Auditorías independientes realizadas a nivel global como las coordinadas por el Colectivo Break Free From Plastic, señalan a compañías como The Coca-Cola Company, PepsiCo, Nestlé, Mondelēz International, Unilever, Mars y Danone, entre otras, como los principales generadores de contaminación plástica.
Ciudad de México, 10 de octubre (SinEmbargo).– Se ha vuelto muy práctico empaquetar todo con el pretexto de que así es más limpio, lo cierto es que hay un vínculo entre los productos ultraprocesados y los plásticos de un solo uso: papas, dulces, pan, bebidas azucaradas son una muestra de ello, como también lo es el hecho de que las empresas que comercializan estos productos centran la responsabilidad en el consumidor, pero no en el daño que causan al medio ambiente, ello lo disfrazan con campañas de reciclaje.
“En Defensa del Consumidor”, programa que se transmite por Estudio B, nuevo canal de YouTube de SinEmbargo, se precisó que la mayor parte de los millones de envases y empaques empleados por la industria de alimentos y bebidas están diseñados para ser de un solo uso, como lo advierte la investigación “Empaquetado y procesamiento: Ahogándonos en plásticos”.
La investigadora Ana Larrañaga, autora de este estudio, describió en entrevista la existencia de un “matrimonio malsano” entre las industrias de plásticos que se abastecen de las industrias petroquímicas y los sistemas alimentarios. “Esta alianza, no siempre ha sido así, si pensamos en cómo eran los sistemas y los entornos alimentarios con los que crecieron nuestros abuelos o nuestras abuelas podemos imaginar claramente que era un panorama muy diferente, quizá más empaques de vidrio, por ejemplo para lácteos o la gente llevando sus telas para recoger cosas como tortillas, pan, es decir, muchas otras formas de cargar con los alimentos o consumir”.
De repente, compartió, este panorama empezó a cambiar y hoy en día la industria aquí en México está realizando un cabildeo activamente para suavizar las regulaciones y evitar que las industrias productoras de envases plásticos, específicamente aquellos que sean de un solo uso, se responsabilicen de los impactos de estos plásticos a lo largo de todo su ciclo de vida.
“Así la responsabilidad recae mucho, por ejemplo, sobre los estados o sobre los municipios, el tener que hacer esa gestión de residuos a veces con insuficientes recursos y ahí no hay una demostración de responsabilidad de las industrias productoras. Los principales hallazgos son justamente cómo están ejerciendo este cabildeo en el Poder Legislativo con una propuesta de reforma a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) que lo que propone son definiciones muy muy laxas, de qué es un plástico de un solo uso, es una definición tan laxa que prácticamente ningún plástico podría entrar dentro de esa definición”, expresó.
En el estudio se señala que la producción de plásticos supera por mucho a la demanda, a pesar de los riesgos de salud que se asumen desde su fabricación. No obstante, el sector empresarial utiliza narrativas que centran la responsabilidad de la contaminación plástica en sus consumidores y, en cambio, promueve falsas soluciones como el reciclaje. Se estima que, en el mundo, tan solo el 9 por ciento de todos los plásticos producidos logran ser reciclados.
Por si fuera poco, auditorías independientes realizadas a nivel global como las coordinadas por el Colectivo Break Free From Plastic, señalan a compañías como The Coca-Cola Company, PepsiCo, Nestlé, Mondelēz International, Unilever, Mars y Danone, entre otras, como los principales generadores de contaminación plástica.
Es decir, las empresas que más contaminan son las de alimentos ultraprocesados.
Ana Larrañaga compartió a “En Defensa del Consumidor” cómo en el estudio se llevó a cabo un mapeo de quiénes eran los actores que estaban acercándose con legisladores y legisladoras de las comisiones de Medio Ambiente y Cambio Climático en ambas cámaras y encontraron que que existen think tanks (laboratorios de ideas) que están fundados y formados por grandes industrias alimentarias, muchas de ellas multinacionales, también actores que no son parte de la industria alimentaria, pero sí son parte de la industria química y que incluso acaban pozos, como Grupo México para extracción de petróleo crudo.
“Es una prueba de esta alianza: dentro del mismo think tank cabildeando por el mismo objetivo están tanto Coca-Cola, Nestlé, PepsiCo, Grupo Bimbo como grandes petroquímicas”, sostuvo.
Indicó que el plástico es un material que puede durar cientos y cientos de años, y por lo mismo uno esperaría que un material que fuera usada para fabricar objetos que vamos usar muchas veces, en vez de emplearlo para fabricar objetos que vamos a utilizar durante cinco o diez minutos.
“Bajo esa lógica no podemos esperar que el reciclaje sea una solución, algo que se está proponiendo en otros países, por ejemplo en España, es justamente crear sistemas de refil o de rellenado para alimentos y bebidas, por ejemplo, que que cuando terminemos un envase podamos llegar a un centro en el que ese mismo envase lo puedan rellenar del producto que hayamos comprado”, refirió.