Los migrantes serán trasladados al centro de acogida de Usivak, donde permanecerán hasta que se acondicione un nuevo centro cerca de Sarajevo.
Sarajevo, 10 dic (EFE).- El campo de refugiados de Vucjak, en el noroeste de Bosnia, ha comenzado hoy a cerrarse con la evacuación de un primer grupo de migrantes, tras meses de advertencias de diferentes organizaciones internacionales y bosnias sobre sus condiciones de vida inhumanas.
Los migrantes están siendo trasladados en autobuses al centro de acogida de Usivak, en los alrededores de Sarajevo, informa el portal informativo bosnio Oslobodjenje.
La reubicación se lleva a cabo en presencia de la policía, sin problemas ni resistencia de los cientos de refugiados y migrantes, que han ido llegando a este campo con la intención de poder cruzar a la cercana Croacia y seguir luego su viaje hacia países más ricos de la Unión Europea.
En Usivak permanecerán hasta que se acondicione un nuevo centro de acogida cerca de Sarajevo que alivie la presión sobre el cantón noroccidental de Una-Sana, el más afectado por la crisis migratoria en Bosnia-Herzegovina.
El portal informativo Klix señala que para hoy se prevé el traslado de 350 migrantes y que el proceso continuará en los próximos días.
Unas 600 personas están alojadas en tiendas en el improvisado campo de Vucjak, instalado sobre un antiguo vertedero de basuras, rodeado de campos de minas y sin agua corriente ni electricidad.
La situación ha empeorado en los últimos dos días por las temperaturas bajo cero y la nieve, cuyo peso derribó varias tiendas y ha convertido el entorno en un lodazal.
La ONU y el Consejo de Europa han calificado el campo de "inhumano", y también la Unión Europea (UE) ha pedido su clausura.
El campo fue creado la pasada primavera, ante las protestas de los ciudadanos de la ciudad Bihac por la presencia de migrantes en las calles y parques.
Unos 50 mil migrantes han llegado en el último año a Bosnia-Herzegovina, de los que la gran mayoría pasaron por Una-Sana, donde ahora quedan unos 5 mil.
Por Vucjak han pasado unos 15 mil migrantes.
Las autoridades cantonales rechazaban su clausura mientras el Gobierno central no proporcionase alojamiento en otras regiones del país.