En 2011, José Luis Álvarez fundó al sureste de Tabasco, en la orilla del río Usumacinta, la UMA Saraguato para conservar al mono aullador, la iguana verde y a la garza tigre, silvestres en peligro de extinción. El ambientalista “altruista”, “entrañable” y denunciador de depredaciones e ilegalidades, como lo recuerdan sus cercanos, acusó la extracción ilegal de arena en la región a los ojos de la Conagua y la Profepa. Días después lo asesinaron.
Ciudad de México, 11 junio (SinEmbargo).– El reconocido ambientalista en Tabasco José Luis Álvarez Flores, “El Tío Saraguato”, acusó hace dos semanas que las autoridades federales de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) “solaparon” a los bancos de extracción ilegal de arena en la región del río Usumacinta, refugio para los monos saraguatos en peligro de extinción.
“Las autoridades federales, que en este caso son Profepa y Conagua, hay bancos ilegales por todos lados solapados por estos, que no clausuran las actividades ilegales que se realizan desde hace mucho tiempo […] No hacen sus medidas de mitigación, ni tienen sus permisos ni pagan impuestos ni nada”, dijo el 20 de mayo en una entrevista publicada en sus redes.
Horas después de informarse sobre su asesinato esta semana, José Luis recibió diversos mensajes en su perfil de Facebook donde sus cercanos reconocieron su labor altruista y exigieron justicia a las autoridades.
“Te envío un fuerte abrazo hasta el cielo donde un ejército de monos, jaguares y demás amigos del mundo animal te harán honores”, le escribió un usuario que se identificó como su amigo.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en los primeros cuatro meses de 2019 se registraron 10 asesinatos de activistas y personas defensoras de derechos humanos, de los cuales, 8 fueron indígenas.
Esta cifra representa un aumento significativo de la violencia contra este sector, ya que en todo el 2018 se documentaron 13 casos.
En el rancho de su propiedad, ubicado en la localidad de Chablé del municipio Emiliano Zapata, al sureste de Tabasco, José Luis fundó en 2011 la primera UMA Saraguatos en México.
Es una unidad a la orilla del río Usumacinta de 345 hectáreas “para conservar por el momento al mono saraguato, la iguana verde y a la garza tigre”, explicó en un video debajo de un mono colgado de un árbol. “Estamos echándole ganas”.
Álvarez, originario de la Ciudad de México, destacaba que estos monos –también llamados “maya” o aullador– son los mejores dispersadores de semillas en la región por lo que se han expandido las plantas endémicas que atraen aves como el capulín.
Hace ocho años iniciaron con 74 monos en la reserva y en mayo ya conservaban alrededor de 300, de acuerdo con su censo. La UMA, que no cuenta con apoyos gubernamentales, recibe visitas gratuitas y donaciones para el mantenimiento.
Pedro, un ambientalista que lo conoció cuando varias asociaciones buscaron formar la “Red Tabasco OSC”, dijo en entrevista que los saraguatos eran “su mayor preocupación”, porque en el área del kilómetro 150 carretera VHSA-Palenque había monos atropellados por decenas.
“Solicitó al Gobierno federal los puentes peatonales para evitar más muertes de la especie y tuvo resultados positivos”, evocó.
La UMA, destacó, pasó a recibir visitantes de todos lados y creó conciencia ecológica para la prevención de las especies endémicas. “Un personaje entrañable, se movía con sus medios y realizaba las tareas que necesitaba para mantenimiento de la UMA. Ya estaba en donde quería estar”, lo describió.
Para una de sus cercanas, estaba haciendo una gran obra para Tabasco. “Tu altruismo nadie lo olvidará porque diste un gran ejemplo a la sociedad tabasqueña de Emiliano Zapata, Chablé y anexas”, le escribió.
SU PREOCUPACIÓN POR EL USUMACINTA
“El Tío Saraguato” también manejaba la asociación civil Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta (COBIUS). En una entrevista reciente que publicó en sus redes, José Luis acusó la extracción ilegal de arena en el río Usumacinta a los ojos de la Profepa y la Conagua.
“Pretendía preservar el río Usumacinta, el ‘Gran Mono Azul’. En las leyendas mayas, el padre de los Saraguatos, protectores de la selva”, dijo Pedro, activista que lo conoció este año. “Por eso lo mataron”, agregó después de una pausa.
Los monos saraguatos están en peligro de extinción por la deforestación, la expansión agropecuaria y la infraestructura humana. En Tabasco existen las únicas dos especies de mono saraguato en México: el mono aullador de manto y el mono aullador negro. Las áreas principalmente de la cuenca baja del río Usumacinta constituyen una región prioritaria para su conservación.
“Hizo una declaración pública. Entre las organizaciones de la sociedad civil, lo comentó en reuniones. Pero como aquí todos somos ‘puro conejo’, pues nadie se creyó que estaría en peligro real de ser asesinado”, comentó Pedro.
Otro usuario de Facebook del sector ambientalista reclamó que lo hayan asesinado “con premeditación, alevosía y ventaja, por denunciar depredaciones e ilegalidades”, por lo que exigió que se realice “una verdadera y profunda investigación, y se castigue ejemplarmente a los culpables” para que se detengan asesinatos a las personas que luchan por preservar la fauna y la flora, como el “Tío Saraguato”.