Madrid, 20 Jun (Notimex).- La infanta Cristina de Borbón, hermana del nuevo rey de España, Felipe VI, espera en breve la decisión del juez de Palma de Mallorca, José Castro, sobre si confirma o no la imputación en el llamado “Caso Nóos”.
De acuerdo con medios locales, la decisión del juez sería el primer problema que enfrentaría el nuevo monarca ya que podría ratificar las acusaciones por lavado de dinero y delito fiscal y enviarla a juicio en calidad de imputada.
Según las estimaciones de abogados del caso, el juez solo espera unas pruebas de caligrafía de documentos que presuntamente vinculan a la infanta con los malos manejos financieros de su marido Iñaki Urdangarin a través del Instituto Nóos, dedicado a actividades deportivas.
La investigación en calidad de indiciada impidió a la segunda hija de los reyes honoríficos Juan Carlos I y Sofía asistir la víspera a la proclamación de Felipe VI, a pesar de que viajó desde Ginebra, donde reside, a Madrid para estar con su familia en tan importante fecha.
La decisión del juez se podría conocer la próxima semana y con ello se cierran cuatro años de investigación centradas en Urgandarin y su socio Diego Torres, pero que han salpicado a la infanta, debido a que era copropietaria con su marido de Aizoon, firma filial de Nóos.
El esposo de la infanta encabezaba junto a Torres el Instituto Nóos, que realizaba algunas actividades con los gobiernos de las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana, y a través de los cuales se transferían fondos públicos, que son los que presuntamente se malversaron.
Los presuntos delitos de Urdangarin y Torres son malversación de fondos públicos, fraude a la administración pública, falsedad documental, prevaricación y delitos contra la Hacienda Pública.
Castro imputó a la infanta Cristina el pasado 7 de enero por lavado de dinero y delitos fiscales, y tuvo que declarar en los Juzgados de Palma de Mallorca el 8 de febrero en medio de una gran expectación.
La hermana del nuevo rey estuvo la víspera en Madrid aunque no pudo asistir a la ceremonia solemne en que el Parlamento proclamó rey a Felipe VI, por lo que debió quedarse en el Palacio de la Zarzuela y seguirlo por televisión, según confirmaron fuentes de Casa Real a medios locales.
Según esas fuentes, la infanta llegó a Madrid procedente de Ginebra la noche del miércoles y no salió del Palacio de la Zarzuela, donde siguió por televisión ella sola “con un sentimiento agridulce”.
La infanta regresaba este viernes a Ginebra, donde reside con su esposo y sus cuatro hijos para evitar el acoso mediático debido al caso judicial en que están envueltos.