El cura, de 72 años, repartió entre los feligreses una carta en la que se enumeraba a los legisladores con nombre y apellidos. “De acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia católica durante 2.000 años, los siguientes miembros de la legislatura no pueden recibir la sagrada comunión”, escribió.
Ciudad de México, 11 de febrero (RT).- El sacerdote católico Richard Bucci, del estado estadounidense de Rhode Island, aseguró que, a diferencia del aborto, “la pedofilia no mata a nadie”. Con este argumento justificó la decisión que tomó a finales de enero de prohibir que 44 políticos proabortistas pudieran recibir la comunión en su parroquia.
“La pedofilia no mata a nadie, pero [el aborto] sí lo hace”, dijo Bucci, de la Iglesia del Sagrado Corazón en West Warwick, a la cadena WJAR, alegando que el número de niños muertos como consecuencia del aborto es superior al de niños que han sido sometidos a abusos sexuales.
El cura, de 72 años, repartió entre los feligreses una carta en la que se enumeraba a los legisladores con nombre y apellidos. “De acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia católica durante 2.000 años, los siguientes miembros de la legislatura no pueden recibir la sagrada comunión”, escribió.
Además, los 44 legisladores que votaron a favor de la Ley de Privacidad Reproductiva, promulgada el pasado marzo, no podrán actuar como testigos de boda, ser padrinos ni realizar ninguna otra función de la Iglesia.
“Ahora, no sé qué más tengo que decir al respecto, esta es la enseñanza de la Iglesia. La Ley Canónica de la Iglesia, el Concilio Vaticano II y el Primer Catecismo de la Iglesia. No sé qué otras pruebas debería presentar”, destacó Bucci, que agregó que cualquiera que permita o aliente el aborto debe ser separado del cuerpo de Cristo, es decir, de la Eucaristía.
La demócrata Carol Hagan McEntee, de la Cámara de Representantes de Rhode Island, criticó las palabras del sacerdote en declaraciones a CBS News. “Las voces heridas que escuché, han robado su infancia. Prácticamente han destruido sus vidas. Y aquellos a los que aún escuchamos son los afortunados, porque todavía están vivos; no murieron a causa de la sobredosis o el suicidio”, señaló.