Desde 2010, OHL México registra ante la Bolsa Mexicana de Valores como “activos financieros” recursos que, sin fundamento, afirma que espera recaudar a través de las dos concesiones que obtuvo en el Estado de México: el Circuito Exterior Mexiquense y el Viaducto Bicentenario, denunció el abogado Paulo Díez Gargari, quien explica cómo es que la compañía ha engañado al público inversionista haciéndole creer que es una empresa de clase mundial.
“Es el acto de corrupción más grave” de los últimos años en México, asegura Díez Gargari, quien en entrevista con SinEmbargo plantea que, de todas las aristas que tiene el caso OHL México, su “engaño” al mercado de valores mexicano es “fundamental”.
Esta entrevista arroja luz sobre la gran sospecha del sexenio: que esta empresa, acusada de corromper a políticos españoles, sea la que sostiene económicamente y desde hace años las campañas del PRI en el Estado de México, como acusó la organización Ahora. De acuerdo con esa agrupación civil, miles de millones han sido sacados de las arcas públicas –es decir, de los bolsillos de los mexiquenses– para que el partido en el gobierno pueda comprar elecciones.
Ayer, en una sorpresiva respuesta, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) pidió a OHL México que se investigue a sí misma y “aclare” que no ha dado dinero a elecciones, como si no hubiera Instituciones en México o como pedir a “El Chapo” que se investigue a sí mismo y sea el encargado de comprobar que nunca compró la voluntad de funcionarios para fugarse de penales o para armar su red de tráfico de drogas.
Ciudad de México, 11 de mayo (SinEmbargo).– La empresa OHL México está engañando al “público inversionista”, advierte el abogado Paulo Díez Gargari. “No son una gran empresa internacional de concesiones, sino que son el administrador de dos concesiones carreteras en el Estado de México”, agrega.
Casi la mitad de los activos de esta empresa con sede en España, o un 40 por ciento, afirma Díez, los constituyen los contratos que obtuvo del Gobierno del Estado de México para construir el Circuito Exterior Mexiquense y el Circuito Bicentenario.
Pero desde 2010, afirma el abogado, OHL registra ante la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) como “activos financieros” recursos que, sin fundamento, dice que espera recaudar a través de esas dos concesiones que obtuvo en el Estado de México.
“Todo eso se lleva a la forma en la que contabilizan, al tema del activo financiero. Digamos, les permite inflar de tal manera el valor de sus ingresos y sus activos, que es una barbaridad. Me explico: la ventaja del activo financiero es que la norma te dice que para registrar como ‘activo financiero’ se tiene que cumplir una condición, que es que el concesionario tenga un derecho incondicional de cobro de dinero frente a quien le otorgó la concesión; en este caso, el Estado de México”, dice.
“Si tengo un derecho incondicional de cobro de dinero quiere decir que el estado tiene una obligación incondicional de pago de dinero, y eso es deuda pública, eso es deuda que tuvo que haber sido autorizada por la legislatura estatal y estar inscrita en el registro, cosa que no ocurre aquí. Y no ocurre porque el título no lo dice, porque la Ley no lo permite, y porque nunca se pensó así. Este es un invento posterior de OHL”, afirma.
En este “engaño”, asegura el abogado, participa también el Gobierno del Estado de México, que no precisa ante el público inversionista que OHL no vale lo que reporta en la BMV.
“Está clarísimo: no hay deuda pública, no hay ninguna obligación del Gobierno del Estado de México de pagarle a estos señores, y lo que están haciendo es engañarlos, y el esquema perverso, desde la perspectiva del Gobernador del Estado de México es esa: que permite que se engañe al público, haciéndole creer que hay una garantía que no existe”, afirma.
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Rodrigo Díez es abogado de la empresa Infraiber, dedicada a la medición de aforos vehiculares y que, desde 2011, inició una serie de litigios por la cancelación de su convenio con el Gobierno del Estado de México para cuantificar la circulación en el Circuito Exterior Mexiquense, concesionado a OHL.
En ese contexto, OHL se colocó en el centro de un escándalo que, a través de filtraciones de audios, ha mostrado la vinculación de la empresa con diversos políticos mexicanos –entre ellos el actual secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza– y probables prácticas de corrupción, como el pago de sobornos a cambio de aumentos en los peajes, entre otros.
El pasado martes, Díez Gargari denunció la existencia de una transferencia por mil 600 millones de pesos que, en 2016, llegaron a la cuenta del Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares del Estado de México (SAASCAEM) y que luego desaparecieron.
Recursos que, de acuerdo con una carta enviada por Díez al Secretario de Hacienda y Crédito Público, Antonio Meade Kuribreña, pudieron haber terminado en la campaña del actual candidato del Partido Revolucionario Institucional en el Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, también ex director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras).
“Mil 600 millones de pesos alcanzan para que el Gobierno de Eruviel Ávila entregue mil seiscientos pesos en efectivo a un millón de potenciales votantes en las próximas elecciones para Gobernador en el Estado de México. O para que deposite mil seiscientos pesos en un millón de tarjetas (efectivas o no tanto) en pleno proceso electoral”, advierte en su carta.
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La difusión de Díez Gargari fue previa a la presentación hecha por la organización Ahora, que impulsa la candidatura presidencial independiente del activista Emilio Álvarez Icaza, y que advirtió que los mil 600 millones de pesos son parte de un “ciclo” de corrupción que, con sólo las obras carreteras a cargo de OHL, han permitido al priísmo del Estado de México preservarse en el poder.
“Su forma de actuar es comparable con la delincuencia organizada”, dice la presentación de Ahora.
“Se trata, nada menos, de un desfalco que en 15 años implica un monto que ronda los 90 mil millones de pesos, probablemente no haya existido en México un fraude de tales dimensiones. Un fraude a partir de la concesión de dos sistemas carreteros, el Circuito Exterior Mexiquense de 110 kilómetros, y el Viaducto Bicentenario de 22 kilómetros”, agregó la organización.
En respuesta, OHL difundió, también el martes, un comunicado en el que rechaza las acusaciones, anuncia procesos “en tribunales” contra la organización de Álvarez Icaza y acusa a Díez Gargari de encabezar una “campaña de desprestigio” en su contra.
“Se pretende relacionar a OHL México con una estructura de financiamiento de campañas políticas, lo cual es completamente falso, las políticas internas de la empresa, así como su gobierno corporativo le impiden participar o financiar campañas políticas”, afirmó OHL en un comunicado oficial.
“OHL México exige prudencia y responsabilidad a personajes que buscan incidir en la vida pública del país. No es con base en descalificaciones y acusaciones sin sentido como se construye un discurso político”, agregó.
La vinculación de la empresa OHL con el poder político mexicano, sin embargo, puede observarse en su consejo de administración, en el que han participado ex secretarios de Estado y al menos tres ex directores de Petróleos Mexicanos (Pemex).
De acuerdo con el folio 332452 de la Sección Comercio del Registro Público de la Propiedad, con el nombre OHL Concesiones México, esta empresa inició operaciones bajo la dirección de José Andrés de Oteyza y Fernández, ex Embajador y ex Secretario de Patrimonio y Fomento Industrial en el Gobierno del ex Presidente José López Portillo.
En 2010, de acuerdo con la misma información registral, al consejo de administración de esta empresa se sumaron Carlos Ruiz Sacristán, ex Secretario de Comunicaciones y Transportes en el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León; ex director de Petróleos Mexicanos en el mismo sexenio, además de hermano de Jaime Ruiz Sacristán, ex funcionario de diferentes bancos privados y actualmente presidente de la Bolsa Mexicana de Valores.
También llegaron a OHL México Jesús Reyes Heroles González Garza, ex Embajador de México en Estados Unidos y, en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, director de Pemex, y Emilio Lozoya Austin, hijo del ex Secretario de Energía de Carlos Salinas de Gortari, ex integrante de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto y, en este sexenio, el primer director de Pemex.
Lozoya salió de OHL luego del triunfo de Peña Nieto en la elección de 2012, mientras que Ruiz Sacristán y Reyes Heroles renunciaron en 2016, cuando eran ya públicos los audios en los que se implicaba a diferentes políticos, incluyendo Lozoya Austin, en probables actos para asegurar contratos.
De acuerdo con Díez Gargari, incluso el candidato Alfredo del Mazo facilitó créditos a la compañía cuando fue director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS).
“Es el acto de corrupción más grave” de los últimos años en México, asegura Díez Gargari, quien en entrevista con SinEmbargo plantea que, de todas las aristas que tiene el caso OHL México, su “engaño” al mercado de valores mexicano es “fundamental”.
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–¿Cómo es que OHL Mexico “infla” sus estados financieros?
–El tema de OHL es muy complejo, con muchas aristas, pero quizá el tema fundamental es éste, el tema de la manipulación contable que durante años ha realizado y que le ha reportado beneficios indebidos por miles de millones de pesos, con el silencio cómplice del Gobierno del Estado de México, y de muchas de las autoridades federales, que han visto lo que están haciendo estos señores y no dicen nada para impedirlo. Lo explico de una manera muy sencilla: a diferencia de todos sus competidores, estos señores registran su inversión en concesión bajo un modelo que llama del “activo financiero”. Las normas internacionales de información financiera permiten que tú empresa que tienes una concesión carretera la registres bajo cualquiera de dos modelos: o el activo financiero o el activo intangible. En México, nadie, ni las empresas que son auditadas por Deloitte, que es el mismo auditor de OHL, nadie registra como activo financiero; todos registran como activo intangible, y lo registran a costo. ¿Qué quiere decir? Que registran como activo intangible al monto que les costó construirlo y luego van amortizando en el tiempo. Hasta 2010 así lo registraban también, como intangible. ¿Qué ocurre en 2010? Que OHL empieza a cotizar en la Bolsa, se vuelve una empresa pública en México y ¿qué hacen ahí?, alteran toda su contabilidad. Ahí es donde empieza la magia contable de estos señores, en 2010, porque dicen: “vamos a modificar nuestra contabilidad para vestir al novio o novia, y que nos den un poco más, obtener más dinero”. Entonces en una interpretación completamente ilegal, ellos dicen: ‘Vamos a registrar como activo financiero’.
–¿Qué es lo que registran como activo financiero?
–Toda su inversión. Ellos tienen en el Estado de México dos concesiones, el Circuito Exterior Mexiquense y el Viaducto Bicentenario. El Circuito Exterior Mexiquense es el activo más valioso de OHL en el mundo. No es que lo diga yo, sino que en sus estados financieros en España, que son públicos porque cotizan en la bolsa, te puedes dar cuenta que sólo el Circuito Exterior Mexiquense, un solo activo, una carretera en el Estado de México, vale más del 25 por ciento del valor de todos los activos de OHL en el mundo, de todo lo que tienen. Si le sumas el Viaducto Bicentenario, es el otro 15 por ciento más. Es decir, entre estas dos obras representan el 40 por ciento de todo el activo de OHL en el mundo. Y entonces se enojan cuando les digo que ellos no son una gran empresa internacional de concesiones, sino que son el administrador de dos concesiones carreteras en el Estado de México. Pero cuando ves esto en una empresa de este tamaño, es evidente que algo está mal; es decir, estos señores son una empresa grande, no puede ser que en dos activos, dos carreteritas sean el 40 por ciento. Todo eso se lleva a la forma en la que contabilizan, al tema del activo financiero. Digamos, les permite inflar de tal manera el valor de sus ingresos y sus activos, que es una barbaridad. Y me explico: la ventaja del activo financiero es que la norma te dice que para registrar como ‘activo financiero’ necesitas, se tiene que cumplir una condición, que el concesionario tenga un derecho incondicional de cobro de dinero frente a quien le otorgó la concesión; en este caso, el Estado de México. Si tengo un derecho incondicional de cobro de dinero, quiere decir que el estado tiene una obligación incondicional de pago de dinero, y eso es deuda pública; eso es deuda que tuvo que haber sido autorizada por la legislatura estatal y estar inscrita en el registro, cosa que no ocurre aquí. Y no ocurre porque el título no lo dice, porque la ley no lo permite, y porque nunca se pensó así. Este es un invento posterior de OHL.
–¿Esto se lo dice OHL a la BMV sin respaldo?
–Nada. De hecho existen un par de respuestas que me da a mí el Estado de México a solicitudes de información pública, en las que me dice que no hay obligaciones incondicionales de pago y que no hay ninguna garantía otorgada por el Estado.
–¿Y esto sí se lo dice OHL a la Bolsa?
–Ellos dicen que tienen un derecho incondicional. El juego perverso es ese, y le digo al Gobernador [Eruviel Ávila]: “está muy bien que me lo diga a mí, pero no me lo diga a mí: dígaselo a todo el mercado, a quien están engañando estos señores]. Y este señor [Ávila Villegas] se calla; es decir, es cómplice que está protegiendo, que sabe lo que está haciendo OHL. Y entonces, ¿cuál es la ventaja enorme? La ventaja es que si tú dices que tienes eso, si tienes derecho a recuperar digamos cien pesos en un año y sólo tuviste ingresos reales por 50, los otros 50, aunque no los hayas obtenido realmente, aunque no los hayas recibido, los puedes registrar como ingreso, porque tienes un derecho de cobro; es decir, porque los vas a cobrar. Entonces, ingresos que no tienes, que esperarías tener en un futuro, pero que si tuvieras una obligación incondicional del Gobierno, la norma te permite que lo hagas. Estos señores los registran desde hoy, pero no sabemos por qué registran esa cantidad de dinero, porque es una barbaridad, y pongo un ejemplo: si ves los estados financieros de estos señores, que están en la Bolsa, de pronto ves a la Concesionaria Mexiquense (filial de OHL) en 2013, dicen que tienen ingresos por 10 mil millones de pesos. ¿Quién tiene ingresos por 10 mil millones de pesos? Pero si te tomas el tiempo para ver cómo está distribuido ese ingreso, vas a ver que dice ‘ingresos por cuotas de peaje’, dos mil millones de pesos, y dices ¿qué otro ingreso puede generar una concesionaria en operación? Resulta que tienen una cosa que se llama ‘otros ingresos de operación’ que vale ocho mil millones de pesos. Y esos son los ingresos que dicen que tienen derecho a cobrar y que se lo van a cobrar al Gobierno. El efecto de esto, y espero ser claro, porque así es como se inflan los activos en los ingresos, este ingreso, al mismo tiempo, automáticamente, sin decir más, lo pasan y se lo suman a su activo; es decir, a su inversión en concesión, y dicen estos ocho mil millones de pesos vienen a incrementar mi activo financiero, que es el monto que tengo para recuperar. ¿Qué ventaja les da eso? Que ellos, cuando salen al mercado, dicen: “oye, yo emito deuda que te voy a pagar con mi activo”; ¿qué activo? Este activo completamente inflado, que no vale lo que dice. Y ese es el tema: ese activo no vale lo que dice, pero además estos le están haciendo creer al público que hay una garantía del Estado de México, y ahí es donde dices: “no puede ser”.
–La organización Ahora presentó estados financieros a 2016, y dice que OHL reportaba tener derecho a recibir 63 mil millones de pesos, casi nueve veces más que la inversión original en el Circuito Exterior Mexiquense, y que eso puede convertirse en deuda pública.
–Pero es que el Gobierno no les va a pagar nunca; no puede pagarles nada, porque no hay obligación de pagarles. Si hubiera obligación de pagarles, dices: “¿por qué ganas entonces un rendimiento del 10 por ciento real anual?”. Porque si tu riesgo no es de riesgo de proyectos, si tú no puedes perder dinero, que es lo que dice OHL –“no puedo perder dinero porque si pierdo me lo paga el Gobierno”–, no hay ninguna razón para que te paguen el 10 por ciento real anual de utilidad; te podrían pagar el interés que paga el estado por pedir prestado dinero, pero no esto.
–¿Hay otras empresas haciendo esto?
–No, ninguna. De las empresas públicas grandes, más o menos serias, no. Ni IDEAL ni Pinfra ni ICA, ninguna de las grandes.
–Y la BMV, ¿qué papel tiene?
–En un primer momento no se dan cuenta. Creo que analizan, no le ponen mucha atención y lo dejan pasar, pero desde 2013 yo empiezo a denunciar y la verdad es que se hacen tontos, no han hecho nada en la Bolsa.
–Ellos deberían vigilar…
–Que se esté reportando información veraz. Y, sobre todo, cuando hay una denuncia, decir: “vamos a ver de qué se trata”.
–¿Su denuncia es de 2013?
–Ahí inicia por el tema de la manipulación contable; es decir, empiezo a denunciar ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), a decir: “estos señores están reportando montos de inversión que no tienen ninguna justificación en ningún lado”. La Bancaria finalmente empieza a actuar y, en marzo de 2016, impone una sanción que ellos denominan “histórica”, multan a OHL, cosa que nunca habían hecho, y les obliga a modificar sus estados financieros, y de hecho los modifican; durante todo 2016, estos señores en sus estados financieros trimestrales empiezan a publicar una nota a los estados financieros, como los ordenó la Bancaria. Tú ves una disminución en el activo de 25 mil millones de pesos, le quitan los “otros ingresos” y lo que le digo a la Bancaria es que las normas de información financiera no te permiten notas: te dicen que cuando haya que modificar estados financieros, la modificación tiene que hacerse directo, pero ahí la Bancaria no pudo aguantar la presión, y los dejó y, ya en febrero, estos señores, cuando presentan su información a diciembre, ya no ponen la nota y ya vuelven a poner sus números, y lo único que hacen es cambiarle el nombre a algunas cuentas; los otros ingresos ahora se llaman “déficit por valuación del activo financiero” y dices: “esto realmente son ganas de burlarse de la sociedad con el silencio cómplice de la Comisión Nacional Bancaria”. Porque supongo que no les impusiste la sanción histórica porque le pusieron un nombre equivocado a la cuenta. No, lo que les dijiste es “corrige los montos”. ¿Qué pasó? Pensaban hacerse tontos, esa es la verdad, y decir: “ahí muere, y vamos a rescatar a OHL”. Y ¿qué pasa? Que otra vez, providencialmente, viene el tema de España (donde también se está investigando a OHL), que es una bendición, y dice lo que he repetido desde hace mucho tiempo: que estos señores utilizan ese dinero para sobornar y corromper. Yo pensé que sólo en México, pero ahora resulta que también en España, y otra vez se arma todo el escándalo y creo que se les complica el tema. Pero la intención del Gobierno mexicano era esa: hacerse tontos, y decir: “que ahí siga la cosa” y este tema debe acabar también en México.
–Y estos ingresos de los estados financieros de 2016, ¿no son deuda pública entonces?
–No es deuda. El juego perverso es que el gobernante en turno dice: “yo me hago tonto; tu engaña al mercado, y si algún día y a mí me dicen, yo digo que eso no es deuda, pero que el otro es el eercado y que no me meto ahí”. ¿Por qué? Porque pensaron que nadie iba a leer y a darse cuenta de esto, y hoy que estoy a dale y dale y digo: “no te puedes hacer tonto, le tienes que decir al mercado que esto está mal” (…) Además ellos dicen: “todo lo que no alcance a recuperar, me lo tiene que pagar el Gobierno”. Entonces, efectivamente, dicen en pocas palabras, hay una deuda contingente del Gobierno del estado de 63 mil millones de pesos, sólo del Circuito Exterior Mexiquense, otros 40 mil o 30 y tantos mil del Viaducto Bicentenario.
–Pero ¿no está obligado el Gobierno del Estado de México a pagar?
–No, de ninguna manera. Para que sea válida una deuda, la deuda pública de un estado tiene que estar autorizada previamente por la Legislatura estatal. Si eso no es así, la deuda no existe; punto. El problema es que es un problema social, más allá del tema constitucional, el día que llegue un Gobernador al Estado de México, aplique la Ley y le diga: “OHL, devuélveme la concesión porque ya recuperaste”. Puede decir: “está bien, pero ahí te dejo a todos estos tontos que me compraron no sé cuantos miles de millones de pesos de bonos”, y entonces vamos a tener que rescatar a todos estos. Ese es el problema.
–Y esos inversionistas, ¿quiénes son?
–A nivel de OHL México, que es otro engaño con el que nos han querido espantar, que dicen que “las Afores [Administradoras de Fondo para el Retiro] tienen una gran inversión”; no es cierto. Sí traían una inversión más o menos importante hace tres o cuatro años, pero hoy no; las Afores tienen una cosita que, si OHL quiebra, como debería quebrar, porque está quebrada salvo por la respiración artificial que le da el Gobierno mexicano, no le pasa nada al sistema financiero mexicano. Casi todas las acciones están en manos de fondos de inversión extranjeros, muchos de esos que son los que les llaman los fondos “buitres”, que a eso se dedican, a tomar posiciones de mucho riesgo para ganar mucho pero que también pueden perder mucho, y cuando ocurra lo que tenga que ocurrir van a demandar a OHL en Estados Unidos; van a decir: “me engañaste, así que ahora me pagas”. Al sistema mexicano no le pasa nada. La deuda sí está más distribuida y sí hay más bancos mexicanos que le han prestado, incluyendo a Banobras, que algunas de estas operaciones claramente inconstitucionales, una de éstas autorizadas por Alfredo del Mazo, que dice que no conoce a OHL. Es una garantía de pago. En noviembre de 2014, Banobras autoriza el otorgamiento de una garantía de pago respecto de unos valores que se emiten con cargo al Circuito Exterior Mexiquense, y desde entonces le digo yo al director de Banobras, a Del Mazo, le digo: “oye, la garantía no sólo es inconstitucional, no sólo es ilegal, sino que no tiene fuente de pago o reembolso, no puedes otorgarla”. Del Mazo, si te acuerdas, se va en enero de 2015, pero la garantía se aprobó el 14 de diciembre, una cosa así; son como dos mil millones de pesos, y otros créditos. Pero está clarísimo, no hay deuda pública, no hay ninguna obligación del Gobierno del Estado de México de pagarle a estos señores, y lo que están haciendo es engañarlos; y el esquema perverso, desde la perspectiva del Gobernador del Estado de México es esa: que permite que se engañe al público, haciéndole creer que hay una garantía que no existe.
–Es como una red…
–Es muy claro: Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray, y éste es el que arma todo; el operador digamos manual es Gerardo Ruiz Esparza (Secretario de Comunicaciones y Transportes). Y, efectivamente, construyen todo un puesto con Banobras y, a partir de eso, le entrega beneficios inmensos a OHL, que además parece que no van a tener fin nunca, porque cada seis años se modifican esas concesiones, cada que hay elecciones, para darle más beneficios, y entonces la concesión no acaba nunca. La concesión era máximo 30 años, debería terminar en 2033, pero como todas las concesiones en México, establecía que cuando el concesionario hubiera recuperado su inversión más el rendimiento, la concesión debe revertir a favor del Estado, y eso en el caso del Circuito Exterior Mexiquense, yo afirmo y así lo tengo demandado en varios juicios, ya ocurrió: OHL debe regresar ya el Circuito Exterior Mexiquense, y el Viaducto Bicentanario ya estamos a punto. Pero ellos no sólo siguen, también dicen: “me lo voy a quedar hasta el 2050”.
SinEmbargo envió ayer un correo electrónico a OHL México solicitando información con respecto a lo advertido por Díez Gargari. Pero, al cierre de esta información, la petición no había sido respondida.