La extrema derecha, una minoría de apenas cuatro diputados hace doce años en las elecciones europeas, se convirtió en una fuerza decisiva en el próximo Parlamento Europeo tras las votaciones de este domingo.

Mientras la ultraderecha extiende su presencia a casi todos los países de la Unión Europea, a excepción de Irlanda, Malta y Lituania, en América, el mapa político se inclina hacia la izquierda, desde México hasta Chile.

Modelos antípodas, el primero con expresiones radicales de conservadurismo e incluso escepticismo al cambio climático, en contraste con los temas centrales de las izquierdas: justicia social, igualdad, derechos humanos, feminismo y sostenibilidad ambiental.

Europa está virando a la ultraderecha, caracterizada por el nacionalismo extremo, autoritarismo, conservadurismo social, xenofobia y racismo, así como su oposición a cambios sociales progresistas y adopción de políticas económicas neoliberales. Las elecciones en el Parlamento revelaron un ascenso en España, Países Bajos, Austria, Alemania y, sobre todo, en Francia.

En ese escenario, el riesgo es que las fuerzas políticas más tradicionales acaben absorbidas por las radicales. Ocurre con la derecha clásica Forza Italia subordinada ahora a Hermanos de Italia, de la presidenta Giorgia Meloni, y en Estados Unidos, con Donald Trump y los republicanos, donde el ala extremista es la dominante, con un lenguaje incendiario en temas como el de migración.

Este fenómeno contrasta con la visión de justicia social de los once gobiernos de izquierda en América —el más reciente ganado por Claudia Sheinbaum en continuidad a la administración de Andrés Manuel López Obrador, y en el triunfo de Clara Brugada en la Ciudad de México para suceder a Martí Batres en 27 años continuos de la izquierda en el poder—, enfocados en abordar las desigualdades estructurales dentro de sus propios países.

Agendas integradoras de todas las representaciones políticas, mayoritarias y minoritarias, como sucede en México con la apertura al diálogo ante el paquete de reformas planteado por el Presidente López Obrador y del cual Sheinbaum —tras reunirse este lunes con el mandatario— ofreció un parlamento abierto para su discusión.

Los populismos de extrema derecha en Europa y Estados Unidos son una reacción a la globalización y cambios demográficos, las políticas de justicia social de las izquierdas mexicana y latinoamericana representan una respuesta a décadas de neoliberalismo y desigualdad.

El domingo, afuera del Parlamento Europeo, decenas de manifestantes cantaron Bella Ciao, un símbolo para la inspiración y unificación en la búsqueda de justicia y libertad, ante expresiones de radicalismos de la derecha.

Salvador Guerrero Chiprés

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Salvador Guerrero Chiprés es coordinador general del C5, ex presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. Es doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, Inglaterra; maestro en Comunicación por la Universidad Iberoamericana y licenciado en Derecho y en Comunicación por la UNAM. Fue asesor de la Secretaría de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal y de la Comisión Nacional de Seguridad, y Comisionado Ciudadano de Transparencia en el InfoDF.

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