Con apenas 40 años de edad, el abogado queretano doblega a todos sus oponentes dentro del PRD y del PAN, éste último su partido; y a Movimiento Ciudadano se lo echa a la bolsa. Miguel Ángel Mancera, su contrincante final, desistió a ser abanderado y lamentó que no hubiera elecciones internas.
Y así, Ricardo Anaya logró quedarse como candidato único de una coalición que enfrentará directamente a Morena y a Andrés Manuel López Obrador, quienes encabezan las encuestas.
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Ciudad de México, 10 de diciembre (SinEmbargo).– Ricardo Anaya Cortés, hasta este fin de semana presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), logró brincar sobre todos sus competidores y sin necesidad de aceptar una sola elección interna se convirtió este día en candidato presidencial único de Por México al Frente, una coalición de partidos que incluye a Movimiento Ciudadano y al de la Revolución Democrática (PRD).
Con apenas 40 años de edad, Anaya ha logrado un ascenso meteórico dentro de la vida pública mexicana. Maestro en derecho fiscal, Doctor en Ciencia Política, el casi seguro candidato del Frente hizo gran parte de su carrera en su natal Querétaro. Fue Diputado local, y luego legislador federal. Y de allí brincó a la dirigencia de su partido en 2015.
Su puesto en la presidencia de Acción Nacional ha quedado en manos de alguien de su equipo: Damián Zepeda Vidales, ex Diputado local en Sonora, ex Alcalde de Hermosillo y Secretario General panista durante la dirigencia del mismo Anaya.
Zepeda dijo hoy, ya como presidente del PAN, que será una oposición “firme y constructiva frente al PRI-Gobierno, principalmente en temas de vital importancia para el país como los nombramientos pendientes de la Auditoría Superior de la Federación, la Fiscalía General de la República y las Fiscalías Anticorrupción y de Delitos Electorales”.
“El PAN está completamente en contra del sistema de reparto de espacios de cuotas y de cuates, que tanto daño le ha hecho al país. Hago un llamado a todos nuestros legisladores a cuidar y defender las instituciones impulsando los mejores perfiles”, señaló en un comunicado.
El gran perdedor de esta jugada a muchas bandas, es el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera. Hoy nuevamente se lamentó porque no hubo elecciones y un método democrático en el Frente.
Pero, dijo, “yo he sido congruente con todo lo que vine afirmado: no seré factor ni de división ni, como se comenzó a decir, de freno para que el Frente avance. Hemos hecho una apuesta muy consistente y hoy creo que el PRD tiene una línea de crecimiento y tiene una opción”.
“Soy un precursor del Frente y por supuesto que no me desmarco del Frente. Voy a seguir apoyando el Frente, voy a seguir impulsando el Frente porque el Frente no es una sola persona, el Frente es algo que debe dar fuerza en todo el país”, abundó.
Muchos, como Mancera, quedaron en el camino de Anaya.
Margarita Zavala, esposa del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, renunció al PAN después de solicitar elecciones internas a Ricardo Anaya. “El PAN, que era el partido democrático por naturaleza, cancela internas; su dirigente abusa del poder y se autonombra candidato. Dos partidos más le sirven de tapete”, dijo Calderón horas después de que se consolidara Por México al Frente.
Rafael Moreno Valle, quien no pintó nunca en las encuestas, también desistió a su aspiración como candidato panista a la presidencia.
Sin embargo, la jugada más dramática fue la que Anaya logró dentro del PRD: Miguel Ángel Mancera declinó a la candidatura presidencial por la que trabajó durante cinco años consecutivos y le dejó el camino libre. Mancera pidió elecciones libres y transparentes para decidir al abanderado del Frente, y no lo logró. No pudo siquiera sostener la candidatura del PRD y se hizo a un lado.
“Respeto lo decidido por el PRD, porque le debo lealtad; aunque lamento profundamente que no se haya dado un método o un procedimiento para competir, abierta y democráticamente, pues como lo dije, me mantuve listo y atento al llamado”, dijo el Alcalde de la capital ayer.
Y ya, quedó fuera.
Alejandra Barrales, dirigente nacional del PRD hasta este fin de semana, mantuvo la alianza con Anaya a pesar de los reclamos de quien, se suponía, era su jefe político: Mancera. Ahora será muy probablemente la candidata del Frente en la capital, aunque competirá con Armando Ahued y con Salomón Chertorivski, quienes se registraron hoy para la competencia interna. Es probable que el fuera o es operador político de Mancera, Héctor Serrano, quede como candidato al Senado.
Mancera había pedido al Frente firmar además compromisos políticos y sociales, para garantizar un gobierno de coalición. Tampoco lo logró.
Aunque el Frente ya hizo un reparto de posiciones en el Senado y en la Cámara de Diputados, no está seguro que lo logre: el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y Andrés Manuel López Obrador salen con diferencia de hasta diez puntos arriba en casi todas las encuestas. Tampoco es una certeza que esta unión de fuerzas logre la capital: Claudia Sheinbaum, aspirante única de Morena en la Ciudad de México, tiene una ventaja tan amplia que es posible que la fuerza que representa se quede con la mayoría de la Asamblea Legislativa y de las delegaciones, cuya estructura administrativa y jurídica les da carácter de alcaldías.
El PRI, que se supone tercera fuerza en la Ciudad de México, postulará seguramente a Mikel Arriola, prácticamente un desconocido que hizo carrera en estos años dentro del Sector Salud federal.