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Dulce María Sauri Riancho, Enrique Ochoa Reza y Pedro Joaquín Coldwell, exdirigentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), impugnaron ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la XXIV Asamblea Nacional del tricolor.

Priistas exigen invalidez

Exdirigentes del PRI impugnan los cambios que abren camino a la reelección de “Alito”

11/07/2024 - 9:33 am

La impugnación fue presentada por Dulce María Sauri Riancho, Enrique Ochoa Reza y Pedro Joaquín Coldwell, quienes contaron con el respaldo de Manlio Fabio Beltrones, para pedir la invalidez de la Asamblea Nacional del PRI que se celebró el pasado 7 de julio y de las reformas a los documentos básicos; buscan “rescatar al Partido Revolucionario Institucional del secuestro en que lo mantiene la actual dirigencia”, encabezada por Alejandro Moreno.

Ciudad de México, 11 de julio (SinEmbargo).- Dulce María Sauri Riancho, Enrique Ochoa Reza y Pedro Joaquín Coldwell, exdirigentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), impugnaron ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la XXIV Asamblea Nacional del tricolor, con la finalidad de solicitar la invalidez de su celebración y de los cambios a los estatutos que abren la posibilidad de que Alejandro Moreno Cárdenas se reelija como su líder por otros dos periodos.

“Ante las múltiples irregularidades que se presentaron en el procedimiento para la celebración de la XXIV Asamblea Nacional del PRI, expresidentes del Comité Ejecutivo Nacional promovieron un juicio de la ciudadanía ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), donde solicitaron la invalidez de la Asamblea y, por ende, de las reformas a los documentos básicos“, se anunció la mañana de este jueves a través de un comunicado.

Con el respaldo de Manlio Fabio Beltrones, Senador electo del PRI, Sauri Riancho, Ochoa Reza y Coldwell consideraron que el pasado 7 de julio se llevó a cabo, “de manera ilegal y contraria a los estatutos de nuestro partido político”, la Asamblea Nacional Ordinaria del PRI, donde se aprobaron reformas importantes a los estatutos, a la declaración de principios, al programa de acción y al código de ética partidaria.

Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), encabezó el pasado 7 de julio los trabajos de la 24 Asamblea Nacional Ordinaria del tricolor, que se realizó a puerta cerrada en el Pepsi Center de la Ciudad de México.
Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), encabezó el pasado 7 de julio los trabajos de la 24 Asamblea Nacional Ordinaria del tricolor, que se realizó a puerta cerrada en el Pepsi Center de la Ciudad de México. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

“Particularmente, destaca la modificación al artículo 178 de los estatutos para establecer que las personas titulares de la Presidencia y Secretaría General del partido podrán ser electas hasta por tres periodos consecutivos de cuatro años”, alertaron en un posicionamiento conjunto.

La y los expresidentes del PRI aseguraron que esta impugnación a la Asamblea Nacional es el primer paso que tomarán al respecto, ya que interpondrán otros recursos contra las reformas que se han hecho a los documentos básicos del partido.

En el boletín, señalaron que esta impugnación se presenta en su calidad de priistas y expresidentes del partido, pero que también lo hacen a nombre de miles de militantes que han manifestado su inconformidad por el atropello que está realizando la actual dirigencia del partido, la cual se encuentra al mando de Alejandro Moreno.

Entre el cúmulo de irregularidades procedimentales que se hicieron valer en la demanda que presentaron la y los priistas, destacan las siguientes:

a. Violación a la prohibición de realizar reformas estatutarias en proceso electoral, mismo que se encontraba en la etapa de resultados y de calificación de las elecciones federales y de las entidades federativas, lo cual impedía modificar los documentos básicos del partido político.

b. Incompetencia del CEN del PRI para emitir el reglamento de integración de la Asamblea Nacional, porque conforme al artículo 83, fracción X del estatuto, corresponde al Consejo Político Nacional, mediante la emisión de un reglamento, definir gran parte del número de integrantes a la Asamblea Nacional y la forma como se elegirán. El procedimiento “se realizó de forma totalmente indebida, al publicar la convocatoria se auto adjudicó la facultad de emitir el reglamento para la conformación de la Asamblea Nacional, lo cual constituyó una violación flagrante al procedimiento”.

c. El plazo de 30 días, entre la emisión de la convocatoria y la Asamblea Nacional fue irracional e insuficiente para desahogar todas las etapas. El procedimiento partidario se desahogó en un plazo de 30 días, comprendido del 6 de junio en que se emitió la convocatoria al 7 de julio en que se llevó a cabo la Asamblea, lo cual fue evidentemente insuficiente para desahogar las distintas etapas del proceso de reforma de la normatividad partidaria (12 etapas).

“En ese sentido, la brevedad del plazo limitó y obstaculizó la participación de la militancia en los procesos de organización, deliberación, y elección de las y los delegados que integrarían la Asamblea, e impidió el análisis y discusión reflexiva del dictamen final”, indicaron.

d. Los delegados no tuvieron un plazo razonable para deliberar las iniciativas sometidas a discusión. “Es claro que el plazo fue insuficiente, porque el dictamen relativo a las propuestas de reforma a los estatutos, programa de acción, declaración de principios y código de ética, que consta de más de 300 páginas, se publicó aproximadamente a las 19:00 horas del día 6 de junio, mientras que la Asamblea inició al día siguiente, a las 11:00 horas, por lo que el plazo que medió entre la publicación y la Asamblea fue de aproximadamente 16 horas y por la noche, lo cual es absolutamente insuficiente”, refirieron la y los priistas.

e. Invalidez de la Asamblea. Las irregularidades citadas, conforme a precedentes vinculantes tanto de la SCJN como del TEPJF, tienen un potencial invalidante de los acuerdos adoptados en la Asamblea Nacional, en atención a que se afectó de modo relevante a los principios democráticos que rigen el debate que debe guiar la decisión de aprobar modificaciones a la normativa básica del partido político, porque se impidió que todas las y los delegados a la Asamblea Nacional contaran con los elementos necesarios para adoptar una decisión informada.

Por último, la y los exdirigentes nacionales priistas advirtieron que “esta impugnación es la primera de una larga cadena que seguramente será necesario agotar, ya que, en estos momentos, es un hecho notorio que el CEN del PRI está próximo a emitir la convocatoria para la renovación de la dirigencia, sobre la base de normas que se encuentran impugnadas y que no han sido aprobadas por el INE, por lo que la batalla jurídica apenas empieza”.

Anoche, el Consejo Político Nacional del PRI aprobó que el método de selección de su dirigencia sea una Asamblea de Consejeras y Consejeros Políticos, con lo que se descarta el voto directo de la militancia.

El Consejo Político Nacional tomó la decisión con 474 votos a favor, cinco en contra y siete abstenciones. Ahora la renovación de la dirigencia del tricolor para el periodo 2024-2028 quedará en manos de la Asamblea.

“Con 474 votos a favor, cinco en contra y siete abstenciones, el Consejo Político Nacional de nuestro partido aprobó el método electivo de Asamblea de Consejeras y Consejeros Políticos, para el proceso ordinario de renovación de la dirigencia del PRI, para el periodo estatutario 2024-2028”, compartió.

También se autorizó a la Comisión Nacional de Procesos Internos del partido que emita la convocatoria correspondiente para iniciar el proceso de selección de la dirigencia, la cual deberá centrarse en ese método, con el que al mismo tiempo se definirá en quién recaerá la Secretaría General del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

Con lo anterior se abre la puerta para que los actuales líderes, Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, repitan fórmula por la dirigencia nacional y la Secretaría General, y, en caso de ganar, ostentar el cargo hasta 2028.

El pasado 7 de julio, el priismo avaló en su Asamblea Nacional una reforma que permitirá a Alejandro Moreno Cárdenas, su dirigente nacional, postularse para mantener el mando hasta 2032.

Más de tres mil militantes votaron por reformar el artículo 178 de los estatutos del PRI para permitir que tanto “Alito” como Carolina Viggiano, secretaria general del CEN, así como quienes encabezan los comités directivos estatales puedan ser electos hasta por tres periodos consecutivos. Las y los dirigentes actuales podrán participar en el proceso de renovación ordinario que se realice en los próximos meses.

“Las personas titulares de la Presidencia y la Secretaría General electas para los Comités Ejecutivo Nacional y directivos de las entidades federativas durarán en su función cuatro años y podrán ser electas hasta por tres periodos consecutivos. Los Comités Municipales y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México durarán en su función tres años, y podrán ser electos hasta por dos periodos consecutivos”, se lee en el dictamen avalado durante la Asamblea Nacional.

Alejandro Moreno fue electo para dirigir el PRI de 2019 a agosto de 2023, pero a finales de 2022 impulsó cambios a los estatutos del partido que le ayudaron a extender su gestión hasta agosto de este año, con el argumento de esperar la elección federal. La reforma a los estatutos le permitiría extender su presidencia hasta 2032, pues ya cumplió un primer periodo y ahora puede aspirar a ejercer dos más de cuatro años.

Pese a que priistas expusieron que se convocó a la Asamblea Nacional de manera apresurada, sin una reflexión sobre la elección federal del 2 de junio que colocó al partido como la tercera fuerza política, tanto “Alito” Moreno como quienes encabezaron las discusiones previas defendieron que la decisión no se tomó para favorecerlo y, dijeron, fue un proceso democrático realizado después de más de 500 asambleas municipales, 32 asambleas estatales y cuatro mesas temáticas con representantes de distintos estados.

A la Asamblea Nacional acudieron militantes de distintos estados para acompañar con porras y tambores a sus delegaciones, pero algunos lamentaron que su voz y su voto no fueron considerados, un reclamo que ya se había replicado en las últimas semanas.

El PRI describió las reformas avaladas recientemente como “una ruta de modernización”, pero todavía no entrarán en vigor, ya que las personas inconformes podrán presentar quejas ante el Tribunal Electoral. El intento por transformar al partido llega mientras atraviesa su peor crisis en la historia, y después de competir por primera vez en una elección presidencial sin una candidatura propia, en alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que perdió su registro a nivel nacional.

Lo cierto es que la debacle electoral y territorial del PRI fue notoria desde 2016, durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto, un sexenio marcado por actos de corrupción que le arrebataron la confianza de la población.

Ese año, perdió siete de las 12 gubernaturas que estaban en juego en esas elecciones: Durango, Tamaulipas, Veracruz, Quintana Roo, Chihuahua, Aguascalientes y Puebla. Luego, en 2018, perdió la Presidencia del país con José Antonio Meade, quien logró apenas el 16.4 por ciento de la votación, quedando en tercer lugar.

La crisis se agravó cuando Moreno Cárdenas fue nombrado dirigente nacional en agosto de 2019. Recibió a un tricolor que encabezaba 12 gubernaturas, pero en 2021 perdió ocho: Colima, Campeche, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas; en 2022, perdió Hidalgo y Oaxaca; y en 2023, el partido dejó de gobernar el Estado de México, uno de sus bastiones más fuertes.

Además, cuando Alejandro Moreno Cárdenas llegó a la presidencia del partido, el INE tenía el registro oficial de siete millones 203 mil 191 priistas, pero para 2023, última actualización pública de la militancia, bajó a un millón 411 mil 889 militantes; es decir, en cinco años perdió cinco millones 791 mil 302 afiliados, equivalente al 80.3 por ciento.

Nada de esto ha importado. “Alito” se ha mantenido al frente del partido, y, si así lo decide, podrá postularse para seguir en el poder.

–Con información de Montserrat Antúnez

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