La representante demócrata por California dijo que el T-MEC (por sus siglas en español, o USMCA, en inglés) modificado representa un avance importante respecto del original Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA).
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador aclaró esta mañana que la firma del día de hoy será el acuerdo de los Gobiernos.
Ciudad de México, 10 de diciembre (SinEmbargo).- Los representantes comerciales de Estados Unidos viajaron a México para firmar un nuevo acuerdo comercial, con diferencias importantes en materia laboral y de medicamentos, que el tratado alcanzado hace un año, aún durante la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, afirmó la Congresista Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de EU.
Los demócratas en la Cámara de Representantes llegaron a un acuerdo preliminar con líderes sindicales y con la Casa Blanca sobre la nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que ha sido una de las prioridades del Gobierno de Donald Trump.
Se logró después de una negociación entre los representantes demócratas, afirmó la vocera de la Cámara durante una conferencia de prensa ofrecida este martes alrededor de las 9:00 hrs y dijo que “no hay duda de que esto es mucho mejor que el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), infinitamente mejor”.
“Nada es más importante para nosotros que cubrir las necesidades de los trabajadores estadounidenses”, afirmaron los representantes demócratas.
Pelosi hizo hincapié en los temas más importantes para el nuevo acuerdo: derechos laborales, medio ambiente, medicamentos y la ejecución de las políticas. Además, coincidieron en que no iban a aceptar el T-MEC, de la forma en la que estaba redactado con anterioridad.
La representante demócrata por California dijo que el T-MEC (por sus siglas en español, o USMCA, en inglés) modificado representa un avance importante respecto del original Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA).
Pelosi y el presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios, Richard Neal, convocaron a una conferencia de prensa para el martes en la mañana.
Por su parte, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador aclaró esta mañana que la firma del día de hoy será el acuerdo de los Gobiernos y aún hace falta la ratificación de los Congresos de los tres países.
Esperó que la Congresista Pelosi estuviera de acuerdo en que ya salga el tratado.
En la Ciudad de México, el canciller mexicano Marcelo Ebrard dijo el lunes por la noche que los equipos negociadores de los tres países se reunirían el martes para anunciar los avances logrados. Se prevé la presencia del representante comercial estadounidense Robert Lighthizer.
El pacto contiene cláusulas diseñadas para regresar la manufactura a Estados Unidos. Por ejemplo, requiere que, con el tiempo, entre 40 y 45 por ciento de los vehículos sean fabricados en países que pagan a sus empleados por lo menos 16 dólares la hora; en otras palabras, en Estados Unidos y Canadá, pero no en México.
El nuevo pacto comercial adquirió impulso después de que México aprobara en abril una reforma laboral requerida por el T-MEC. El objetivo de la reforma es facilitar a los empleados mexicanos la formación de sindicatos independientes, y la negociación de mejor paga y condiciones laborales, reduciendo la diferencia con Estados Unidos.
México ratificó el T-MEC en junio y, meses después, destinó más fondos para ofrecer los recursos necesarios para ejecutar el acuerdo.
Las negociaciones comerciales están a punto de finalizar el mismo día que los demócratas presentaban los cargos formales para el juicio político a Trump. El pacto es la principal prioridad legislativa del Presidente junto con los fondos para el muro en la frontera con México.
Aún falta finiquitar los detalles, y el representante comercial estadounidense deberá presentar ante el Congreso los proyectos de ley para su implementación. Por ahora no se ha fijado la fecha de la votación.
El nuevo y muy buscado tratado comercial le daría tanto a Trump como a Pelosi un triunfo legislativo pese a la crisis política en Washington por el proceso para una posible destitución de Trump.
El nuevo pacto comercial reemplazaría al TLCAN, que tiene 25 años de firmado, el cual eliminó casi todos los aranceles y otras barreras comerciales entre Estados Unidos, México y Canadá. Los críticos -entre ellos Trump, los sindicatos y muchos legisladores demócratas- llevaban años denunciando que el TLCAN estaba eliminando empleos en Estados Unidos porque las compañías mudaban sus fábricas al sur de la frontera, donde le pagaban menos a los obreros, y enviaban los productos a territorio estadounidense sin pagar aranceles.
Tras semanas de negociaciones -seguidas muy de cerca por importantes aliados sindicales de los demócratas, como la AFL-CIO- se llegó a un acercamiento. Desde hace tiempo Pelosi es partidaria del libre comercio y respaldó el TLCAN original en 1994. Trump ha acusado a Pelosi de ser incapaz de aprobar el acuerdo porque está demasiado involucrada en su juicio político.
Los demócratas en distritos electoralmente competitivos han estado presionando para que sea aprobado el nuevo acuerdo, en parte para demostrar un logro de la mayoría demócrata en la cámara baja.
El Primer Ministro canadiense Justin Trudeau habló por teléfono con Trump el lunes acerca de los avances que se están logrando. La oficina del Primer indicó que se mantendrán en contacto “hasta las últimas etapas de las negociaciones”.
El representante comercial estadounidense Robert Lighthizer negoció el año pasado el nuevo acuerdo con Canadá y México. Pero el T-MEC requería un voto del Congreso y la aportación de demócratas como Pelosi y el presidente de la Comisión de Recursos y Arbitrios, Richard Neal, quienes se han sumido en largas e intensas negociaciones sobre cláusulas de su implementación y otros detalles técnicos.
Los líderes y legisladores republicanos han presionado durante meses para que se apruebe el acuerdo, pero Pelosi ha trabajado arduamente para incluir a los sindicatos. Los demócratas consideran que el pacto es significativamente mejor que el TLCAN, y el aval del presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka, podría ser clave para que obtenga un importante apoyo demócrata.
-Con información de AP