Actualmente, Rusia acordó producir su vacuna contra el coronavirus en cinco países, subrayó, y añadió: "Ahora tenemos la capacidad de producir 500 millones de dosis de la vacuna, que pueden ser elaboradas en 12 meses".
Ciudad de México, 11 de agosto (RT/EFE).- El Fondo de Inversión Directa de Rusia espera recibir la aprobación para la producción de la vacuna rusa contra el coronavirus en varios países latinoamericanos para noviembre, comunicó este martes el presidente ejecutivo del organismo, Kiril Dmítriev.
"Esperamos que nuestra vacuna pueda ser producida en Brasil. Creemos que Rusia y América Latina desarrollarán una colaboración en torno a la vacuna", afirmó durante una conferencia de prensa y destacó que esa región es muy importante para el fondo. "Esperamos que la producción [de la vacuna] en América Latina comience en noviembre. Trabajaremos con los reguladores para conseguir la aprobación de la vacuna en América Latina para noviembre", agregó.
Además, Dmítriev aseguró que anunciará en los próximos días cuáles serán los colaboradores con los que contará el Fondo en los países latinoamericanos.
Actualmente, Rusia acordó producir su vacuna contra el coronavirus en cinco países, subrayó, y añadió: "Ahora tenemos la capacidad de producir 500 millones de dosis de la vacuna, que pueden ser elaboradas en 12 meses".
El Presidente ruso, Vladímir Putin, anunció este 11 de agosto que su país ha registrado la primera vacuna contra el coronavirus del mundo. El mandatario precisó que la vacunación de la población deberá realizarse exclusivamente de forma voluntaria, agregando que espera que la producción en masa del medicamento empiece en breve.
NICARAGUA OFRECE LA VACUNA A PAÍSES VECINOS
El Gobierno de Nicaragua ofreció este lunes la vacuna contra la COVID-19 que recientemente Rusia anunció tener lista, para distribuirla entre sus vecinos de Mesoamérica, a través del Instituto Latinoamericano de Biotecnología Méchnikov, con sede en Managua.
“En nuestra Nicaragua de paz y bien, estaremos en capacidad de fabricar estas vacunas, así lo ha dicho el director de Méchnikov (Stanislav Uiba) en nuestro país, para además de consumir localmente y proteger a las familias nicaragüenses, también poder exportar, por lo menos a Mesoamérica, a la región centroamericana”, dijo la esposa del Presidente Daniel Ortega y Vicepresidenta del país, Rosario Murillo.
El pasado día 1, Rusia anunció que había concluido las pruebas clínicas de la vacuna contra el coronavirus, desarrollada en el Centro Nacional de Investigaciones Epidemiológicas y Microbiología Gamaleya, y el comienzo de la etapa de registro, con lo que tomó la delantera ante trabajos similares en China, Estados Unidos y Reino Unido.
El Gobierno de Nicaragua, uno de los más cercanos a Rusia en el continente americano, ha apostado por la vacuna rusa desde el inicio de su desarrollo.
El pasado 4 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reaccionó con cautela ante el anuncio de los científicos rusos sobre la vacuna, debido al tiempo que toma que estas pasen por todas las pruebas necesarias antes de ser aplicadas de forma general.
Hasta el martes pasado, el Ministerio de Salud de Nicaragua reportó 3 mil 902 casos confirmados, 866 activos, 2 mil 913 recuperados, y 123 fallecidos. Por su parte, el independiente Observatorio Ciudadano COVID-19, una red de médicos y voluntarios, 9 mil 436 casos sospechosos y 2 mil 591 fallecidos con síntomas de la enfermedad, incluyendo 139 con neumonía.
Los Gobiernos de Nicaragua y Rusia han mantenido estrechas relaciones en cada una de las dos épocas de Ortega como presidente, primero entre 1980 y 1990, y posteriormente de 2007 a la fecha.
A fines de julio pasado, Rusia donó a Nicaragua 5 mil pruebas de COVID-19, que el Gobierno las ha puesto a disposición de los nicaragüenses que las necesiten para salir del país, a un costo de 150 dólares.