Ciudad de México, 11 de junio (SinEmbargo).– Su romance con Iker Casillas, hoy padre de su primer hijo, Martín, fue público y la puso en el candelero. De un día para otro, la periodista española Sara Carbonero pasó de ser una periodista desconocida a una celebridad agobiada por la prensa rosa española y a tener que elegir entre múltiples ofertas de empleo.
De hecho, en el país donde el desempleo alcanza cifras récord, la hermosa trigueña de ojos verdes, de piel aceitunada, labios sensuales y sonrisa encantadora, puede presumir de no estar obligada a cobrar el paro y a sus 30 años asegurar el pago de la renta aun cuando pertenezca a una de las profesiones más castigadas por la crisis económica de España y el mundo.
A un día del Mundial de Futbol Brasil 2014, Carbonero tiene múltiples obligaciones y entre ellas destaca su trabajo en Televisa, donde oficia de comentarista en el programa La Jugada, una responsabilidad que ha cumplido con más o menos suerte.
ENTRE MOURINHO Y CRISTIANO RONALDO
Quizás por estar lejos de casa, Sara se sintió más cómoda para “balconear” en el citado show mexicano los problemas que a principios del 2013 enfrentaban al ex jugador del Real Madrid, el portugués José Mourinho con sus jugadores estrella, entre ellos el novio de la comentarista.
“El clima del vestuario, como sabéis todos, no es bueno. Es vox populi que los jugadores no comulgan para nada con su entrenador. Ahora mismo hay división en el vestuario y habrá que esperar a final de temporada para ver si Mourinho se va porque ahora mismo tiene muchos frentes abiertos en el Madrid", dijo.
Sus declaraciones, hechas en la víspera del partido del Real Madrid frente al Barça, resultaron explosivaa en el futbol español y volvieron a poner en entredichos su condición de profesional del periodismo de deportes, una sombra que la persigue desde que se hizo conocida.
“Como mujer te digo, ¿Televisa ficha a Sara Carbonero por ser periodista o por ser la novia de Iker Casillas? Si la ha fichado como periodista estoy totalmente de acuerdo con lo que ha dicho. Si la ficharon como novia de Casillas debe de ser más prudente. Como yo creo que ella es inteligente ella sabrá valorar por que la ficharon”, dijo en un programa de debates la también periodista de deportes Cristina Cubero.
Otros consideran una caza de brujas innecesaria buscar la quinta pata al gato en todo lo que diga la Carbonero en el marco de su profesión y hasta el mismísimo Cristiano Ronaldo dijo que “no ha hecho bien”, pues “las cosas del vestuario deben quedarse en el vestuario y las cosas que se saben no deben decirse a la prensa”.
Fue el punto álgido de la difícil relación entre el portero blanco y el delantero del mismo equipo, un hecho que mandó a Iker Casillas al banco de suplentes y que se resolvió cuando Mourinho dejó su puesto en la institución madridista y partió rumbo a Inglaterra, donde hoy dirige los destinos del Chelsea.
TODO POR UN BESO
El romance de Sara Carbonero e Iker Casillas, quien había sido pareja durante muchos años de la ex Miss España Eva González, se hizo público cuando al final del partido de la selección española por el título del mundo –que ganó-, el portero de la selección (uno de los mimados por el entrenador Vicente del Bosque) le estampó un sonoro beso frente a la cámara.
La periodista bajó la cabeza y pidió el corte de la nota, no sin antes decir: - Ay, Dios mío. Desde entonces, Sara Carbonero es la otra futura reina de España, al igual que su colega Letizia Ortiz, flamante soberana en ciernes en vistas de la abdicación del rey Juan Carlos, padre de su esposo Felipe VI.
A dos años de aquel episodio, Carbonero se ha convertido en el rostro y cuerpo ideales para muchas marcas, entre ellas la firma de sandalias Ipanema que la acaba de contratar para que acompañe a la imagen global de la marca, nada más ni nada menos que la modelo mejor pagada del mundo, la brasileña Gisele Bündchen.
Tiene además, un blog para la revista Elle España titulado "Cuando nadie me ve".
Querer entrevistarla equivale a toparse con un representante que le maneja férreamente la agenda y sobre todo su cuidado papel en los medios, donde si no aparece ejerciendo su rol profesional, lo hace otorgando escuetas entrevistas en las que a menudo evita los temas personales.
En este asunto, ni ella ni Iker se lo toman con calma. De tan discretos que quieren ser, muchas veces se muestran recelosos y huraños frente a los paparazzi, aunque nunca sin alcanzar la soberbia y el maltrato del que hacen gala Javier Bardem y Penélope Cruz, siempre poco dispuestos a hablar en España, aunque muy sueltos de lengua y simpatía en Hollywood.
Su novio Iker Casillas encabeza una encuesta de los más deseados en el futbol español, un título que no le quita el sueño. Ella sólo puede pensar ahora en el puesto en que quedará “La Roja” en el inminente campeonato del mundo, en su bebé de cinco meses que se quedará en Madrid y en cómo ser cada día más Sara Carbonero sin deberle tanto a un beso robado al azar.
