Las aves que se crían todos los días para ser vendidas por su carne, plumas o huevos, tales como los pollos, los pavos y los patos son extraordinariamente inteligentes y capaces de desarrollar comportamientos complejos que reflejan una cognición avanzada. A pesar de esto, en las granjas industriales alrededor del mundo sufren de mutilaciones dolorosas, hacinamiento, falta de atención veterinaria y explotación. Hoy quiero que los conozcas más allá de tu plato, que los veas como lo que son: individuos con personalidades únicas que son capaces de sentir dolor, placer, felicidad y miedo.
TIENEN BUENA MEMORIA
Diferentes estudios muestran que las gallinas poseen una memoria espacial muy fuerte que les permite recordar la ubicación de sus alimentos y lugares seguros. Reconocen hasta 100 gallinas más y recuerdan interacciones pasadas, lo que sugiere un nivel de complejidad social similar al que se observa en animales mamíferos. Los pavos también reconocen rostros y voces humanas individuales, pueden diferenciar entre seres familiares y desconocidos.
HABILIDADES DE COMUNICACIÓN
Tanto los pollos como los pavos se comunican a través de una amplia gama de vocalizaciones con significados distintos. Tienen llamados específicos para alertar sobre depredadores y peligros, también para indicar su estado emocional. Los polluelos se comienzan a comunicar con sus madres a través del cascarón desde antes de nacer.
Los pavos tienen interacciones sociales complejas y pueden desarrollar fuertes vínculos. Lloran la pérdida de un compañero, lo que demuestra un nivel de empatía y conciencia emocional que a menudo se pasa por alto en los animales que normalmente se crían para la alimentación. También pueden cambiar el color de su piel, especialmente en las zonas de la cabeza, cuello y la carúncula (parte carnosa que cuelga debajo de su barbilla) dependiendo de su estado emocional. Controlan el flujo sanguíneo de estas zonas para enviar señales claras sin vocalizar.
USO DE HERRAMIENTAS Y MANIPULACIÓN DEL ENTORNO
Aunque no es tan común como en los primates, algunas aves criadas para la alimentación, especialmente cuando se les permite vivir en entornos más naturales o enriquecidos, han mostrado formas básicas de uso de herramientas o manipulación del entorno. Los pollos utilizan objetos para ayudar a rascar el suelo, los pavos usan sus picos y patas cavando a través de la tierra y las hojas para descubrir insectos y semillas. Los patos manipulan pequeñas piedras u objetos cuando tamizan el sustrato en busca de alimento, lo que les ayuda a descubrir plantas acuáticas o pequeños invertebrados.
EMPATÍA
En distintos experimentos, las gallinas madres mostraron angustia cuando sus polluelos exhibieron signos de incomodidad. Esta respuesta impulsada por la empatía indica que tienen un sentido de las emociones de los demás y pueden responder a ellas. Las madres pato son muy protectoras y cariñosas con sus patitos. Cuando una madre percibe un peligro o escucha llamadas de socorro de sus patitos, reacciona rápidamente guiándolos hacia un lugar seguro o enfrentándose a las amenazas.
Al reconocer unos cuantos de los rasgos y capacidades de las aves, obtenemos una mejor comprensión de su valor inherente como seres sensibles. Las cualidades que admiramos en otros seres, como la empatía, la inteligencia y el afecto, también están presentes en estos animales. Este conocimiento nos invita a replantearnos nuestras decisiones y a recordar que nuestro respeto hacia ellos puede marcar la diferencia. ¿Podemos reconocer su valor más allá de su “utilidad”? ¿Estamos dispuestos a considerar un mundo donde estos seres vivan libres de explotación?