Por Marco Antonio Duarte
Zamora (México), 17 jul (EFE).- Ante la incredulidad de una sociedad que veneró a una mujer que durante décadas "cuidó" a miles de niños, las autoridades mexicanas abrieron hoy las puertas de un albergue donde sucedía de todo, desde maltrato sicológico hasta abusos sexuales, según el testimonio de las víctimas.
El albergue para menores La Gran Familia, fundado en 1948 en la ciudad de Zamora por Rosa del Carmen Verduzco e intervenido el martes pasado por fuerzas federales tras recibir varias denuncias, cuenta con dos grandes patios.
En el primero de ellos recibían a los visitantes distinguidos, como el expresidente Vicente Fox cuando llegaba a dar apoyos o la actual alcaldesa de Zamora, Rosa Hilda Abascal, ambos políticos del conservador Partido Acción Nacional (PAN).
Allí hay un salón de música, donde los pequeños ofrecían conciertos y demostraban lo aprendido en el internado, pese a las deplorables condiciones de insalubridad y hacinamiento en que vivían.
Al segundo patio nunca llegaban las autoridades, contaron a Efe la propia alcaldesa y varios de los niños "rescatados" en un operativo del Ejército y la Policía Federal en el que Verduzco y ocho de sus colaboradores fueron detenidos.
Alrededor hay más de 100 galeras cuyas ventanas tienen barrotes, pero no vidrios, distribuidas en dos pisos, repletas de literas, donde cerca de medio millar de menores dormían amontonados sobre colchones sucios y sin sábanas o cobijas.
En las pequeñas habitaciones hay baños improvisados con retretes de cemento y sin puertas, con un drenaje en tan malas condiciones que vivían entre sus propios excrementos.
Dos días después del cateo ordenado por la fiscalía general, siguen las labores de limpieza en el interior del recinto. El miércoles sacaron 30 toneladas de basura.
Durante el recorrido por el internado, dos pequeños, uno de cinco años y otro de seis, buscaban ropa entre cajas. Uno de ellos confiesa que desde hace mucho tiempo rezaba para que les rescataran.
"Esto no es una cárcel, es una perrera. Aquí nos pegan y encierran. Le pido a Dios que me dejen salir porque nos lastiman y no nos quieren", afirmó.
Fátima Trejo dijo que llegó a los 15 años a La Gran Familia por su propia voluntad con una hija recién nacida.
Contó que "Mamá Rosa", el sobrenombre de Verduzco, la trató bien, pero después de un tiempo uno de los guardias, al que identificó como Luis Gerardo Pretado Reyes, la maltrató y le exigió tener relaciones sexuales a cambio de liberarla, y resultó embarazada.
Además, comentó que dos veces estuvo a punto de morir por los golpes y que los guardias abusaban sexualmente de los más pequeños y que, cuando los rumores llegaban a "Mamá Rosa", los niños negaban todo por temor a ser maltratados.
La alcaldesa admitió que la sociedad de Zamora conocía solo una parte de "Mamá Rosa" y por ello "era muy querida", pero ahora el municipio "está devastado" tras conocer las condiciones en las que vivían los niños.
Ahora los menores son atendidos por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), que ha comprado colchones y contratado a una empresa para que les dé una adecuada alimentación.
También reciben atención médica y sicológica, mientras continúan las declaraciones ante el Ministerio Público. Hasta ayer solo 12 habían rendido su testimonio.
Al albergue han llegado decenas de familiares de los menores internados, quienes ingresan a las instalaciones en grupos de cinco para someterse a pruebas genéticas que les permitan recuperar a sus hijos, según constató Efe.
Víctor Verduzco, uno de los más de cuatro mil niños que han pasado por el albergue y quien, como muchos, recibió el apellido de "Mamá Rosa", llegó desde Guadalajara para exigir justicia para quienes fueron sometidos a abusos sexuales en ese centro.
Contó que sus padres lo dejaron en ese lugar a los seis meses con cuatro hermanos, quienes lograron fugarse porque estaban mayores. Él debió esperar varios años para conseguir lo mismo.
Al igual que estas voces condenatorias, se levantaron muchas otras para defender "la gran obra" de Verduzco, entre ellas la de Vicente Fox y el futbolista Rafael Márquez, originario de Zamora, quienes confiaron en que en este caso prevalezca la verdad.
Además, alrededor de 250 personas marcharon hoy por las calles de la ciudad para exigir la liberación de la fundadora del internado, de 79 años, quien fue hospitalizada por una crisis nerviosa después de su arresto.
A través de numerosos carteles expresaron su agradecimiento por "formar hombres de bien para la sociedad", reivindicaron su inocencia y una vida dedicada a sus "hijos" durante seis décadas.
También arremetieron contra el gobierno federal, al que pidieron dejar el "teatro para perjudicar" a una institución que les brindaba estudios aparentemente avalados por la Secretaría de Educación Pública y clases de música. EFE