Marta Sanz y la literatura como herramienta de acción

11/06/2016 - 12:03 am
La visión crítica de la realidad con una novela premiada con el Herralde. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
La visión crítica de la realidad con una novela premiada con el Herralde. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

“Una novelista gozosa”, ha dicho el fallecido y consagrado Rafael Chirbes. Con Farándula, la escritora española ganó el Premio Herralde de Novela y traspasó fronteras, diagnosticando con tristeza y preocupación la vida en las sociedades modernas

Ciudad de México, 11 de junio (SinEmbargo).- Valeria Falcón es una actriz de cierta notoriedad que cada jueves visita a una vieja gloria del teatro, Ana Urrutia. La Urrutia padece el síndrome de Diógenes y no tiene dónde caerse muerta. Su ocaso se solapa con la eclosión de un capullo en flor, Natalia de Miguel, una joven aspirante que enamora al cínico Lorenzo Lucas, álter ego de Addison DeWitt. Nadie tendrá derecho a destrozar la felicidad de Natalia de Miguel, una chica muy delgada que en pantalla da gordita.

Esa es la sinopsis de Farándula, la novela con la que la española Marta Sanz ganó el Premio Herralde de Novela y de la que el fallecido Rafael Chirbes (1949-2015) ha dicho que “su estilo ágil (salpicado de fogonazos brillantes), su inusual habilidad para retratar situaciones y para penetrar en la psicología de los personajes y su fino oído para capturar la lengua hablada con vivacidad admirable convierten la escritura de nuestra novelista más en una gozosa representación de vida que en una melancólica o sombría manipulación de seres muertos”.

En su novela, que el crítico de El País  José-Carlos Mainer ha calificado de “corrosiva” hay una gran crítica a la sociedad contemporánea, “sobre todo porque los escritores somos observadores de la realidad. Además del diagnóstico que intento hacer sobre esa realidad que no es del todo halagüeña, también hay una perspectiva histórica de las cosas que intento narrar”, dice la autora en diálogo con Puntos y Comas.

Para Sanz, nuestro modo de vivir en la actualidad proporciona “muchos motivos para la tristeza, para la preocupación, no obstante lo cual es eso mismo lo que nos tiene que dar fuerzas para hacer cosas constructivas desde la literatura, una actividad que entiendo como una herramienta de acción”, afirma.

Marta Sanz presentó su novela en México, acompañada por las escritoras Laura Martínez-Belli y Julia Santibáñez. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
Marta Sanz presentó su novela en México, acompañada por las escritoras Laura Martínez-Belli y Julia Santibáñez. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

UNA ESCRITORA POLÍTICA

“Marta Sanz ha encontrado la mejor manera de ser una escritora política: ser lenguaje como se es un cuerpo. Farándula radicaliza de tal forma su apuesta literaria que no tienes más remedio que acordarte de los grandes. Pienso en Valle-Incán, por ejemplo, quien, por encima de cualquier otra consideración, impone un lenguaje elocuente por sí mismo. Te habla como nadie puede hacerlo... Farándula es revolucionaria porque impone el lenguaje como forma de literalidad”, ha escrito J. M. Pozuelo Yvancos, en el ABC.

El cuestionamiento al valor de la ficción está presente en todos los libros escritos por esta doctora en Filología, autora también de las novelas El frío, Lenguas muertas, Los mejores tiempos (Premio Ojo Crítico 2001), Animales domésticos, Susana y los viejos (finalista del Nadal en 2006),  La lección de anatomía (2008) y Black, black, black.

En 2007, Marta Sanz publicó Metalingüísticos y sentimentales, antología de poesía española contemporánea y recibió el Premio Mario Vargas Llosa NH de Relatos.

Es autora de tres poemarios: Perra mentirosa, Hardcore y Vintage.

Escribir bien, con un sentido "corrosivo", sobre la realidad circundante. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
Escribir bien, con un sentido "corrosivo", sobre la realidad circundante. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

El cuestionamiento a lo ficcional la hace sentirse muy empática con una escritora estadounidense, Adrienne Rich (1949-2012), que Sanz admira mucho y que habla de “la política de la posición”, para mantener que la raza, la clase, la religión o el momento histórico en que uno vive interseccionan con la opresión de género en un contexto en que la subjetividad está sometida a permanente cambio.

“Todos escribimos desde lo que somos, desde nuestro género, desde nuestra clase social, desde la ideología, desde nuestra educación y, en ese sentido, podría decir que todos los libros que he escrito resultan autobiográficos”, dice Marta Sanz.

“Todas las máscaras de la ficción que uso en mis libros, me desnudan y me colocan en una posición de  vulnerabilidad”, agrega.

“Quienes sostienen que la novela ha muerto como género literario de la modernidad, deben leer con toda urgencia a Marta Sanz… espacio de ficción marcado por una creativa ironía, la originalidad de atrabiliarios argumentos y grotescos personajes, así como una irrenunciable crítica social de humorística lucidez”, apunto el crítico Jesús Ferrer en La Razón.

La novela moderna, en manos de una escritora audaz y original. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo
La novela moderna, en manos de una escritora audaz y original. Foto: Luis Barrón, SinEmbargo

“Lo que llevo diciendo hace muchos años que en la sociedad española contemporánea los escritores hemos asumido el papel del bufón del reino, porque habíamos llegado a la convicción de que vivíamos en el mejor de los mundos posibles y el único espacio que le quedaba al escritor era el del entretenimiento, el del divertimento”, apunta Sanz.

“El papel de tertuliano nos ha desacreditado y eso a menudo justifica el desprestigio en el que ha caído el intelectual contemporáneo. Además, creo que el intelectual se ha puesto a opinar de todo y eso también lo ha desacreditado. Creo que uno tiene que hablar de lo que sabe y esa polivalencia de la palabra del intelectual por el mero hecho de serlo, me parece muy discutible”, afirma la autora.

Farándula es una novela que no va a dejar indiferente a ningún lector porque la mirada lúcida e irónica de Marta Sanz sobre la contemporaneidad va más allá de un simple juego lúdico. El lector que se acerque a esta novela se encontrará literatura de alta calidad, disidente, alejada de las modas y que lo ayudará a contemplar desde una perspectiva privilegiada el entorno cultural y social en el que nos movemos”, dice el crítico Javier Pinto, en Qué Leer.

Para Sanz, en medio de este contexto donde brota por doquier el escepticismo, “escribir bien tiene un sentido corrosivo, para un mundo donde los discursos están mal articulados. Como las formas para mí expresan ideología, hay que cuidar las formas, aunque muchas veces ello implique escribir feo de lo feo”, concluye.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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