Por Suroosh Alvi, de Vice News, para Sin Embargo | TERCERA PARTE
Ciudad de México, 1 de agosto (VICE México/SinEmbargo).– La imagen es una de devastación. Se avistan los tejados y muros de un pueblo, perdidos entre columnas de humo mientras son devorados por las llamas. Cuando termine el incendio, habrá 150 casas destruidas. Cincuenta personas habrán muerto. De entre ellas, 13 serán niños.
El 19 de diciembre 2010 se produjo tal incendio en San Martín Texmelucan, a las afueras de Puebla. En la tercera parte de su documental Drogas y petróleo (Crude & Cocaine), VICE News da cuenta del suceso y explica su origen: Un cártel falló en un robo de hidrocarburos en el que drenaba un oleoducto de Pemex por –al menos– sexagésima vez.
El resultado fue una explosión que desató un río de material combustible que recorrió las calles San Martín Texmelucan, prendiendo todo a su paso. Hubo cientos de damnificados.
Pero destaca en particular la historia de un hombre. Jaime Mendel perdió a diez miembros de su familia ese día: esposa, nietos, hijos.
De frente a un altar que Mendel hizo en honor a sus difuntos, un reportero de VICE News dice que comprensiblemente el hombre se abstiene de hablar con la prensa. El reportero explica que las penas de Mendel no se terminaron con las muertes de sus seres queridos.
Pemex le dio dinero para reconstruir su casa. Lo secuestró el narcotráfico. Estuvo en cautividad hasta que punta de pistola, el crimen pudo quitárselo todo. Incluso ese dinero de compensación por la muerte de diez miembros de su familia.
Otra mujer accede hablar a la cámara de su pérdida. Despertó para ver las cortinas ardiendo en la sala. La hicieron salir de su casa, pero se resistió. Dijo que primero quería ver evacuar al resto de su familia.
Su hijo le salvó la vida llevándosela de la casa, que ardía irremediablemente. En el incendio, la mujer perdió a su padre, a su hija y a tres de sus nietos.
“La explosión en Texmelucan y otras que han sucedido desde entonces, son prueba de que el impacto del contrabando de petróleo es mucho más grande que el gobierno mexicano perdiendo algo de ingresos por impuestos. Se están matando inocentes.”, dice el reportaje.
Agrega que petróleo, diesel y gasolina son esenciales para la economía mexicana. Su robo significa pérdidas importantes para el gobierno que actualmente está enfrascado en un esfuerzo de Reforma Energética.
VICE News señala que si bien la Reforma Energética, propuesta por el Presidente Enrique Peña Nieto, podría traer consigo un cierto influjo de capital, no ataja el problema. No encara que el narcotráfico roba el petróleo mexicano, y a menos que cambie algo más que el petróleo a manos de un dueño extranjero, lo seguirá robando.
El narcotráfico en México ha diversificado sus actividades. Hace mucho más que sólo vender cocaína y estupefacientes. El petróleo podría convertirse en su más grande negocio, y con el dinero que debería estar alimentando el desarrollo de México fluyendo a las manos de criminales, los cárteles podrían volverse más peligrosos que nunca antes.
En esta coproducción de VICE México y VICE Nueva York, Suroosh Alvi viaja a Tamaulipas y otros lugares del país para conocer de primera mano las consecuencias del robo de petróleo, entender cómo operan los Zetas y el Cártel del Golfo en esa zona, y analizar el costo humano de esta actividad ilícita. Suroosh Alvi, canadiense de origen paquistaní, es cofundador de VICE, empresa de medios internacional con la que SinEmbargo ha alcanzado un acuerdo de contenidos compartidos.
–Con traducción de Luis Chumacero González Durán
VER PRIMERA PARTE | Además de traficar drogas como cocaína, mariguana y metanfetaminas, los cárteles en México han diversificado sus negocios a otras áreas lucrativas como la extorsión y el tráfico de migrantes. Pero en los últimos años, han encontrado un nuevo negocio, más fácil, menos peligroso y que potencialmente puede dejarles aún más dinero: el robo de hidrocarburos. En México, el crimen organizado le roba a Petróleos Mexicanos (Pemex) cerca de diez mil barriles de petróleo todos los días, a través de tomas clandestinas, las cuales a menudo provocan accidentes fatales. Pemex calcula que las pérdidas por el petróleo robado ascienden a más de 65 mil millones de pesos. Este petróleo se vende en el mercado negro a industrias, gasolineras, particulares e incluso a empresas estadunidenses. Mientras la policía y el Ejército luchan contra los narcos y los cárteles luchan entre sí, el número de víctimas por secuestros, explosiones o en enfrentamientos por proteger los ductos aumentan. VER PRIMERA PARTE
VER SEGUNDA PARTE | El crimen organizado creó su propia infraestructura para saquear Petróleos Mexicanos. Equipos especializados “ordeñan” combustible de los ductos y las flotillas de pipas los transportan. Eso se desprende de una investigación realizada por VICE News en México. “Cuando intimida a los trabajadores de Pemex y roba el petróleo del Estado a través de su propia infraestructura, el narcotráfico socava el control de México sobre su petróleo. Es común en el país que narcotraficantes roben y vendan el preciado combustible en el mercado negro. Cuentan con equipo especializado para drenar el petróleo de oleoductos y después transportarlo en pipas”, dice. VER SEGUNDA PARTE