Aunque el temblor logró abrir las puertas de unos refrigeradores de una gasolinera, de donde cayeron diversos artículos al suelo, no se reportaron personas heridas, ni se emitió alerta por riesgo de tsunami.
NAALEHU, Hawai, 10 de octubre (AP).- Dos fuertes sismos sacudieron el domingo la Isla Grande de Hawai, provocando la caída de objetos.
El primer movimiento telúrico, con una magnitud de 6.1, se produjo en el mar a unos 27 kilómetros (17 millas) al sur de la localidad de Naalehu, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos. El segundo ocurrió unos 20 minutos después en la misma área y alcanzó una magnitud de 6.2, agregó.
Notable quake, preliminary info: M 6.2 – 27 km SSE of Naalehu, Hawaii https://t.co/ChMfY766SD
— USGS Earthquakes (@USGS_Quakes) October 10, 2021
El Servicio Nacional de Meteorología en Honolulu indicó que no hay riesgo de tsunami.
En una gasolinera en Naalehu, las sacudidas abrieron las puertas de unos refrigeradores y los artículos cayeron al suelo.
No se han reportado lesionados.
No tsunami threat following preliminary M6.1 quake off the Kau coast of Hawaii Island. #BePrepared #KnowYourHazards pic.twitter.com/J1XlcQodqW
— Hawaii EMA (@Hawaii_EMA) October 10, 2021
El pasado 30 de septiembre el Kilauea, uno de los volcanes más activos del planeta entró en erupción en la Isla Grande de Hawai.
Funcionarios del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) confirmaron el miércoles el comienzo de una erupción en el cráter Halemaumau, en la cima del volcán.
Imágenes tomadas por una webcam mostraron fuentes de lava que cubrían la superficie del cráter y arrojaban nubes de gases volcánicos. En la misma zona se formó anteriormente un gran lago de lava en varias ocasiones.
La erupción se produjo en una zona en la que no hay viviendas y está completamente contenida en el Parque Nacional de los Volcanes.
“Todas las señales indican que permanecerá dentro del cráter”, dijo Ken Hon, el científico del USGS a cargo del Observatorio de Volcanes de Hawai. “No vemos ningún indicio de que la lava se esté moviendo hacia la parte inferior de la zona oriental de la grieta, donde vive la gente. Actualmente, toda la actividad se realiza dentro del parque”, agregó.
La alerta por volcán se elevó a “advertencia” y el código para la aviación cambió a rojo.
Antes en el día, los funcionarios dijeron que detectaron un aumento de la actividad sísmica y de la elevación del piso, por lo que incrementaron los niveles de alerta.
El Kilauea registró una gran erupción en 2018 que destruyó más de 700 viviendas y desplazó a miles de personas. Hasta entonces, el volcán llevaba décadas de una erupción lenta, en su mayoría lejos de zonas residenciales densamente pobladas.
La misma zona que entró en erupción el miércoles también estuvo activa entre diciembre y mayo pasados.
Antes de la gran erupción de 2018, el Kilauea había estado en erupción desde 1983 y corrientes de lava ocasionalmente cubrían granjas y hogares rurales. Durante ese tiempo, la lava a veces llegaba al océano, provocando interacciones drásticas con el agua.
Durante cuatro meses en 2018, el Kilauea arrojó suficiente lava para llenar 320 mil piscinas olímpicas, enterrando un área de más de la mitad del tamaño de Manhattan en hasta 24 metros (80 pies) de lava ahora endurecida. La roca fundida redujo puntos de referencia, calles y vecindarios a un vasto campo de rocas ennegrecidas y fragmentos volcánicos.