A una semana de la final de la Copa del Mundo, suman ya muchas anécdotas de los jugadores en la cancha, pero no todas son historias felices… aquí los villanos de Brasil 2014.
Una fichita
Luis Suárez
El jugador uruguayo es hoy dueño de una de las dentaduras más famosas del mundo, ya que en su carrera futbolística se encuentran al menos tres jugadores víctimas de sus mordeduras, el caso más reciente fue el del italiano Giorgio Chiellini.
Y ante una acción, una reacción: La FIFA sancionó la mordida de Suárez con nueve partidos internacionales y la inhabilitación de cuatro meses para ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol. Sin embargo no le fue tan mal porque –según la prensa británica– el Barcelona podría ofrecer 70 millones de libras por él.
Pero el lado oscuro del delantero no será pronto olvidado. Se ganó el apodo de “el Caníbal” en Holanda, cuando mordió a Otman Bakkal; después cuando juagaba en el Ajax, le encajó los dientes a Branislav Ivanovic, y ahora a Chiellini, se ganó un segundo apodo: “El Conejo”.
La lista es larga. También ha sido acusado de racismo al decirle “negro” al jugador del Manchester United Patrice Evra. Se ganó, además, el desprecio de Ghana al tapar, como si fuera el arquero, un gol cantado de los africanos en el último minuto del de los cuartos de final del Mundial 2010.
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El clavadista de oro
Arjen “El Misil” Robben
Actualmente el delantero del Bayern Munich, Arjen Robben, es el futbolista más odiado por los mexicanos, quienes no olvidamos el penal que marcaron a favor de Holanda frente al Tri en la búsqueda por su pase a los cuartos de final de la Copa del Mundo.
El pasado 29 de junio, Robben se tiró un clavado en una jugada con Rafael Márquez que fue marcado como un penal, y el cual le dio la victoria a la Naranja Mecánica y la eliminación de la Selección Mexicana del Mundial. La supuesta falta causó polémica en redes sociales y en la prensa internacional.
Tras el triunfo, Robben admitió que fingió una falta en el primer tiempo tras una barrida del defensa Miguel Layún. Quiero pedir disculpas. En esa jugada no debí hacerlo, fue realmente tonto, porque me deje caer en vez de intentar definir la jugada”, dijo.
Pero por el choque con Héctor Moreno y con el capitán del Tri cuando el árbitro portugués Pedro Poenca decretó la tarjeta amarilla, afirmó que sí eran faltas en su contra, aunque para millones de mexicanos y otros más en el mundo fue una farsa.
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El antifutbol
Pepe
“Tal vez no merecería una roja directa, tal vez sí. Si bien no fue una clara agresión, hubo un lenguaje corporal que muchas, pero muchas veces lleva a los árbitros a tomar ese tipo de decisiones ”, dijo el ex entrenador del futbolista portugués Pepe tras su expulsión en el debut de los lusos en el Mundial de Brasil 2014.
Képler Laverán Lima Ferreira, nombre real del defensa del Real Madrid, salió de la cancha en su primera participación en la Copa del Mundo, frente a Alemania, por un acercamiento agresivo al alemán Thomas Muller que fue interpretado como un cabezazo.
El portugués tiene fama de ser agresivo en la cancha. “Violento, con exceso de agresividad, teatrero y alejado de lo que debe ser la actitud de un futbolista”, expuso Marca en 2012 cuando éste le dio un pisotón a Lionel Messi durante la Copa del Rey.
Sin embargo, Pepe no ha cambiado mucho su estrategia y fue por su actitud que el silbante decidió sacar la tarjeta roja. Aún así, los portugueses no pudieron avanzar a la segunda ronda. “Es un día muy triste para Portugal. Debemos tener la cabeza alta y sacar lecciones para el futuro”, dijo el futbolista amonestado.
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Sin malas intenciones
Blaise Matuidi
Pese a la criminal patada que Blaise Matuidi le dio al nigeriano Ogenyi Onazi, el jugador francés no fue expulsado del partido y sólo recibió una tarjeta amarilla; en cambio el africano tuvo que ser reemplazado durante el partido entre las selecciones en su pase por los octavos de final del Mundial Brasil 2014.
“No cambiaría nada en mi juego, tarjeta amarilla o no”, confesó Matuidi después de la falta. Por su parte, la Comisión Disciplinaria de la FIFA también omitió acciones contra el jugador y dijo que no investigará la jugada que le provocó una grave lesión al futbolista africano.
Las críticas y reclamos se volcaron contra el francés debido a que Onazi está en riesgo de abandonar el fútbol, o por lo menos, tendrá que estar fuera de las canchas durante unos meses por la fractura en la tibia y peroné que le ocasionó la patada del mediocampista.
“No quise hacerle daño, estoy decepcionado porque no soy un mal jugador. Pido disculpas. Fui a su vestuario para disculparme. Debí haber corrido, pero elegí disputar el balón”, dijo el actual medio de contención en el Paris Saint-Germain al disculparse.
