Poder Judicial de la Federación otorga amparo a "Lucero"; su agresor será juzgado, ahora sí, como presunto violador

14/08/2014 - 8:11 pm
Lucero, ya recuperada de los golpes. Foto: Facebook
"Lucero" fue agredida física y sexualmente el 11 de septiembre de 2013. Foto: Facebook

Por Carmen Pizano, especial para SinEmbargo

Ciudad de México, 14 de agosto (SinEmbargo/ ZonaFranca).– El Tribunal Colegiado de Circuito en materia penal del Poder Judicial de la Federación con sede en Guanajuato ratificó el amparo promovido por los abogados de la clínica de interés público del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en el caso de la joven María de la Luz Salcedo Palacios, mejor conocida como “Lucero”, quien fue golpeada por un joven que acababa de conocer y la obligó a tener relaciones sexuales en septiembre del 2013.

Con la ratificación del amparo, el Poder Judicial de Guanajuato está obligado a iniciar un nuevo proceso contra el agresor confeso de la joven, Miguel Ángel Jasso Manríquez, por los delitos de tentativa de violación.

El apoyo de los abogados del CIDE valió para que se lograran reclasificar los delitos por la agresión que sufrió la joven en septiembre del 2013.

Sin embargo, el Tribunal Colegiado de Circuito desechó los argumentos para incluir el delito de intento de secuestro.

Javier Cruz Angulo, director del CIDE, explicó que ahora el Poder Judicial de Guanajuato tendrá que iniciar el proceso penal en contra del agresor de Lucero, esta vez imputado por delitos graves.

Después de que Lucero denunció públicamente la agresión que vivió la madrugada del 12 de septiembre del 2013, el Ministerio Público abrió una carpeta de investigación por los delitos de abusos eróticos sexuales y lesiones.

Los abogados defensores de Jasso Manríquez promovieron un recurso para dar marcha atrás al amparo que entregó un Juzgado federal, pero el Tribunal Colegiado del Poder Judicial de la Federación lo ratificó.

Miguel Ángel Jasso está detenido desde marzo del 2014, luego de que fue declarado prófugo de la justicia.

LA LUCHA DE LUCERO

La noche del miércoles 11 de septiembre del año pasado la joven salió de trabajar, pasaron por ella un amigo y el agresor, a quien identifica como un conocido al que le presentaron hace unas semanas. Los dos jóvenes le ofrecieron llevarla a su casa, pero después los planes cambiaron y le sugirieron irse por unas cervezas.

María Luz se negó, fue en ese momento que Miguel Ángel Jasso se ofreció a llevarla a su casa y accedió al ofrecimiento. En el camino el joven, ya casado y con un hijo, le sugirió tener relaciones sexuales, ella se negó y fue cuando él la llevó en su automóvil al lugar conocido como la Sierra de Santa Rosa.

La joven narró que desde ese momento él se quedó en silencio y la mantuvo amagada, mientras ella le pedía que la dejara libre. La llevó hasta el poblado conocido como Ojo de Agua, muy cerca de Dolores Hidalgo.

La bajó del coche y comenzó a golpearla brutalmente, intentó asfixiarla y por más que ella gritaba y le suplicaba que se detuviera, él continuaba azotándola contra el piso y dándole puñetazos en la cara.

“Su intensión en ese momento no fue ni de violarme, ni me tocó, no trató de quitarme la ropa, su intención era matarme, era un coraje con el que me daba golpes secos… Yo le empecé a gritar que me viera a los ojos, ve a tu mamá, ve a tu hermana, como que se detuvo un poco y yo pude meterle las uñas a los ojos”, narró.

Con esa acción, María Luz logró detener a su agresor y salvar su vida porque “llegó un grado en el que yo estaba a punto de perder el conocimiento”.

Después el joven paró en seco los golpes, se subió al coche y la víctima aprovechó para correr entre la hierba para esconderse. Dos minutos después él arrancó el automóvil y se fue.

“Por suerte 60 metros abajo se estrelló, yo escuché el golpe, en el momento no reaccioné y yo esperé como otros 15 minutos para ver si no regresaba. Cuando me sentí más segura me fui al poblado de Ojo de Agua a pedir ayuda”.

Luego del apoyo de los pobladores que llamaron a la policía, llegaron dos patrullas de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y dos ambulancias; un policía la llevó al lugar del accidente y fue cuando se dio cuenta de que su agresor se había estrellado.

Ella le pidió al policía que no la acercara al lugar porque dentro del automóvil estaba su agresor, así que el elemento la llevó al Ministerio Público, donde ya la esperaba su madre.

Al llegar al Ministerio Público la canalizaron al Hospital General de Guanajuato, en el hospital se encontró en la camilla de al lado con su agresor, que era atendido por los golpes que sufrió en el accidente.

Mientras María Luz era valorada por un médico legista, el agresor también era atendido por los doctores a unos metros de ella.

Aunque desde el inicio lo señaló como el responsable de las lesiones, la dejaron sola con su agresor, sin policías o personal que estuviera resguardándola.

“No había ni una cortina, estaba ahí, me dejaron sola y él todavía tuvo el atrevimiento de verme a los ojos y llamarme con un tono amenazante… trató de incorporarse y yo corrí al baño, las enfermeras lo que me dijeron fue ‘no se puede parar’, pero ni siquiera cerraron la cortina”.

El12 de septiembre de 2013, María Salcedo interpuso una denuncia en contra de Miguel Ángel Jasso Manríquez, quien la golpeó brutalmente por haberse negado a tener relaciones sexuales.

La denuncia fue hecha ante un Ministerio Público de Guanajuato, lugar de residencia de Lucero, sin embargo, la respuesta de las autoridades en aquel momento no fue convincente para la joven ni para su familila, pues la juez Paulina Iraís Medina Manzano se negó a dictarle prisión preventiva a su agresor porque argumentó que la víctima ya “no corría ningún peligro”.

Lucero colocó en internet las fotografías de los daños en su rosto y cuerpo, y posteriormente, el caso se difundió en internet hasta llegar a cientos de usuarios de la red, lo que de inmediato fue calificado como una injusticia por parte de las autoridades de Guanajuato, ya que de acuerdo con las declaraciones de la joven, la intención de Miguel Ángel Jasso era matarla.

De inmediato comenzó a girar en Twitter el hashtag #JusticiaParaLucero. Los mensajes de los usuarios demandaban que se realizara el juicio correspondiente en contra del agresor de la chica, quien en el primer momento declaró que hizo público “para denunciar la misoginia que existe en Guanajuato y la sociedad de la que somos víctimas todas las mujeres a diario”, dijo Lucero.

De esa manera fue que las autoridades de Guanajuato pusieron mayor atención al caso, sin embargo, el agresor se dio a la fuga y el hashtag #JusticiaParaLucero pasó a la historia hasta que el 30 de marzo de este año, Jasso Manríquez fue detenido en el Distrito Federal.

En marzo de 2014, el Procurador General de Justicia del Estado de Guanajuato, Carlos Zamarripa Aguirre, informó, a través de su cuenta de Twitter, que el joven Miguel Ángel Jasso Manríquez fue detenido y acusado de intento de violación y secuestro de Lucero.

Desde el 24 de marzo se giró una orden de aprehensión en contra del joven, luego de que no se presentó a la audiencia donde el Ministerio Público pediría que enfrentara el proceso en prisión preventiva, con la reclasificación de los delitos que ordenó un tribunal federal.

Ahora Jasso Manríquez enfrenta el proceso legal por los delitos de tentativa de violación y secuestro, interno en el Cereso de Puentecillas, en Guanajuato capital.

Tras el caso de "Lucero" se detonó la atención del Feminicidio en Guanajuato. Foto: Cuartoscuro
Tras el caso de "Lucero" se detonó la atención del feminicidio en Guanajuato. Foto: Cuartoscuro

CASO QUE SIENTA PRECEDENTES

El llevar el caso Lucero a los juzgados federales y que se haya reconocido que la falla del proceso fue desde la integración de la carpeta de investigación por parte del Ministerio Público, sienta un precedente en Guanajuato para las víctimas de violencia de género.

Así lo consideraron los abogados de la clínica de interés social del CIDE, luego de conocer la resolución del Tribunal de Circuito, que basándose en los tratados internacionales que ha firmado México, para juzgar con perspectiva de género.

El director del CIDE declaró que “es uno de los primeros casos donde el amparo sirve para defender a víctimas del delito, también es un caso paradigmático en los términos de violencia de género. Hay que entender que se había normalizado parte de la violencia de género y los propios jueces habían aceptado que una persona que había confesado un evento delictivo gravísimo pudiera salir bajo el argumento de abusos eróticos sexuales”.

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