Ciudad de México, 24 de junio (SinEmbargo).–La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó la semana pasada que organizaciones civiles de Estados Unidos denunciaron más de 100 casos de abusos sexuales, físicos y verbales hacia menores de edad por parte de agentes fronterizos; sin embargo, compete a las autoridades mexicanas como del país del norte garantizar que los derechos humanos de quienes buscan “el sueño americano” no sean violados, explicaron especialistas en derecho y migración.
Felipe González Morales, relator sobre los Derechos de los Migrantes de la CIDH, detalló a SinEmbargo que estos abusos sexuales fueron cometidos durante la detención, pues policías agredieron a los menores centroamericanos antes de llevarlos a los centros de reclusión.
El Relator de esa Comisión afirmó que “la detención migratoria es una medida que los Estados no deberían aplicar de una forma automática y generalizada”; la aprehensión, explicó, tendría que ser “la última opción después de haber utilizado otras alternativas que no priven la libertad de las personas”.
Destacó que es obligación del gobierno estadounidense dar un trato digno a quienes llegan a ese país de manera ilegal y explicó que es derecho de todas personas migrar, por lo que no deben sufrir tratos denigrantes que pongan en riesgo su vida. Por ello, reiteró, la posición de la Comisión es hacer un llamado a las autoridades de EU para que realicen las investigaciones pertinentes que permitan brindar el refugio de los detenidos si así lo requieren.
El especialista en derechos humanos agregó que para que se otorgue el refugio se debe explorar de manera amplia las situaciones por las cuales las personas y los niños salen de su país, pues dijo que uno de los motivos principales que orillan a las personas a dejar su tierra natal es la violencia que viven, ya que “existen diversas formas de persecución”.
Explicó que este tipo de acoso se da por parte del crimen organizado que tiene amagados a sus ciudadanos, y dijo que México entra en la lista de los países cuyo flujo de migrantes se debe a ese hecho.
También comentó que los niños son víctimas de ese problema, de las persecuciones y de la violencia intrafamiliar y social que viven en sus lugares de origen.
La CIDH dio a conocer que entre enero y mayo de 2014, la Patrulla Fronteriza detuvo a más de 47 mil menores de edad, quienes no eran acompañados por algún adulto y detalló que esta cifra representa un aumento de casi 50 por ciento respecto los datos registrados en 2013.
Del total de niñas y niños detenidos, 11 mil 577 procedían de México; 11 mil 479 de Guatemala; 13 mil 282 de Honduras; 9 mil 850 de El Salvador, y el resto de otros países.
El problema radica en las políticas públicas sobre derechos de migrantes tanto de los países que reciben como de los Estados que ven partir a sus nacionales; sin embargo, el Relator de la CIDH reiteró que por encima de cualquier política migratoria se deben garantizar y respetar los derechos de la niñez.
Para María de Lourdes Rosas Aguilar, del área de Incidencia e Investigación del Centro de Derechos Humanos (CDH) Fray Matías de Córdova, en Chiapas, en el caso de México –que es uno de los países que más migrantes recibe por ser territorio intermedio entre Estados Unidos– “debe velar por los derechos de los niños, sean de este pías o de cualquier otro, ya que está establecido en la Constitución”, aseveró.
La especialista en derechos humanos explicó que los migrantes –principalmente del Salvador, Guatemala y Honduras que llegan a México– escapan de la violencia social y económica de esos países y agregó que el caso de Honduras es alarmante, ya que las condiciones de vida que ofrece esa nación no satisfacen a sus habitantes.
“Es una violencia social, y Honduras se destaca por encima de Guatemala en el número de migrantes que llegan. Guatemala era el primero por ser el país que está pegado a México”, dijo.
Lourdes Rosas Aguilar reiteró que la violencia se ha vuelto un factor preponderante para que las personas migren, sin embargo, señaló que es obligación de cada país ver por los derechos de sus nacionales; sin embargo, cuando se trata de menores, “ no se debe priorizar ninguna política de migración que atente contra sus derechos”. Por ello, añadió, el gobierno mexicano debe otorgar el refugio de los pequeños migrantes "si el país donde proceden no les garantiza paz".
VIOLENCIA Y MÁS VIOLENCIA
En el informe presentado por la CIDH, organizaciones encargadas de defender los derechos humanos, informaron que los menores detenidos en EU sufrieron diferentes abusos, los que incluyen falta de comida y alimentos, condiciones insalubres en sus celdas, falta de mantas, ropa y colchones limpios y adecuados. Es decir, que los niños migrantes de este país o de cualquier otro que llegan a Estados Unidos sufren violencia durante la detención y son maltratados durante su estancia en los centros de migración.
Pero las autoridades del país vecino no son las únicas en violentar los derechos humanos, pues México también maltrata a los niños y adolescentes que llegan de Centroamérica.
Al respecto, Fray Aurelio Montero, quien trabaja en el refugio de migrantes La 72, en Tenosique, Tabasco –junto a Fray Tomás González–, dijo a este medio que autoridades del Instituto de Migración (INM) “los persiguen [a los migrantes] como si fueran los peores criminales, los extorsionan, les quitan todo su dinero”.
Respecto a los menores de edad que han llegado a su refugio en los últimos días, dijo que hay entre 25 menores que van acompañados de algún familiar, mientras aproximadamente cinco van solos.
Fray Aurelio Montero, afirmó que muchos de los adolescentes que intentan cruzar la frontera “son reclutados por el crimen organizado para pasar la droga; los intimidan, los enganchan o los utilizan para la prostitución”.
Ayer, el diario The Daily Beast dio a conocer que “las bandas de narcotraficantes de México se han hecho cargo de la trata de personas a lo largo de la frontera”, lo que podría implicar a un gran número de inmigrantes menores de edad, sobre todo de los centros de detención de Arizona.
Aurelio Montero agregó los jóvenes que están solos en espera del tren, en Tenosique, Tabasco, van en búsqueda de sus padres que se encuentran en EU, “o vienen escapando de los "maras", o porque en su casa también los golpeaban […] Un día ven llegar el tren y si se animan se van, no dicen nada...”, explicó.
Fray Aurelio detalló que la mayoría de los migrantes que llegan a La 72 son hondureños.
“Les ofrecemos comida, alojamiento, ayuda médica, les ayudamos a que inicien su proceso de refugio, pero como es tardado lo abandonan” agregó.
Por su parte, la integrante de la asociación civil CDH Fray Matías de Córdova, dijo que las violaciones a los derechos humanos se dan en los centros de detención donde se viola el derecho a la información “no les dicen las autoridades cuándo van a salir de ahí, además de que no tienen atención médica adecuada ni psicológica”.
“Se violan sus derechos porque en los centros no cuentan con representación legal, todo el tiempo están solos, aislados, muchos de ellos llegan enfermos o se enferman ahí y no hay quien los atienda, aparte de que las autoridades consulares, no les dicen nada", abundó.
La especialista reveló que en los centro de dentición, los menores son separados del resto de los migrantes “aún si son niños que llegaron con sus madres los separan si mayores de 12 años, y sólo tienen 30 minutos para verlos cada tercer día”, aseveró.
Explicó que los niños migrantes son deportados sin ser investigados por las autoridades mexicanas “sin saber si vienen huyendo de la violencia de su propio país”.
La experta en temas de migración dijo que hay jóvenes que son canalizados para que vuelan a su lugar de origen, sin embargo, cuando se encuentran nuevamente en la frontera "vuelven a regresar con tal de llegar a Estados Unidos".
“Es un problema de las políticas de cada país, eso sucede en Honduras, por ejemplo, que no cuenta con un sistema para verificar que los menores verdaderamente regresaron con sus familiares”, expresó.
De acuerdo con la investigación de The Daily Beast, los cárteles de la droga en México junto con los contrabandistas contratados para “levantar” migrantes se encargan del reclutamiento de los jóvenes desesperados “en busca de un camino de regreso a Estados Unidos”.
Sin embargo, los especialistas en derechos humanos coincidieron que las autoridades de cada país deben poner mayor atención al tema de migració, que cada año aumenta cerca del 50 por ciento.
En ese sentido Rosas Aguilar, refirió que el año pasado el INM reportó que durante el primer trimestre de este año se tenían registrado la detención de al menos 3 mil menores, cifra que estima llegue a los 13 mil al finalizar este año, mientras que en 2013 se documentaron 9 mil.
NIÑOS QUE VIAJAN SOLOS
En días pasados la organización civil Sin Fronteras informó que las condiciones en que se encuentran los niños migrantes en las estaciones migratorias del país son deplorables.
Sin Fronteras detalló que los menores de edad que son retenidos en su paso hacia Estados Unidos y son llevados por el Instituto Nacional de Migración a algún centro de atención, sufren depresión ansiedad y desesperanza por las condiciones inadecuadas en que se mantienen.
El año pasado el INM retuvo a 9 mil 893 niños migrantes en las estaciones migratorias, de ellos, 7 mil 995 registraron edades entre los 12 y 17 años, y mil 898 tenían menos de 11 años de edad.
La organización civil aseguró que los menores deberían ser canalizados a los albergues del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) pues señaló que la situación en que se encuentran los niños es una violación a las disposiciones legales por la vulnerabilidad de su condición.
El problema de la migración de los menores de edad es un tema latente, pues cada vez más organizaciones internacionales expresan su preocupación por las violaciones a los derechos humanos de las personas que se quedan “atoradas” en nuestro país en su búsqueda del “sueño americano”.
En noviembre de 2012 la la Coalición Internacional contra la Detención de niños, niñas y adolescentes migrantes, con sede en Australia, presentó en la frontera sur de México la campaña denominada "Alto a la detención de niños migrantes”.
En ese momento Gisele Bonnici, representante de la Coalición, expuso que esta campaña pretende acabar con el mayor número de detenciones y devoluciones de niños, niñas y adolescentes, ya que de acuerdo con la especialista en migración, en este país se viven los “efectos negativos de una política migratoria que no garantiza, respeta ni protege los derechos humanos de este sector vulnerable”.
Aquel día, Bonnici dijo que "se pretende dar a conocer la situación de niños y niñas migrantes que están en situación de detención, cómo les afecta estar encerrados, involucrando a la sociedad con la firma de una petición que se solicita a gobernación con la finalidad de buscar alternativas de detención de niños que vienen especialmente de Centroamérica".
La integrante de la organización expuso que en 2011 en México se detuvieron a 4mil 172 menores de 18 años en centros migratorios y mientras en que a finales de 2012, se registraron 4 mil 745 niños detenidos, de los cuales 4 mil 494 fueron devueltos a su país de origen, y detalló que siete de cada 10 centroamericanos menores de edad fueron asegurados y devueltos por autoridades mexicanas tras detectar que viajaban solos.