México, 6 Jul. (Notimex).- La inversión es el mejor medio para estimular el crecimiento, el empleo y el bienestar de la población, pero para ello también es importante hacer esfuerzos a fin de reducir cualquier señal de incertidumbre, estimó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su publicación semanal “Análisis económico ejecutivo”, subraya que los dueños del capital deben tener un incentivo para canalizar sus recursos al sector productivo mexicano, para lo cual es fundamental que estén convencidos de que el entorno de negocios es el mejor para invertir.
Considera que crecer al 3.0 por ciento no debe ser el objetivo de México, pues esto sólo reflejaría un comportamiento inercial; la meta es establecer las mejores políticas económicas que lleven a un dinamismo superior al 5.0 por ciento.
Sólo de esta manera se podrá comenzar a revertir el debilitamiento del mercado interno mediante la creación de empleos de calidad que redunden en un estímulo al consumo, apunta el organismo de investigación del sector privado.
Señala que los resultados económicos más recientes hasta este momento no son suficientes para determinar cuál será el ritmo de avance que seguirá la actividad productiva en lo que resta del año.
Ello, pese a que el comportamiento del Indicador Global de la Actividad Económica en abril pasado en términos desestacionalizados reflejó un mejor desempeño de la economía en su conjunto, y la inesperada caída de 2.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos en el primer trimestre del año.
Resalta que la mayoría de opiniones concuerdan en que la dinámica del PIB se elevará incluso a partir del segundo trimestre, la cual se fortalecerá para que en el tercer y cuarto trimestres la tasa de avance se ubique por arriba de 3.0 por ciento.
Sin embargo, argumenta, la percepción de especialistas, consumidores y empresas sigue mostrando incertidumbre sobre la situación actual y futura, tanto de sus unidades familiares y productivas, como de la economía en su conjunto.
Según la Encuesta de Expectativas del Banco de México, el promedio del pronóstico de los especialistas del sector privado para el PIB de 2014 volvió a corregirse a la baja, en esta ocasión de 2.77 a 2.65 por ciento, lo que implicó modificaciones negativas en cada una de las estimaciones para los trimestres que faltan en el año.
De igual forma, expuso, la confianza tanto de los consumidores como la empresarial volvió a mostrar variaciones negativas en junio pasado y, en el primer caso, acumuló nueve meses seguidos con un comportamiento negativo y, en el segundo, 10 meses a la baja.
El organismo apunta que esta percepción se da a pesar de que el dinamismo que mantiene la economía de Estados Unidos puede ser un factor muy positivo para la actividad productiva de México.
En su opinión, un indicador que refleja la fortaleza con la que se recupera la economía estadounidense es la evolución del mercado laboral, que tuvo la capacidad de crear 288 mil empleos durante junio pasado, de acuerdo con el Departamento del Trabajo.
En este contexto, argumenta el CEESP, se puede inferir entonces que la preocupación sobre la economía mexicana proviene principalmente de factores internos.
En este sentido, los resultados de la encuesta de Banco de México señalan que los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento del país son los problemas de inseguridad pública y la debilidad del mercado interno.
“Pensar en un mejor desempeño de la economía en el corto plazo, más allá de lo que representa sólo un comportamiento inercial, debe estar relacionado con medidas concretas que estimulen los factores sobre los que el país puede tener el control, es decir, aquellos que tienen relación directa con el mercado interno”, plantea.
Así, añade, mientras que la generación de empleo formal y el sector exportador muestran modestos avances, el consumo interno, según las ventas de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) y Walmart, siguen debilitadas.