La Ópera parisina pasa por una situación calamitosa tras haber vivido entre diciembre y principios de febrero las huelgas más fuertes de su historia, que supusieron la cancelación de 83 espectáculos, entre óperas y ballets, con pérdidas de 14.5 millones de euros.
Por María D. Valderrama
París, 11 de junio (EFE).– La pésima situación económica de la Ópera de París se complica tras tres meses clausurada por la crisis del coronavirus, lo que ha llevado a acelerar el relevo de su director y a adelantar las obras de reforma de sus dos edificios, que permanecerán cerrados hasta mediados de noviembre y enero de 2021.
“El Consejo de Administración de la Ópera Nacional de París ha decidido adelantar al verano de 2020 las obras de los escenarios de Ópera Bastilla y Ópera Garnier, inicialmente previstas para 2021. La programación lírica y coreográfica se retomará a finales de noviembre, en Bastilla, y de enero de 2021, en Garnier”, indicó el Ministerio francés de Cultura en un comunicado.
Fuentes de la institución indicaron a Efe que los gestores reflexionan ahora sobre un programa alternativo con el personal interno de la Ópera, como la orquesta, para poder ofrecer espectáculos en las salas pequeñas que no pasarán por estas obras.
EL IMPACTO DE LAS HUELGAS
La Ópera parisina pasa por una situación calamitosa tras haber vivido entre diciembre y principios de febrero las huelgas más fuertes de su historia, que supusieron la cancelación de 83 espectáculos, entre óperas y ballets, con pérdidas de 14.5 millones de euros.
Desde el pasado 9 de marzo hasta el próximo 15 de julio, cuando se esperaba la reapertura, el coronavirus ha forzado además a suprimir otras 156 representaciones, el equivalente a una taquilla de 31 millones de euros.
Ante esta situación, su director Stéphane Lissner, en el cargo desde 2014, ha decidido adelantar su salida, prevista para 2021, y abandonar ya el barco, con un déficit récord y la necesidad urgente de reformas en la institución.
“A finales de 2020 es probable que la Ópera se haya quedado sin fondos para continuar. La urgencia de la situación económica requerirá decisiones drásticas e inmediatas, que tendrán un importante impacto social”, avisó Lissner este martes en el diario Le Monde, donde precisó que hay una deuda de 40 millones de euros.
“He decidido quitarme del medio para que solo haya un jefe al control”, añadió.
LA TETRALOGÍA DE CALIXTO BIEITO
El Ministerio de Cultura confirmó el nombramiento de su sucesor, el alemán Alexander Neef, de 46 años, asistido por el director adjunto de la Ópera, Martin Adjari, que deberán dedicar estos meses a elaborar un informe sobre la situación del establecimiento tras este período de crisis y preparar las directrices para mantener su excelencia.
Su misión será también “revisar su modelo económico, social y organizativo para garantizar las condiciones para un funcionamiento equilibrado”, y tratar de “consolidar” su posición “en el corazón de la política cultural del Estado”.
Según avanzó Lissner, el edificio de Bastille reabrirá el 15 de noviembre con tres espectáculos alternos: el ballet de “La Bayadera”, de Rudolf Nureyev, y dos óperas, “La Traviata” de Giuseppe Verdi, dirigida por Simone Stone y James Gaffigan, y “Carmen” de Georges Bizet, bajo la dirección de Calixto Bieito.
Sin embargo, el que iba a ser el acontecimiento de los últimos años, el gran espectáculo que Bieito había preparado para la Ópera en 2020, la tetralogía de Richard Wagner, queda en el aire.
“A menos que mi sucesor decida seguir con el proyecto en unos años, es evidente que no veremos “La Tetralogía'”de Calixto Bieito en la Ópera de París”, aseguró el director.