“Fiona”, como fue llamada, es la única hembra preñada registrada en el planeta de la época del Cretácico temprano, entre 129 y 139 millones de años.
Santiago de Chile, 10 may (EFE).- El fósil de una hembra preñada de ictiosaurio, bautizado como “Fiona”, fue encontrado en un glaciar de la Patagonia chilena y se convirtió en el primer reptil marino extinto de este tipo desenterrado de manera completa, informaron este martes sus descubridores.
El hallazgo, compartido este martes por la Universidad de Magallanes, da cuenta de una pionera expedición desarrollada entre marzo y abril de este año y encabezada por la paleontóloga chilena Judith Pardo, quien logró desenterrar el fósil y extraerlo de manera íntegra con el apoyo de un equipo internacional.
En el glaciar Tyndall, ubicado en el parque nacional Torres del Paine, al sur de Chile, fue encontrada Fiona, de cuatro metros de largo y la única hembra preñada registrada en el planeta de la época del Cretácico temprano, entre 129 y 139 millones de años.
“Fiona se encuentra completa, articulada y con embriones en gestación. Y su recuperación aportará información relativa a su especie a la paleobiología, en torno al desarrollo embrionario, y a una enfermedad que afectó durante su vida”, explicó Pardo.
La académica, del Centro de Investigación GAIA Antártica de la Universidad de Magallanes, agregó que los restos fueron llevados al laboratorio de paleontología del Museo de Historia Natural de Río Seco, en Punta Arenas (al extremo sur), en donde quedarán almacenados temporalmente para su posterior exhibición.
EN BUSCA DE LOS REPTILES MARINOS
Los ictiosaurios fueron reptiles marinos que vivieron en todo el planeta durante la era del Mesozoico, entre 250 y 90 millones de años atrás.
Su cuerpo tenía forma de atún, similar a los delfines actuales, poseían pulmones, eran vivíparos y son considerados los animales que alcanzaron el mayor grado de adaptación al medio marino.
“Fiona”, en particular, fue descubierta por la doctora Pardo en el año 2009, durante el último día de campaña de una expedición paleontológica al glaciar Tyndall, financiada entonces por el Gobierno alemán, mientras desarrollaba su tesis de doctorado en la Universidad de Heidelberg.
La posterior excavación se pudo llevar a cabo gracias a la adjudicación de aportes por parte de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (Anid), según informó el comunicado.
La magnitud de la investigación y las complejidades asociadas al terreno atrajeron este año a científicos de todo el mundo, principalmente mujeres, como la reconocida doctora Erin Maxwell, jefa del departamento de reptiles marinos del Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart (Alemania) o Cristina Gascó, restauradora del mismo museo.
También participaron los chilenos Miguel Cáceres, director del Museo de Historia Natural de Río Seco y Héctor Ortiz, biólogo, además del paleontólogo Jonatan Kuluza, de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara (Argentina), entre otros.