María del Rocío Vázquez relató que luego de denunciar que fue víctima ha sido castigada dentro del Penal Neza-Bordo. No la dejan hacer ninguna actividad, a eventos o a talleres, únicamente estar en su celda y en el patio.
Ciudad de México, 11 de febrero (SinEmbargo).- El 20 de enero de 2023, María del Rocío Vázquez y Brenda Romero Piña, pintaba para ser un día de tantos: saldrían a trabajar en su negocio de ropa que vendían a través de Facebook, este método en el que miles de mujeres han logrado tener ingresos ofreciendo productos y entregando en puntos que acuerdan ambas partes.
Ese día, hace más de un año, ellas no esperaban la pesadilla que iniciaría. Policías de investigación de Nezahualcóyotl, Estado de México, las detuvieron acusándolas del delito de extorsión. Las subieron a una patrulla, las golpearon, las torturaron, abusaron de ellas sexualmente. En la Agencia Investigadora del Ministerio Publico de la Perla, ubicado en ese municipio, el maltrato continuó.
“Habíamos ido a entregar una ropa, porque vendíamos por el Face, y estábamos con otra chica, estábamos entregando en un parque en donde habíamos acordado, de repente a unos metros, estaban dos hombres alegando, pero no le tomamos importancia, de repente uno de los hombres dispara, empezó a disparar y corrimos, por correr nos detuvieron”, explicó María del Rocío en entrevista para el programa Café y Noticias que se transmite por SinEmbargo Al Aire.
“Después de un rato que nos estuvieron pegando, llegaron dos mujeres, porque a nosotras nos detuvieron hombres, y ahí empieza toda nuestra historia, no sabíamos el motivo, y nos trajeron paseando, pegando, y nos llevaron primero a una delegación y a la otra chica que venía conmigo, otro judicial le hizo grabar un video, en el que dijera que fuimos a recoger droga”, detalló.
“Nosotros pensamos que ellos nos iban a detener por droga, pero una supuesta víctima, que la conozco perfectamente, su nombre, se acercó a la camioneta y le dice al judicial que nosotras no éramos, y le dice el judicial ‘sí son ahorita vas a ver’ y se fueron”, añadió la víctima, quien se encuentra recluida en el penal de Nezahualcóyotl.
Al platicar con Rocío contó que luego de denunciar que fue víctima ha sido castigada dentro del Penal Neza-Bordo. No la dejan hacer ninguna actividad, a eventos o a talleres, únicamente estar en su celda y en el patio.
A pesar de que existen protocolos para determinar si una mujer fue víctima de violencia sexual y/o tortura, e incluso se abrió una carpeta con las pruebas, las autoridades decidieron no hacer caso de lo que ambas mujeres denunciaron. Una jueza simplemente lo catalogó como falso. A decir de Rocío, esto se debe a que sus agresores son policías que además, las amenazaron.
Hoy, la carpeta con esa información está “desaparecida”. Tampoco han prosperado las quejas por los golpes y la tortura. “Ahí en la delegación nunca dijimos [sobre la violación] nada porque estaban esos judiciales y nos tenían amenazadas, pero llegando aquí le dijimos a las custodias y al doctor que nos certificó, pero en ese momento en doctor dijo que no, que no podía certificarnos porque necesitaba una orden”, recordó María del Rocío.
“Como a los cinco días, yo estaba muy mal psicológicamente, porque es algo muy difícil y pasé con la psicóloga de aquí y dio aviso a la directora, y la directora trajo a un ginecólogo, a un perito, un MP y unos judiciales y nos tomaron declaraciones de la violación, pero hasta el momento [nos dicen] que esa declaración no existe, lo hacen perdedizo”, añadió, y sostuvo que durante una audiencia que tuvo por la violación que sufrió la Jueza “nos dijo que era mentira, que nos lo estábamos inventando”.
Rocío también habla del video de las cámaras de seguridad que muestran lo que ocurrió ese 20 de enero de 2023: se ven ambas corriendo en sentido contrario de donde unas personas dispararon un arma. A pesar de esa evidencia, el caso lo continuaron armando con más anomalías, como el hecho de que policías intentaron obligarlas a que tocaran una pistola y unos billetes
“Hay un video donde, parte de lo que yo declaro, donde digo que por correr a mi detienen tres policía hombres y la hora, porque como nos estuvieron pegando nos presentaron pasando las 7 de la noche”, señaló María del Rocío Vázquez.
“Incluso, uno de los judiciales de la delegación les dijo ‘ellas no son, ellas no son, ya les estuvimos pegando, ya hubieran dicho, son mujeres’, y otro dijo ‘sí, ya son ellas, ya las tenemos aquí’, y otro judicial dijo que ya había revisado nuestros teléfonos y que vendíamos ropa, teléfonos que nunca los presentaron como prueba, yo traía una cadena de oro y también me la quitaron, nunca les entregar nuestra pertenencias a nuestras familias”, dijo.
“Nos bajaron al baño, las mujeres querían que tocáramos, yo el dinero y mi sobrina Brenda el arma, lo que no hicimos y tampoco nos obligaron, pero el policía le dijo a la policía que era una pendeja, que cómo nosotras mandábamos (…) los que eran más agresivos eran los hombres, los que nos pegaban a nosotras eran los hombres, no las mujeres, también se le pidió a la Juez un peritaje que nunca mandó”, agregó.
Rocío habló sobre los tratos recibidos por parte de miembros de la Fiscalía Estatal como de los jueces. Por el abuso sexual ella debe ser considerada víctima, pero a quienes denunció no se les ha citado ni abierto una carpeta de investigación.
“No nos hacen caso, yo ya se lo dije a la Juez, porque ya fui una vez a la audiencia pero ahora de víctima, por lo de violación, que cómo puede ser posible que los tipos que me violaron no están presos, porque son judiciales o ¿cómo?, y a mi que me armaron una carpeta aquí sigo, sin poderme ir, sin poder estar con mi familia, sin avances, porque no hay avances”, consideró.
“Ha sido muy difícil esta situación, porque aparte yo soy diabética, y el que a mi me hayan violado es muy difícil, porque es algo muy feo y que no me haga caso y seguir aquí presa, peor, ya no puedo más, estoy muy desesperada”, expresó la mujer, quien lleva más de un año en prisión.
El delito del que se les acusa es de “extorsión” y la sentencia máxima que amerita ese delito es de 54 años. Hasta el momento, la Fiscalía de Tortura, ubicada en Toluca, las visitó hace un año. La Comisión Estatal de Derechos Humanos les tomó su declaración y ya. Ahorita está a la espera de un amparo.