La investigación “encuentra un riesgo muy bajo de (desarrollar) efectos graves más tarde de COVID-19 en gente que no requirió hospitalización por la infección”, señala un autor del estudio.
Londres, 10 may (EFE).- Los pacientes de COVID-19 que no precisan hospitalización tienen un riesgo bajo de desarrollar efectos graves a largo plazo por la enfermedad aunque visitan más a su médico de cabecera tras la infección, según un estudio difundido este lunes en The Lancet.
Un equipo investigador danés halló que el riesgo de padecer complicaciones agudas tras pasar la infección por SARS-CoV-2 es bajo, aunque los síntomas persistentes en este grupo de enfermos podrían derivar en más visitas a los médicos de familia durante los seis meses posteriores a la infección.
Los investigadores evaluaron el riesgo de iniciar un tratamiento con medicación y recibir un diagnóstico hospitalario, comparando individuos que dieron positivo tras someterse a una prueba PCR con otros que dieron negativo durante la primera ola de la pandemia en Dinamarca.
Los resultados revelaron que aquellos que fueron positivo tenían un riesgo ligeramente mayor de iniciar medicación para ayudar a mejorar su respiración y aliviar las migrañas, y que tenían un riesgo ligeramente mayor de recibir un primer diagnóstico por problemas respiratorios y coágulos de sangre en las venas.
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— The Lancet Infectious Diseases (@TheLancetInfDis) May 11, 2021
“Hasta ahora, la mayor parte de las investigaciones de complicaciones a largo plazo por la COVID-19 se ha centrado en pacientes hospitalizados, pero la realidad es que la mayoría de enfermos de COVID-19 no son admitidos en el hospital”, señala el autor del estudio, Antono Pottegard, de la Universidad del Sur de Dinamarca.
El experto agrega que esa investigación “encuentra un riesgo muy bajo de (desarrollar) efectos graves más tarde de COVID-19 en gente que no requirió hospitalización por la infección”.
No obstante, Pottegard también considera que la investigación proporciona “evidencias de efectos a largo plazo que no necesitaron hospitalización o el empleo de nueva medicación, que encontramos que se reflejó en un uso mayor de los servicios sanitarios de atención primaria”.
“Esto pone de relevancia la necesidad de asegurarnos de que los sanitarios tienen los recursos y el apoyo para gestionar cualquier condición en el largo plazo”, agregó.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores emplearon datos de los registros sanitarios de Dinamarca de todos los individuos que dieron positivo entre el 27 de febrero de 2020 y el 31 de mayo de ese año e hizo un seguimiento de 8 mil 983 personas que dieron positivo pero no fueron hospitalizadas y 80 mil 894 personas que dieron negativo entre dos semanas y seis meses después del test.