STEVEN WILSON, EL HIJO PRÓDIGO DEL ROCK PROGRESIVO

11/05/2013 - 12:00 am

Steven Wilson comparte con Trent Reznor (líder del grupo Nine Inch Nails) algo más que su ideología de que “el arte es resistencia”. Ambos músicos son herederos directos del sonido que bandas legendarias de rock progresivo como Pink Floyd y King Crimson sembraron durante la década de 1970, y pueden presumir de sus habilidades como guitarristas, compositores y cantantes, además de respetados productores e ingenieros de audio.

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A lo anterior se suma su postura en contra de la transnacional Apple y el sistema implantado por la industria musical: mientras que Reznor luchó contra la censura de la que fue víctima por la compañía cofundada por el fallecido Steve Jobs con una aplicación para iPhone, por considerar que sus letras eran “inapropiadas”, Wilson documentó en “Insurgentes” (2008) todo un tratado sobre su aversión hacia los iPods y el rechazo al MP3 como formato para escuchar música.
Los dos son genios incomprendidos, pero a diferencia del lugar como “celebridad” que Reznor ocupa en la escena musical, Wilson se mueve en un sitio más “subterráneo”, donde ha desarrollado una fructífera carrera que lo sitúa como una referencia indispensable del rock progresivo y el metal.
A sus 47 años, el británico se ha convertido ya en una autoridad de esos géneros musicales, gracias al trabajo con sus grupos Porcupine Tree, Blackfield, No-Man, Incredible Expanding Mindfuck (I. E. M.), Bass Communion y más recientemente con su proyecto solista, con el que regresará a México para presentar en vivo su tercer álbum en solitario, The Raven That Refused to Sing (and Other Stories), el 14 de mayo, en el Teatro Metropólitan.

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Su inquietud artística y carácter ecléctico lo han llevado a adentrarse en el rock progresivo, la psicodelia, la música electrónica, el art rock, el post-rock y el metal, pero también a trabajar como productor e ingeniero de audio de colegas tan distintos como Anja Garbarek, Orphaned Land, Fish (Marillion) y Opeth.
A su lista de hazañas musicales suma su participación como vocalista invitado de Pendulum y Dream Theater; una colaboración con Yoko Ono para un remix, el prestigio ganado por sus remezclas en 5.1 de discos clásicos de King Crimson y Jethro Tull; y su nominación a un Grammy por mejor mezcla en Sonido Surround con su proyecto Storm Corrossion, en el que comparte créditos con el sueco Mikael Âkerfeldt (Opeth).

Nombrado recientemente “Icono Progresivo” por la revista Prog Magazine, Steven Wilson platicó con SIN EMBARGO MX  sobre su nuevo trabajo discográfico en solitario, su regreso a México y el futuro de Porcupine Tree.

¿Cómo surge el deseo de concebir un disco dedicado a los fantasmas y a los fenómenos sobrenaturales? 

Desde niño me fascinan las historias de fantasmas. En mi adolescencia estaba realmente obsesionado con el tema de los OVNIS y en general con lo inexplicable, fuera lo que fuera, pero que estuviera relacionado con los fenómenos sobrenaturales.

Creo que hay algo que realmente me llama la atención de las historias de fantasmas y no es precisamente el tema de los muertos, sino el de los vivos y el tratar de entender un poco sobre la inmortalidad. La pérdida y el remordimiento son aspectos que están íntimamente relacionados con nuestras obsesiones, con nuestra propia muerte y los podemos ver reflejados en oportunidades que no tomamos, en relaciones que no funcionaron, en profesiones que elegimos mal.

En general, este disco aborda todas estas cosas que nos provocan sentimientos de pérdida y remordimiento y que se cuelgan en nuestras vidas sobre cosas que no hemos alcanzado o hecho. El fantasma se vuelve entonces una metáfora sobre cosas que de alguna manera no se pudieron alcanzar o cumplir en vida.

¿En qué o en quién se inspiró para grabar este disco? Hay un tono muy marcado en torno a la muerte y a los homicidios…

Este disco está enfocado en la idea clásica de lo gótico y las historias de fantasmas. La mayoría de los autores que fueron una influencia en este trabajo son británicos, sobre todo la escuela que data de principios de la década de 1920, como Algernon Blackwood, Arthur Machen y  M. R. James. Todos ellos escriben historias de fantasmas en un estilo inglés muy oscuro y malévolo, que tienen una atenuación sobre un sentido del miedo.

¿Sabes? Ha sido interesante, porque estamos de gira y la gente me ha dado libros con cuentos cortos de autores que escriben sobre fantasmas o fenómenos sobrenaturales de sus propios países, así que estoy seguro que hay algunas historias maravillosas de fantasmas en las que me adentraré próximamente.

DISCOEs importante mencionar que la mayoría de las canciones de The Raven That Refused to Sing (and Other Stories) provienen de ideas mías y no tomadas de cuentos cortos existentes; sin embargo, el estilo en que fueron escritos estuvieron inspirados en la literatura y los autores que mencioné.

¿De dónde viene el nombre que da título al disco, The Raven That Refused to Sing (and Other Stories)?
Proviene de una idea que tuvo el artista alemán Hajo Müller, quien colaboró conmigo en este disco. Creo que la idea es de alguna manera única y fresca, sobre todo por las historias tan tradicionales y la manera en que fueron escritas; algunas de ellas, por cierto, existen como historias y fueron publicadas como ediciones especiales en el disco.

¿Qué le hizo soltar el control absoluto en este trabajo e invitar al legendario Alan Parsons para coproducirlo y  fungir como ingeniero de audio?
Fue muy emocionante y a la vez tuvo sus dosis de miedo, pues el control de la grabación estaba fuera de mis manos, por eso quería tener un excelente ingeniero de audio capaz de ocuparse de ello. Alan (Parsons) se convirtió en una leyenda en el período de la grabación de la música que más me gusta, la década de 1970. Adoro la música de esa época y creo que los discos grabados en ese tiempo suenan mejor que en la actualidad, con todo y lo que ha avanzado la tecnología.

¿Qué tanta libertad creativa ha encontrado en su proyecto solista?
En un proyecto “solista” no tienes que complacer a nadie más que a ti, y puedes hacer lo que quieras. Estoy en la etapa de mi vida que esperé alcanzar alguna vez, y es hacer lo que a mí gusta, con los recursos financieros para contratar a músicos fantásticos y grabar mis discos. Parte de estar en una banda es el compromiso, es una unidad, lo cual puede ser positivo, porque le da una identidad al grupo, pero también negativo.

Ser alguien que es constantemente creativo puede resultar algo negativo cuando estás en una banda, porque existen otras personas que tienen voz e influencia sobre el camino, entonces la música puede volverse algo comprometedor.

¿Qué le respondería a los seguidores de Porcupine Tree que han mostrado su preocupación por el futuro de la banda?
Los fans de Porcupine Tree no deben preocuparse por el futuro de la banda porque tienen los discos que sacamos durante 15 años y lo pueden disfrutar cuando quieran. Por el momento Porcupine Tree no es algo que me interese o me preocupe; sin embargo, estoy muy orgulloso de nuestro trabajo y la herencia que dejamos. No puedo hacer todo y debo escoger qué me interesa más. Tal vez algún día nos juntemos y grabemos otro disco, tal vez no.

¿Con qué sorprenderá a sus seguidores en el concierto del Teatro Metropólitan?
Tenemos un nuevo disco, así que lo tocaremos completo. Hay nuevos diseños de luces y otros visuales. Tengo un nuevo guitarrista, Guthrie Govan, quien es extraordinario y volverá loca a la audiencia. Hace un año estuvimos en México, así que este concierto del Metropólitan será como la continuación de ese show.

 Siendo un músico tan inquieto, artísticamente hablando, ¿qué más le hace falta por hacer?
Lo que me encantaría hacer, aunque aún no está programado, es componer la música para una película como lo hizo Trent Reznor con The Social Network y The Girl With The Dragon Tattoo. Eso sería el paso lógico para mÍ, pero estoy en espera de que alguien me dé el trabajo.

Natalia Cano
Es originaria de la Ciudad de México y egresada de la UNAM. Fungió como reportera en El Universal y la agencia Notimex. Actualmente colabora en una agencia internacional de noticias, y ha escrito en revistas como Rolling Stone México, Marvin, La Mosca en La Pared, Sound:check y MusicLife.
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