Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).– En tres años cerrarán los mercados populares y las pequeñas tienditas si el gobierno federal no rectifica el camino y elimina el Régimen de Incorporación Fiscal (PIF) que sustituyó al Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos) en la Reforma Fiscal, afirmó Perla Yadira Escalante Domínguez, presidenta de la Unión de comerciantes y productores de la Central de Abastos de la Ciudad de México A. C. (CEDAAC).
En entrevista para Sin Embargo, Perla Escalante aseguró que más de 90 mil comerciantes podrían cerrar las cortinas de cerca de 6 mil bodegas en la Central de Abastos, en protesta contra las nuevas disposiciones de la reforma fiscal aprobada el año pasado por los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD).
“Acuérdate de esta fecha, no le doy más de tres años para que nuestros mercados de colonia, los públicos y los estatales, ya no tengan actividad comercial”, afirmó la representante de los comerciantes del mercado popular más grande de todo el país.
De visita en el Senado de la República, comerciantes de la Central de Abastos y de mercados populares exigieron, una vez más, al Presidente Enrique Peña Nieto que derogue el RIF para evitar que las nuevas cargas tributarias obliguen a miles de negocios a cerrar definitivamente sus puertas.
“Y si es necesario tendremos que hacer una gran marcha nacional para que se den cuenta que hay una gran inconformidad a nivel nacional”, advirtió Miguel Ángel Nácar Saldívar, presidente de los Mercados Públicos en la Delegación Benito Juárez.
El Régimen de Incorporación Fiscal del Sistema de Administración Tributaria (SAT) pretende ser un incentivo para que los comerciantes informales se integren a la legalidad.
Para emitir facturas, los micro y pequeños comerciantes deberá contar con una aplicación llamada “mis cuentas” sólo con el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) de los clientes, para lo cual deberán contar con computadora con acceso a internet y una impresora en el espacio comercial, no importa si se trata de establecimientos enormes o de locales de dos por dos metros.
Según cálculos de senadores de oposición y líderes de los mercados populares, cerca del 70 por ciento de más de cuatro millones y medio de micro y pequeños negocios no podrán cumplir con las nuevas disposiciones fiscales, ya que la gran mayoría ni siquiera sabe encender una computadora, mucho menos podrá expedir facturas electrónicas.
“Por razones de historia, culturales y de economía, mucha de la gente que hoy está en economía es comerciante porque no tuvo acceso a una educación, entonces como ahora los quieren ‘educar’. Mucha de la gente no sabe leer ni escribir, son comerciantes de generación en generación”, afirmó Perla Escalante.
Según el Sistema de Administración Tributaria (SAT), una vez que los comerciantes en pequeño hayan emitido sus facturas electrónicas, registrado sus ingresos globales, y declarado los impuestos generados por sus ventas, no pagarán IVA, IEPS ni ISR el primer año. Estos impuestos se pagarán de forma gradual hasta que en un periodo de 10 años se pague la totalidad de los gravámenes.
Ante estas dificultades tecnológicas y culturales, comerciantes de mercados populares exigieron regresar al Régimen de Pequeños Contribuyentes, para pagar los impuestos justos.
“Lo que estamos pidiendo es que se nos quiten todas esas obligaciones que, a todas luces, para un mercado donde los locales son de dos por dos, es inviable lo que ellos pretenden: expedir la factura electrónica, tener una computadora, hay giros que ni siquiera se prestan para poderla manejar ahí”, detalló Miguel Ángel Nácar.
PAGOS AL FISCO Y AL CRIMEN
A nivel nacional existen 64 centrales de abasto, de las cuales dependen todos los mercados públicos del país. Tan sólo en el Distrito Federal se habla de aproximadamente 360 mercados establecidos, sin contar tianguis, mercados sobre ruedas y otros comercios como las recauderías.
No obstante que en el pasado contaban con un gran respaldo social por su carácter social, al ser el vínculo entre un campo pujante y el consumo de las crecientes urbes, actualmente los mercados populares están abandonados y sobreviven gracias al apoyo de los programas gubernamentales y del consumo del sector popular.
En entrevista, Perla Yadira Escalante Domínguez, presidenta de la Unión de comerciantes y productores de la Central de Abastos de la Ciudad de México AC (CEDAAC), informó que el incremento fiscal no es el único problema que enfrentan los pequeños comercios.
“Tú ves ahorita un mercado, por ejemplo, te voy a hablar de los mercados de Estado de México, son mercados que no sólo pagan impuestos, pagan la renta, pagan el cobro de piso, pagan a la delincuencia, bueno le pagan a todo el mundo, sobreviven con lo mínimo”, indicó.
La representante de la central de abastos de víveres más importante de la Ciudad de México, ubicada en la Delegación Iztapalapa, recalcó que los comerciantes no encuentran condiciones para crecer, por el contrario, todo parece indicar que las autoridades buscan su desaparición.
“De repente parece que nuestro gobierno tiende a querer acabar con el pequeño y el mediano comerciante, a pesar de que nosotros aproximadamente generamos entre 7 y 10 millones de empleos directos e indirectos, nada más la Central de Abastos”, recalcó la licenciada Escalante.
Los comerciantes aclararon que no se niegan a pagar impuestos, pero tampoco permitirán que las nuevas cargas fiscales aplasten sus, de por sí, mermadas ganancias.
Por ello, se han acercado al Instituto Nacional del Emprendedor Mexicano (INADEM), para que haga más accesible diversos tipos de programas de capacitación, asimismo, para que la Secretaría de Economía instale módulos de atención y educación en los nuevos programas de facturación dentro de los mercados populares.
“No somos las grandes trasnacionales que incluso tienen los grandes despachos fiscales que les dicen cómo se pueden llevar las ganancias y tributarlas en otro país, donde las tasas son más bajas, donde hay más derechos para los contribuyentes”, indicó la presidenta de CEDAAC.
SAT LOS IGNORA
Por su parte, Pedro Salcedo, secretario de la Asociación Latinoamericana de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (Alampyme) en unión con transportistas, pequeños contribuyentes, recicladores, líderes de mercados, entre otros, dijo que los comerciantes se sienten “muy lastimados” con las nuevas disposiciones de Hacienda.
De visita al Senado, informó que el SAT prácticamente ha ignorado sus demandas y remite sus solicitudes al Congreso de la Unión, sin que ninguna de las instancias se haga cargo de detener “esta ley injusta de pago tributario”.
“De alguna manera tenemos trabajo, lo único que tenemos que hacer es sentarnos a dilucidar cuál sería la línea de trabajo, ya que ellos dicen que los pequeños contribuyentes no queremos pagar; antes, al revés, queremos pagar impuestos totalmente”, explicó.
Asimismo, reiteró la solicitud al Presidente de la República para que ordene detener la aplicación de la Reforma Hacendaria y les permita la oportunidad de sentarse a dialogar con hacienda para elaborar impuestos que no afecten de forma crítica su actividad comercial.
“Estamos en la mejor disposición pero pedimos un impasse que el Presidente de la República, a través de un decreto pueda llevarlo a cabo, y que vayamos tributando como lo veníamos haciendo hasta llegar a concluir con esa iniciativa de ley que tenemos el trabajo desarrollado, técnico y administrativo para que esto pueda cambiar”, explicó.
VIDEGARAY: QUE COMPRE JITOMATES
Por su parte, el Senador de Acción Nacional (PAN), Martín Orozco Sandoval, exigió al Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, que visite los mercados públicos a fin de que conozca la realidad de los comerciantes que diariamente laboran el esos establecimientos.
“Todavía hace dos días decía Videgaray: “No va a haber marcha atrás a la reforma, o sea, insistiendo en que la caída de la economía en el país no tiene que ver nada la reforma fiscal. Es importante que el Secretario y el Jefe del SAT ya salgan al mercado a comprar algún día el kilo de jitomate, para que se den cuenta realmente el efecto de la economía en todos los sectores·”, explicó el legislador.
El representante de Acción Nacional criticó que en septiembre del año pasado el Presidente Enrique Peña Nieto había asegurado que la Reforma Hacendaria tendría un carácter social, no obstante, en los hechos, se ha quedado muy lejos de ese objetivo.
“En temas de inversión está castigando a la gran empresa, en tema de deducciones, a todos los empresarios que ya no les aplican ciertos gastos como deducciones y el tema de los pequeños comerciantes, un régimen que realmente dificulta mucho la aplicación de las contribuciones”, indicó.
En el mismo sentido se pronunció la senadora del partido del Trabajo, Layda Sansores San Román.
“En mi Estado recorro las calles y deprime ver cómo las tiendas, porque ahora venden la mitad y tienen que pagar de 5 a 6 veces más de impuesto, pero además no saben ni cómo hacerlo. Este verdaderamente es un drama el que se vive ver tiradas las cosas ya en las casas, recogen las tienditas, o tienditas que quedan ya con los anaqueles vacíos”, detalló.
Ante esto, los locatarios de los mercados públicos recordaron que nunca fueron tomados en cuenta por legisladores priistas o perredistas, antes de aplicar los nuevos gravámenes.
“Nuestra tecnología, cultura, economía no nos permite poder cumplir con estas reformas. Yo quisiera que quien hizo este tipo de leyes, dijeran cuántas veces se pasearon por un mercado, cuántas veces acudieron a la Central de Abastos, cuántas veces se pasearon por una papelería, es más simplemente si saben toda la historia y la cultura de todo el comerciante mexicano promedio”, expuso Perla Yadira Escalante Domínguez, presidenta de la Unión de comerciantes y productores de la Central de Abastos de la Ciudad de México.