El impacto del brote de Covid-19 tuvo ya un impacto "significativo" en el crecimiento de la demanda de petróleo durante el primer trimestre de 2020, aseguró la OPEP. Además, Rusia y Arabia Saudí no parecen estar cerca de negociar el fin de su guerra de precios.
Viena, 11 de marzo (EFE).- El aumento del consumo de crudo en 2020 quedará reducido prácticamente a cero debido al impacto del coronavirus en la economía, según anunció este miércoles la OPEP en un informe que reduce de 990 mil a 60 mil barriles diarios (bd), un 93 por ciento menos, el crecimiento de la demanda respecto al pasado año.
En su informe mensual publicado hoy, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) calcula además que el volumen de crudo que el mundo requerirá de sus trece socios se reducirá este año un 5.8 por ciento (1.73 mbd) respecto a 2019, hasta los 28.18 mbd.
"El tremendo impacto que el brote de Covid-19 tuvo hasta ahora en el crecimiento económico ha impactado significativamente el crecimiento de la demanda de petróleo en el primer trimestre de 2020 y por lo tanto llevó a una revisión a la baja para mostrar menos de 0.1 mbd de crecimiento en todo el año", explican el documento.
Ante la escalada de tensiones entre Rusia y Arabia Saudí, que no parecen estar cerca de negociar el fin de su guerra de precios, y la crisis del coronavirus el precio del petróleo de Texas (WTI) para entrega en abril abrió este miércoles con una caída del 3.9 por ciento. El barril del crudo Brent empezó la jornada con tendencia a la baja y cotizaba con una caída del 2.4 por ciento hasta situarse en 36.82 dólares.
A las 09:15 hora local (13:15 GMT) el barril cotizaba a 33.03 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York tras perder 1.33 dólares. El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, había cerrado el martes en el International Exchange Futures de Londres a 37.73 dólares, un repunte frente al desplome del lunes, cuando llegó a retroceder un 30 por ciento, con fuerte impacto en los mercados globales.
Los precios del crudo de Texas se preparan para una jornada que los inversores esperan volátil en una semana en la que el barril de crudo ha llegado a desplomarse más de un 20 por ciento el lunes, aunque en la sesión de ayer martes rebotó casi un 10 por ciento.
Todo esto se produce como consecuencia de la falta de acuerdo entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y su principal aliado, Rusia, para recortar en 1.5 millones de barriles por día la producción de crudo por la crisis del coronavirus de Wuhan (COVID-19).
Tras el fracaso en las negociaciones, Arabia Saudí anunció la reducción drástica de los precios del petróleo y desde hace unos días se prepara para aumentar la producción en el marco de una agresiva campaña para arrebatar cuota de mercado a Rusia.
El ministro de Energía saudí anunció que esperan llegar a los 13 millones de barriles por día.
La postura saudí contrasta con el intento de acercamiento del ministro de Energía de Rusia, Alexander Novak, quien señaló que dejaba la puerta abierta para que Moscú y Riad volviesen a la mesa de negociación y poder así estabilizar los mercados.
"Este movimiento atrevido de Arabia Saudí de aumentar a esos niveles la producción confirma que Riad está tratando de presionar al máximo tanto a Rusia como a Estados Unidos”, dijo la analista de Economist Intelligence Unit Cailin Birch en declaraciones a CNBC.
La disputa entre Arabia Saudí y Rusia, que continúa amenazando seriamente a los dividendos de las grandes petroleras, llega justo en un momento en el que la demanda está por los suelos tras la caída de los desplazamientos por la crisis del COVID-19.