En la imágenes se puede ver a Kerry grabando el fondo marino cuando de las profundidades surge un escualo a gran velocidad y dispuesto a atacar.
Por Laura Eguiluz
Ciudad de México, 11 de enero (SinEmbargo/ASMéxico).– El buceador de pesca submarina Kerry Daniel, de 35 años, consiguió escapar del ataque de un tiburón clavándole un arpón en la boca. Daniel, que se encontraba de vacaciones con unos amigos en la costa de Queensland, cerca de la Gran Barrera de Coral (Australia) pudo grabar el vídeo que ha colgado en sus redes sociales.
El tiburón, un ejemplar de una especie conocida como sarda, puede llegar a medir más de 3 metros y superar los 150 kilos de peso. En la imágenes se puede ver a Kerry grabando el fondo marino cuando de las profundidades surge un escualo a gran velocidad y dispuesto a atacar.
Daniel opta en ese mismo instante por clavar su arpón en la boca del animal que se quedó dando vueltas sobre sí mismo al ser herido. La rapidez de respuesta ante el ataque salvó al buceador del mordisco del escualo.
Aunque su canal de YouTube de pesca con arpón “Liquid Vision” no llegaba a los 500 seguidores, el vídeo lleva ya más de un millón 400 mil visualizaciones.
UN COMPORTAMIENTO POCO HABITUAL
El hombre explicaba a la versión australiana del diario Daily Mail que acude a la zona desde hace 6 años para pasar sus vacaciones junto a sus amigos una vez al año: “Hemos visto antes venir hacia nosotros a tiburones en el arrecife, pero nada como esto”, explicaba al conocido medio.
Generalmente los tiburones suelen golpear a sus presas cuando tienen dudas sobre ellas, por ello, aunque Daniel, que había visto al tiburón merodeando a unos 50 metros de él, ya estaba listo para evitar el golpe, fue una sorpresa que el escualo se lanzara directamente al ataque.
La reacción del animal hizo que el buzo disparara su arpón que se quedó en la boca del depredador mientras el protagonista de las impactantes imágenes huía dejando atrás al animal herido.
“Me arrancó el arma de la mano, también arrancó la línea. No me di cuenta de que el arma estaba atascado en su boca, así que estaba esperando a que lo escupiera, pero luego pensé que no valía la pena y me fui”, relataba el protagonista.
Daniel, que administra un negocio de plaguicidas, dijo que no sabe lo que pasó después con el tiburón después de su encuentro. Pero ha hablado con varios expertos en tiburones y pescadores que dicen que nunca habían visto antes ese tipo de comportamiento agresivo.