En Donde nadie me espere, Piedad Bonnett se acerca al escándalo de los "falsos positivos", como se denomina el caso de los asesinatos de civiles por militares para presentarlos como guerrilleros muertos en combate para conseguir beneficios en permisos y ascensos.
Madrid, 11 de abril (EFE).- La poeta, novelista y dramaturga Piedad Bonnett considera que en países como el suyo, Colombia, la gente "se acostumbra al horror" y asuntos como los "falsos positivos", ejecuciones extrajudiciales, de los que habla en su última novela, no interesan ya que se toman como algo "obvio".
Donde nadie me espere, editado por Alfaguara, es el título de la novela de Bonnett, en la que cuenta la historia de Gabriel, un joven que renuncia a una vida normal para explicar el sentido de su vida y va cayendo hasta tocar fondo.
En la historia, Bonnett se acerca al escándalo de los "falsos positivos", como se denomina el caso de los asesinatos de civiles por militares para presentarlos como guerrilleros muertos en combate para conseguir beneficios en permisos y ascensos. La fiscalía colombiana ha documentado unos 2 mil casos que implican a unos mil 500 militares.
Bonnett explica en una entrevista cómo le interesaba en particular el tema de los jóvenes mendigos que se encuentran en las calles de los países occidentales y cómo puede ser muy fácil caer en esa situación: "me interesó el umbral", explica en referencia al momento en el que una renuncia al mundo establecido puede convertirse en viaje a la indigencia del que es muy difícil regresar.
"Cuando veo esos jóvenes sentados en las aceras de las ciudades con sus perros me pregunto ¿qué pasó con sus vidas". Ellos renuncian a un entorno familiar, a los estudios, a la posibilidad de un trabajo y optan por la libertad absoluta", indica la escritora y profesora colombiana.
Son, en su opinión, seres que no se ajustan a las exigencias de las ideas preconcebidas del éxito.
Pero, advierte, la gente no puede usualmente sostenerse sola en la calle y el peligro del alcohol es importante. El alcoholismo es tan destructor y la sociedad es tan permisiva con él que llega un momento en el que no hay posibilidad de retorno.
En su novela, no obstante, Piedad Bonnett juega con la oportunidad de regreso que da a su protagonista y la posibilidad de que pudiera reinsertarse, aunque reconoce que "retornar a la sociedad es muy difícil" en un caso de estos.
Bonnett (Amalfi, Antioquia, 1951) llegó a las listas de los libros más vendidos en Colombia con Lo que no tiene nombre, un texto en el que reflexionaba sobre el suicidio de su hijo.