Un equipo de investigadores consiguió la recuperación funcional de ratones con ictus cerebral tras implantarles células madre encapsuladas en hidrogeles hechos con fibroína de la seda.
Por Alberto Iglesias Fraga
Ciudad de México, 10 de noviembre (TICbeat/SinEmbargo).- Imaginen lo siguiente: unos científicos implantan células madre encapsuladas en un biomaterial inocuo y totalmente biocompatible con el que obtienen la recuperación funcional de personas que han sufrido un infarto cerebral, reparando el tejido nervioso dañado y evitando la extensión de la lesión.
Suena a ciencia ficción, pero nada más lejos de la realidad. Un equipo de investigadores del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Instituto Cajal y el Hospital Clínico San Carlos, ha desarrollado precisamente eso: la recuperación funcional de ratones con ictus cerebral tras implantarles células madre encapsuladas en hidrogeles de fibroína de la seda.
Una gran variedad de enfermedades neurológicas producen discapacidades físicas y cognitivas permanentes. Nuestro sistema nervioso tiene una capacidad muy limitada para recuperarse tras una lesión, como sucede por un lado en el ictus y en los traumatismos cerebrales y, por otro, en las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson donde se produce un deterioro progresivo de la función de nuestro cerebro. La terapia con células madre ha supuesto un salto estratégico enorme para el tratamiento de estas enfermedades dado su potencial terapéutico para proteger y reparar el cerebro dañado. Sin embargo, el trasplante de células madre no está exento de dificultades, entre otras, su reducida supervivencia en el cerebro tras el trasplante, lo que representa una importante barrera para lograr la mayor eficacia terapéutica posible.
Para intentar superar esta barrera, estos científicos españoles han desarrollado una estrategia de bioingeniería novedosa para reparar el tejido cerebral dañado. Para ello, han utilizado ratones con infarto cerebral a los que se implantaron células madre de origen mesenquimal encapsuladas en un biomaterial inocuo y totalmente biocompatible: la fibroína de la seda. Tras el tratamiento, los ratones experimentaron una mejoría significativa de sus capacidades sensoriales y motoras, que habían quedado profundamente alteradas tras el infarto cerebral. Además, mediante técnicas electrofisiológicas, los investigadores demostraron que esta mejoría funcional se acompañó de fenómenos de reorganización cerebral en áreas adyacentes a la zona de daño. Un aspecto significativo de este estudio fue que la fibroína de la seda aumentó considerablemente la supervivencia de las células madre implantadas en el cerebro, impidiendo una mayor extensión del daño tras el ictus cerebral inducido en los animales.
En opinión de Daniel González Nieto, investigador del CTB UPM, “estos resultados abren una vía esperanzadora para el tratamiento de los desórdenes neurológicos mediante un nuevo tipo de terapia avanzada basada en la utilización de la fibroína de la seda como vehículo de liberación de fármacos y células logrando con ello aumentar el rendimiento terapéutico y la mejoría funcional de los pacientes”.