Los datos más recientes del Coneval muestran distintas realidades de la pobreza en México. Si bien todavía son millones los que viven en esa condición, luego de una pandemia y una inflación mundial desbordada, la pobreza disminuyó en todo el país y se mantiene en el nivel más bajo de las últimas tres décadas.
Ciudad de México, 11 de agosto (SinEmbargo).- De 2020 a 2022, la pobreza disminuyó en todas los estados de México. Ninguna entidad mostró un aumento de personas en esa condición en un periodo que abarcó la pandemia por COVID-19, una inflación que rompió expectativas en todo el mundo y una guerra que aún se mantiene entre Rusia y Ucrania. Con los datos actuales, la pobreza en el país sería la más baja registrada en los últimos 32 años.
De acuerdo con los datos presentados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el 36.3 por ciento de la población vive en condiciones de pobreza, es decir, 46.8 millones de personas. La cifra es menor a la reportada dos años antes, presentada en la etapa más compleja de la pandemia, en donde se contabilizó a 55.7 millones de personas en pobreza.
El dato más reciente es inédito ya que no se tiene registro de un porcentaje más bajo de pobreza en México.
Antes de la creación del Coneval en 2004, especialistas en pobreza como Miguel Székely evaluaron la “pobreza de patrimonio” que es la insuficiencia del ingreso para adquirir la canasta alimentaria y efectuar los gastos necesarios en salud, educación, vestido, vivienda y transporte. Ese sería el indicador más cercano al de “pobreza multidimensional” del Coneval que mide el bienestar económico y el acceso a los derechos sociales.
Con base en ambos datos, de 1990 a la fecha se pueden observar los incrementos de la pobreza relacionados con crisis económicas. Por ejemplo, de 1994 a 1996 la pobreza pasó de 52.4 por ciento a 69 por ciento. La cifra se redujo con los años, hasta el año 2006 que llegó a 42.9 por ciento, pero con Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto fueron 12 años en que la pobreza se mantuvo en una cantidad que alcanzó al 46.2 por ciento de la población.
Andrés Manuel López Obrador recibió un país con el 41.9 por ciento de pobres; cuatro años después, la cifra rompió el piso del 40 por ciento para situarse en 36.3 por ciento.
"Yo creo que las cifras son bastante mejores de lo que habíamos anticipado, incluso de manera optimista. No podemos obviarlo y muchos analistas que yo he leído y escuchado el día de hoy parecen olvidarse que pasamos por una pandemia entre 2020 y 2022, hacen juicios de valor como si estuviéramos en un estado de cosas normal, no estábamos en un estado de cosas normal, pasamos por una situación en la que cerramos la economía del país, en 2020 el PIB se cayó 8 por ciento", planteó la noche de ayer Gerardo Esquivel ex Subgobernador del Banco de México (Banxico), en entrevista con Los Periodistas, programa de SinEmbargo Al Aire.
Esquivel, Maestro en Economía por El Colegio de México y Doctor en Economía por la Universidad de Harvard, recordó que a diferencia de las crisis de 1994 y 2009, en donde tuvieron que pasar varios años para volver a los niveles de pobreza previos, en esta ocasión en un lapso de dos años se lograron revertir los malos resultados.
"Que esta vez con una magnitud mayor que esas dos crisis que tuvimos que lo hayamos logrado revertir en un lapso de dos años es algo que debemos valorar, que no debemos escatimarle el reconocimiento al gobierno. Ser extremadamente crítico en estos resultados es ser mezquino, es no reconocer que se ha avanzado mucho más de lo que hubiéramos anticipado, mucho más de lo que hemos hecho en el pasado y eso me sorprendió favorablemente", expuso.
LAS CIFRAS EN LOS ESTADOS
El otro dato inédito es la reducción de la pobreza en todos los estados, incluso en los que concentran la pobreza histórica.
Chiapas es la entidad más pobre de México. De acuerdo con los datos más recientes el 67.4 por ciento de la población vive en pobreza; para 2020 el porcentaje era de 75.5 por ciento y en 2018, de 78 por ciento.
Guerrero tiene un 60.4 por ciento de pobreza y la reducción en dos años fue de casi 8 puntos porcentuales, pues en 2018 se ubicaba en 67.9 por ciento; Oaxaca para 2022 tiene un 58.4 de pobreza y en 2020 se situó en 61.7 por ciento, y en 2018 en 64.3 por ciento.
El caso de Puebla también resalta: en época de pandemia tuvo un incremento de cuatro puntos porcentuales en pobreza al ubicarse en 62.4 por ciento y para 2022 se ubica en 54 por ciento; Veracruz, en cuatro años logró tener una reducción de 10 puntos porcentuales en pobreza al pasar de un 60.2 por ciento 2018 a 51.7 por ciento en 51.7 el año pasado, y Tabasco, que en 2018 tenía al 56.4 por ciento de su población en pobreza, porcentaje que para 2022 ascendió a 46.5 por ciento.
Quintana Roo, que fue una de las entidades más afectadas por la pandemia, mejoró sus niveles de 2018, año en que tuvo un 30.2 por ciento de pobreza; en 2020 pasó a 47.5 y para 2022, está en 27 por ciento.
Otro dato que destaca es que el umbral de personas que están en una posición en la que no son pobres y no son vulnerables a serlo, aumentó al ubicarse en 34.9 millones de personas, luego de que desde 2016 esa cifra se mantuvo entre 28 y 29 millones.
A la par, la población vulnerable a ser pobre por sus ingresos disminuyó a 9.3 millones, que fueron niveles que se tenían en 2016.
La cifra de la pobreza es esperada por especialistas del sector público y privado ya que permite medir la efectividad o no de la política social que ha sido prioridad en la administración de López Obrador, al igual que el incremento al salario mínimo de trabajadores.
Esas dos políticas trajeron fuertes críticas, ya que durante años se apostó a que los programas sociales debían ser focalizados y no universales, y que el salario mínimo no podía aumentar porque desataría la inflación.
Sin embargo, fue la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania los factores que afianzaron la escalada de precios que se fue directo a los ingresos de las familias.
Al respecto, uno de los indicadores de Coneval muestra el efecto directo de las transferencias en los programas sociales: sin estos, la población en pobreza aumentaría de 36.3 a 39 por ciento y la pobreza extrema, de 7.1 a 8.9 por ciento.