todo y desatan un terror inimaginable.
“Todo nació de una idea de Henry que un día llegó a preguntarme cuáles eran los juegos diabólicos que yo jugaba cuando era adolescente y coincidimos en los mismos, y a partir de ahí fue naciendo la idea de escribir esta novela a cuatro manos, Henry y yo ya habíamos escrito un par de guiones de largometrajes de género juntos también y la verdad es que nos sentimos súper a gusto escribiendo de esta forma porque estamos muy de acuerdo en ciertos cánones del terror y de pronto eso puede llegar a ser complicado, pero la verdad es que fue súper divertido”, comentó en entrevista Sandra Becerril, autora también de El silencio de todos los muertos, una historia que se liga con esta y que también es editada por De otro tipo.
En ese sentido, Henry Bedwell compartió que se embarcaron en este proyecto “con muchas ganas de hacer una historia, de sacar estas perversiones de chamacos, porque al final de cuentas todos estos juegos, creo que todos todos pasamos por ellos. Son muy pocos los que les conocen que no hayan por lo menos intentado jugar uno de ellos, entonces creo que contar una historia de estos chavos como medio inadaptados, o que tienen esta gran necesidad de pertenecer, en una época en la que nos tocó vivir y sabemos más o menos de qué se trata pues era divertido aparte de la temática”.
De esta manera, el texto se construye a partir del mosaico de voces del grupo de amigos, además de ir acompañado con una especie de “recetas” con los pasos a seguir de los juegos que llevan a cabo. Al respecto, Sandra Becerril compartió cómo llevaron a cabo toda una investigación: “Primero hicimos una una línea de tiempo de todo lo que sucedía en los 80, es decir, todas las fechas que están ahí son reales, los estrenos de las películas, todo es real, entonces para que ellos pudieran utilizar todos estos elementos dentro de sus juegos diabólicos y no nos fuéramos a confundir con las nuevas cosas que hay ahora, hicimos todo este proceso de investigación. Hay uno en particular que inventamos, pero creo que es uno de los que ha causado como mayor intriga, pero bueno ya nos contarán los lectores si lo hacen y si les funciona también”.
“Los otros juegos también los escribimos con base en que son juegos que se siguen jugando, o sea, tampoco queríamos que los lectores jóvenes se sintieran desconectados de la historia por no entender todo esto, entonces hasta la fecha los chavos de secundaria, o de prepa, siguen jugando el ‘Charlie Charlie’ y el ‘Bloody Mary’, y todo eso, así fuimos haciendo como este proceso de investigación y lo que comentas de los narradores pues fue con la intención de que todas las historias fueran en primera persona para que nosotros podamos conocer los secretos de los de los personajes sin que necesariamente los otros personajes se enteren, entonces la idea fue también hacer un poco cómplices a los lectores de todas estas situaciones”.
Henry expuso por su parte que el recetario responde precisamente a una necesidad de que sepan cómo se hacía. “O sea, hay una metodología para hacer todas estas cosas que pues es divertida, es parte del juego, entonces para no generar como confusiones ni nada, o sea, presentamos la receta de cómo lo hacíamos, o sea, bueno, cómo era tal vez el juego original porque seguramente hay mil modificaciones y se han adaptado a muchos, lo platicamos Sandy y yo una vez en una entrevista que pues bueno, ya tenemos algunos aquí, o sea, ya puedes jugar en el teléfono, pero pues obviamente no es lo mismo, entonces por eso la presentación de la metodología como tal”.
Parte de la historia, paradójicamente, se desarrolla en un colegio Salesiano, en donde convergen estos jóvenes de la historia, marginados dentro de esta escuela e incluso en sus propias familias. “Era importante que cada personaje tuviera un conflicto propio, o sea, que no fuera nada más estereotipos en donde pues es el deportista, el estudiante, la chica guapa, o sea, queremos profundizar mucho más en los conflictos que todos tenemos un poquito a esa edad”, platicó Sandra Becerril.
“Cuando eres adolescente y de pronto estás intentando hallar tu lugar dentro del mundo y en tu familia, en la escuela, entonces esto hace que estos personajes se junten y formen este grupito de inadaptados y pues sí, cada uno tiene su propio conflicto en su casa, o sea, hay quien los papás los abandonaron, hay otro que no le hacen caso, etcétera, pero no quisimos salirnos mucho de los conflictos que sí suceden en la realidad para poder dar como esta base para que los lectores piensen ‘esto sí me pudo haber sucedido’”, ahondó la autora.
Henry Bedwell por su parte sostuvo: “la mentalidad ochentera es muy padre, los que tuvimos la oportunidad de vivirlo era un poco así, o sea, tu forma de encajar era hacer el tope de esta ideología que se tenía como que te podías comer el mundo mordidas, o sea, era como base de los chavos, y no importa, hay que ser osado, hay que ser valiente, hay que enfrentar la vida y a enfrentar al mundo, entonces creo que eso eso también como parte de la estructura de la historia, no queremos que los personajes fueran así”.
Bedwell indicó que independientemente de lo que prolífera en repente el género, “creo que pegarle a las nuevas generaciones como compromiso, como intención y como parte de la necesidad de tener trabajo, o sea, también de seguir adelante, es algo que nos mantiene muy vivos, o sea, nos mantiene investigando, nos mantiene viendo, nos mantiene leyendo, o sea, somos un par de freaks que nos encanta ir al cine, vemos muchísimas películas de terror, vemos todo, leemos mucho, constantemente estamos leyendo guiones de películas, estamos yendo al cine, viendo novelas, haciendo tareas, entonces vamos entendiendo un poco hacia dónde va la tendencia, cuáles son las nuevas corrientes, qué es lo que asumimos que la gente está buscando ver, o leer, y creo que en ese sentido somos muy abiertos y no somos nada tercos”.
Por su parte, Sandra puntualizó: “nosotros siempre estamos investigando, tratamos de actualizarnos todo el tiempo, vemos las películas que están saliendo de todos los países, leemos muchísimo, además, damos talleres de lleno, entonces todo el tiempo estamos leyendo los guiones nuevos con las ideas que van llegando y nos damos cuenta qué es lo que le va atrayendo al público porque pues sí, la verdad, es que las narrativas van cambiando, pero como bien dijo Henry los miedos no, sino la manera de contarlo, y eso es lo que a nosotros nos atrae muchísimo, nos encanta el género, es parte de nuestra vida”.